La DOP de la sidra vasca con la francesa incluirá variedades naturales y espumosas

La Denominación de Origen Protegida (DOP) que el País Vasco tramita para su sidra de forma conjunta con cosecheros de manzana y llagareros del sur de Francia, y a la que también pretende sumarse el sector navarro, incluye la protección de tres variedades de sidra: natural, dulce-amarga ("doux-amer") y espumosa. Así consta en la documentación que acompaña a una iniciativa que agota ahora el preceptivo plazo de alegaciones para lograr el visto bueno transitorio del gobierno de España. Es el paso previo a la decisión definitiva de la Comisión Europea.

Compartir la DOP con los elaboradores del País Vasco francés es la solución elegida para que la "sagardoa" pueda acceder a un sello de calidad como el que ya tiene la sidra asturiana desde hace años. Y es que así se salva la oposición inicial de los galos, que, tal y como desveló La Nueva España, del mismo grupo editorial, consiguieron paralizar en la UE la tramitación de una DOP que en un principio se impulsaba para Euskadi en exclusiva. De salir, se trataría de la primera denominación de origen transfronteriza de Europa con reglamento único y se comercializaría como "Euskal sagardoa-Sidra del País Vasco-Cidre du Pays Basque-Euskal Sagarnoa".

De acuerdo con la reglamentación provisional, las sidras vascas y del sur de Francia que compartirán la denominación se elaborarán con 54 variedades seleccionadas de manzana tanto ácidas, como amargas, ácido-amargas y dulces, con intensidades variables. Además, la marca permitirá el uso de otro centenar de frutas autóctonas para mejorar, corregir o lograr pequeñas diferenciaciones en el producto final. El consejo regulador de la DOP Sidra de Asturias autoriza la producción de sidra bajo su sello de calidad de forma exclusiva con 76 variedades de manzana seleccionadas por su alta calidad.

Por lo que se refiere al ámbito geográfico, la solicitud inicial para las zonas sidreras de Euskadi se extiende ahora a los territorios galos de Soule, Baja Navarra y Labourd, en el departamento de los Pirineos Atlánticos.

El camino de la sidra vasca hacia la denominación de origen está siendo más tortuoso de lo esperado. La tramitación se inició hace ocho años, cuando, a instancias del sector, el Ministerio de Agricultura presentó ante la Comisión Europea (CE) el 11 de mayo de 2017 una solicitud de registro de la denominación de origen para la "sagardoa". La Consejería de Desarrollo Económico de Euskadi aprobó una protección transitoria de escala nacional en el mes julio de 2017, autorizando a comercializar bajo la marca "Sidra del País Vasco / Euskal Sagardoa" a los elaboradores que cumplan el pliego de condiciones incluido en la solicitud a Bruselas, a la espera de la decisión definitiva de la Comisión.

Antes de que se publicase la solicitud definitiva hace unos meses, y de que Francia se opusiese a la misma, la petición de la DOP para la sidra vasca fue rechazada inicialmente por la Comisión Europea en enero de 2022. Previamemnte, en 2018, Bruselas había expresado reticencias a que la "sagardoa" obtuviera una DOP con el argumento de que la bebida no contaría con la suficiente singularidad territorial. La Comisión aconsejó, sin éxito, una Identificación Geográfica Protegida (IGP), figura que encajaría mejor al ser menos exigente que la DOP.

Ya en 2023, y a la vista de la declaración de oposición remitida por las autoridades francesas, la Comisión lanzó el 17 de julio una invitación a ambas partes para que iniciaran contactos de cara a la búsqueda de un acuerdo en el plazo reglamentario de tres meses. Los galos estimaban que la pretensión del País Vasco resultaría perjudicial para "nombres, marcas y productos" que comercializan legalmente. Además, alertaban de que, si se produjese el registro solicitado de "Euskara Sagardoa" y "Sidra Natural del País Vasco", se verían en serios perjuicios sus denominaciones "Cidre Basque" y "Euskal Sagarnoa.

Dada la complejidad del proceso, Bruselas concedió una prórroga de otros tres meses. Finalmente, el pasado 12 de enero se llegó a un acuerdo para impulsar una Denominación de Origen Protegida de carácter transfronterizo entre la comunidad autónoma del País Vasco y las autoridades francesas.

A la figura de protección transitoria inicial de la sidra vasca estaban inscritos medio centenar de elaboradores. La producción del año pasado fue de 1,2 millones de litros, lo que supone la mitad de la que presentaron los 33 llagares asturianos controlados por el consejo regulador de la Denominación de Origen en una campaña que se vio afectada negativamente por la vecería.