Radar de tramo: ¿Qué es y cómo funciona?

Vehículos circulando a la altura del radar de tramo de la AP-9 en los túneles de A Madroa, en Vigo.

Vehículos circulando a la altura del radar de tramo de la AP-9 en los túneles de A Madroa, en Vigo. / José Lores

Lola Gutiérrez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Catalunya fue pionera en la instalación de los radares de tramo. El primer dispositivo de este tipo que se instaló fue en el túnel de Vielha (Val d'Aran). Estuvo en pruebas desde diciembre del 2009 a julio del 2010, cuando comenzó a sancionar. En aquel momento, se creía que un túnel era el mejor lugar donde colocar este tipo de cinemómetros. Encontrar un tramo en el que la siniestralidad aconsejara ponerlo, sin desvíos y, además donde la orografía ayudara, no se antojaba sencillo.

Ahora, más de una década después, el conjunto de la red viaria catalana contará a partir de este viernes -día en que entran en vigor cuatro radares nuevos- con 38 dispositivos de este tipos instalados que vigilarán 194,410 kilómetros.

Cámara

Un radar de tramo no es realmente un radar, puesto que no emite ninguna señal hacia el vehículo, sino que usa una cámara de visión artificial similar a la de los semáforos de algunas ciudades. Cada una de las cámaras, una por carril, graba de forma continua a los vehículos que circulan mediante luz continua de infrarrojos. Estas cámaras están sincronizadas por fibra óptica y satélite, de modo que sus relojes marquen la misma hora.

Porque en realidad lo que mide un radar es el tiempo de paso y, de manera indirecta, la velocidad media de ese vehículo en un determinado tramo, es decir, en un trayecto con una longitud determinada.

Al inicio y al final

¿Cómo lo hace? Pues es muy sencillo: se colocan al inicio del tramo a controlar las citadas cámaras, con infrarrojos para poder funcionar también de noche, con reconocimiento de las matrículas de los vehículos. Cuando pasa un vehículo, se toma una imagen y se registra la hora exacta, con segundos, de la entrada.

Al final del tramo hay otra cámara que vuelve a tomar una imagen, para identificar el mismo número de matrícula, y se registra la hora exacta de salida.

Así se calcula la velocidad media a la que circula un vehículo entre dos dispositivos electrónicos, separados por entre tres y cinco kilómetros de distancia.