El día que Ricky Rubio ayudó a Izan tras superar la leucemia dos veces

Ricky Rubio e Izan Balaña comparten tatuaje. Un gran león y su cachorro ocupan buena parte de sus brazos. Cuando a Izan le preguntaban por la cicatriz que tenía en el pecho, decía que se había peleado con un león. Sufrió una leucemia cuando tenía dos años. A los 17 recayó, y tras un trasplante de médula volvió a superar la enfermedad. El pequeño león representa la primera leucemia; el grande, la segunda. Izan conoció a Ricky durante el proceso de recuperación y, juntos, tres años después, han presentado la nueva área terapéutica de rehabilitación para niños y adolescentes en el Hospital Vall d'Hebron, un proyecto impulsado conjuntamente por The Ricky Rubio Foundation y la Fundación La Caixa.

Una canasta de baloncesto preside el gimnasio pediátrico, estrenado el pasado noviembre, y que tiene el juego y el deporte como elementos motivadores. Ricky, junto a miembros de su fundación, visitaron el hospital en 2021, y constataron que "hacía falta un espacio específico para la rehabilitación de niños y adolescentes integrado en el mismo edificio". Antes de este espacio, el Hospital Infantil no disponía de área terapéutica ni de rehabilitación para niños y adolescentes, y estos se tenían que desplazar al Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados.

Un 37% más de pacientes

"Hemos aprovechado para hacer una área moderna y que mejora la calidad y la cantidad de pacientes que podemos atender", ha explicado el doctor Albert Salazar, gerente del Hospital Universitari Vall d'Hebron, que junto al subdirector general de la Fundación "La Caixa", Marc Simón, han acompañado a Ricky en la presentación de las instalaciones. El gimnasio permitirá incrementar el número de pacientes atendidos en un 37%, pasando de 540 a 750 niños y adolescentes atendidos y ampliando los horarios por la tarde para facilitar la conciliación.

La recaída de Izan le llegó en plena pandemia, por lo que tuvo que realizar gran parte de la recuperación aislado en su habitación. Poco antes de recibir el alta, pudo estrenar el nuevo gimnasio. "El cambio es abismal, cuando lo vi por primera vez fue increíble. Es un espacio muy grande, equipado con todo lo que se necesita y, además, la canasta motiva mucho", cuenta. 

"Transmitir los valores del deporte"

"En lugar de hacer una sala médica, queríamos que fuera un gimnasio y que transmitiera los valores del deporte en equipo", explica Jess Della, interiorista encargada del diseño del área, que cuenta con varias salas y equipamientos en unos 220 metros cuadrados. Todo gira alrededor del deporte; además de la canasta hay una pista de atletismo dibujada, las paredes recuerdan a un rocódromo y hay una grúa que sirve para transportar a los pacientes y que simula estar surfeando entre olas.

Un día, Ricky Rubio tocó el cristal de la habitación de aislamiento donde descansaba Izan, después del trasplante de médula. Le impactó mucho. "Si ya ayuda ver a un enfermero o un médico dando todo lo que dan por nosotros, ver que una estrella como Ricky se implica y viene a verte a tu habitación... Me dio muchos ánimos para seguir luchando", asegura. Lleva puesta la camiseta del fallecido cantante Pau Donés con el lema "Vivir es urgente", que el jugador azulgrana le regaló ese día.

"En la escala de valores, una derrota está muy abajo. Aunque sea duro, venir a un hospital y poder ayudar te da otra perspectiva y te humaniza"

Ricky Rubio

"Venir a un hospital te humaniza"

"En la escala de valores, una derrota está muy abajo", se sincera el jugador del FC Barcelona, que se alejó de las pistas durante un tiempo para cuidar su salud mental. "Siendo deportista puedes animar a alguien solo con que te vea, y siempre utilizaré esta suerte para ayudar. Los deportistas tenemos unos objetivos y unas obsesiones, pero a veces tenemos la escala de valores un poco desestructurada. Aunque sea duro, venir a un hospital y poder ayudar te da otra perspectiva y te humaniza", asegura el del Masnou, que inició su fundación como promesa a su madre, víctima de un cáncer en 2016.

"Intentar estar bien es mi prioridad, que las cosas salgan mejor o peor es momentáneo y fluctúa, lo importante es hacer lo que esté en tus manos y sentirte bien contigo mismo y con lo que haces", dice el ex jugador de la NBA, que hace tiempo cambió su manera de entender la competición.

"Con la fundación tenemos diferentes proyectos y por desgracia se nos han ido algunos niños y niñas, y eso hace daño. Pero también ves otros que se recuperan y tiran adelante y eso te da esperanzas para seguir luchando y contribuir a que la sociedad sea un poco mejor", asegura Ricky.

El año que viene, Izan estudiará el doble grado de fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. "Quería estudiar fisioterapia, pero siempre lo terminaba dejando un poco apartado. Haber pasado esta enfermedad ha sido una suerte para mí. He tenido problemas más complicados y he podido salir de ellos, así que he aprendido a relativizar aquello que no es tan importante y a darle importancia a aquello que sí lo es", cuenta mientras luce orgulloso la camiseta que le regaló Ricky. Vivir es urgente.