Investigación en marcha
El asesino de Premià de Mar se hizo un selfie con el cadáver de la víctima
El caso ha conmocionado a Honduras, lugar de procedencia de víctima y agresor, que se entregó a los Mossos este domingo
Guillem Sánchez
Redactor
Periodista de sucesos. Antes trabajé como redactor de sociedad en la Agència Catalana de Notícies (ACN).
Profesor asociado en la Facultat de Comunicació i Relacions Internacionals Blanquerna.
Libros Publicados: 'El Estafador' (Editorial Península) y 'Crónica del Caso Maristas' (Ediciones B).
El joven arrestado por asesinar a su compañero de piso en la madrugada del pasado sábado en Premià de Mar (Maresme) se hizo un selfie con el cadáver de la víctima antes de darse a la fuga. No solo se tomó esa fotografía, también la reenvió a un amigo de Honduras, que lo ha puesto en conocimiento de las autoridades. El caso ha llenado páginas de sucesos en Honduras. En la foto, aparece el sospechoso mirando a cámara, levantando el pulgar en señal de aprobación, con el cuerpo acuchillado del fallecido de fondo.
Según explican medios hondureños, los dos hombres se conocían desde antes de llegar a España y proceden de Trinidad, Santa Bárbara. Nelson, la víctima, de 35 años, cruzó el océano Atlántico en primer lugar y se instaló en Premià de Mar. Después, acogió en su domicilio de la calle Núria del centro del municipio al agresor, Bryan, bastante más joven y que acababa de aterrizar en España.
El pasado viernes, entrada la noche, los dos compañeros de piso se enzarzaron en una violenta pelea que terminó con Bryan matando a puñaladas a Nelson. Tras matarlo, Bryan se sacó una fotografía con el cuerpo del fallecido y la mandó a un amigo. Después, huyó. Dejó las luces encendidas y la puerta entreabierta. Horas más tarde, dos vecinos que regresaban a casa sobre las cuatro de la madrugada, vieron luz encendida y la puerta mal cerrada. Acudieron a comprobar qué ocurría y descubrieron el cadáver de Nelson, a quien conocían personalmente.
Los dos vecinos avisaron a los Mossos d'Esquadra, que activaron una investigación que desde el comienzo tuvo claro a quien apuntaba: a Bryan. El joven, que estuvo en paradero desconocido hasta el mediodía del domingo, siguiendo instrucciones de su madre, según medios hondureños, se entregó a la justicia española acudiendo a la comisaría de la policía catalana en Mataró.
Tras comprobar su identidad, fue detenido por los investigadores, que descubrieron entonces que se había tomado un selfie junto al cadáver de su amigo.
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