El pistacho en entredicho: ¿Es un fruto seco o una semilla?

Gracias a la arqueología y la historia se sabe que el pistacho es un alimento común desde el año 6750 a. C. Y desde que se establecieron los tipos de alimentos, siempre ha formado parte del grupo de los frutos secos, que son indispensables en una dieta saludable. Además, como las nueces, las avellanas, las almendras y el resto de compañeros, tiene múltiples beneficios para la salud. Pero, ¿y si la historia hubiera errado? Una científica asegura que los pistachos no son frutos secos.

La investigadora Helena González-Burón, partícipe del proyecto de divulgación Big Van Ciencia, colgó un vídeo en Twitter diciendo que "más que un fruto seco, es una semilla". La experta sustenta esta interpretación por varios motivos. De un lado, porque los pistachos no provienen de una planta, sino de un árbol, concretamente de la Pistacia vera, aunque la Real Academia Española (RAE) admite los términos pistachero y alfóncigo.

Por el otro, porque crecen a través de foliolos, lo que viene siendo un ramillete. Que tengan cáscara también es trascendente, ya que eso es el fruto del árbol. Es por eso que la investigadora afirma que "en realidad, lo que nos comemos del pistacho es la semilla".

Más allá de ser una semilla, su composición es clave

La cuestión es que la propia definición de fruto seco ya deja claro este matiz. "Los frutos secos son semillas comestibles cubiertas por una cáscara más o menos dura", precisan diferentes diccionarios. Entonces, ¿por qué el pistacho y el resto de frutos secos reciben este nombre y no el de semillas? Pues bien, porque su composición natural (sin la manipulación humana) tiene menos de un 50% de agua.

¿Conclusión? El pistacho es una semilla, sí, y González-Burón tiene razón en su afirmación. Pero es falso que no sea un fruto seco. Lo es y sucede lo mismo con las avellanas, las nueces, las almendras, los anacardos y los cacahuetes.