Pederastia en la Iglesia

Exalumnos de Jesuïtes de Casp urgen a la orden a entregar a la policía toda la información sobre los abusos

El grupo exige reparar a todas las víctimas de sus profesores y emplazan a Mossos, fiscalía y Educació a "actuar de oficio"

"No se han tomado medidas contundentes", denuncian en un informe

La alumna que logró condenar al sacerdote Lluís Tó en 1992: "Lo peor fue que me echaron a mí del colegio"

Los jesuitas reconocen que sabían desde 1968 que el sacerdote Lluís Tó era un "depredador sexual"

Una víctima d’abusos davant l’escola dels Jesuïtes de Casp.  | JORDI OTIX

Una víctima d’abusos davant l’escola dels Jesuïtes de Casp. | JORDI OTIX / GERMÁn GONZÁLEZ J. G. ALBALAT

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El terremoto provocado por el estreno del documental 'La fugida' –una investigación del periodista de EL PERIÓDICO Guillem Sánchez sobre el encubrimiento de los abusos sexuales en los colegios jesuitas– sigue sumando réplicas. Exalumnos del colegio Jesuïtes Casp de Barcelona urgen a la orden a entregar ante Mossos, fiscalía y Conselleria d'Educació toda la documentación que tienen sobre las agresiones sexuales.

En un comunicado hecho público este viernes, el colectivo –muy crítico con la investigación y el proceso de reparación que están llevando a cabo los jesuitas– también considera "imprescindible" que la policía catalana, el ministerio público y el Govern "actúen de oficio" ante los abusos cometidos en el colegio religioso.

Con la mayoría de casos prescritos, en la actualidad solo permanece abierto un procedimiento en Barcelona por presuntas agresiones sexuales cometidas en el centro docente de Casp. En concreto, el Juzgado de Instrucción número 7 de la capital catalana tramita una causa contra un exenfermero jesuita de este colegio, Amado A., por los supuestos abusos cometidos a cinco exalumnas durante los años 2000 y 2001, cuando las víctimas tenían de 6 y 8 años, tal como adelantó este diario.

El imputado, que niega los hechos, continúa en libertad y la orden guarda silencio sobre este proceso. No así con los casos denunciados en 'La fugida', que explora los abusos de los jesuitas Lluís Tó, del colegio Sant Ignasi, y de Francesc Peris, de Casp: en el documental admiten que conocían las agresiones del primero en 1968, y el lunes informaron de que en los últimos meses el segundo ha confesado haber haber abusado de alumnos desde 1972.

Informe sobre los abusos sexuales en el colegio Jesuïtes de Casp

Informe sobre los abusos sexuales en el colegio Jesuïtes de Casp

Informe sobre los abusos sexuales en el colegio Jesuïtes de Casp

Informe independiente

Cuando los abusos en Casp empezaron a aflorar en mayo del año pasado, un grupo de exalumnos del centro iniciaron la elaboración de un informe independiente sobre los casos y la actuación de la orden. Ese mes, varios exestudiantes se movilizaron, crearon el colectivo de apoyo a las víctimas y 234 antiguos alumnos firmaron una carta reclamando acciones más contundentes a los responsables del colegio ante las denuncias, y que se abriese la vía de la justicia contra el religioso Francesc Peris.

En el informe, los exalumnos denuncian que a lo largo de este año la Compañía de Jesús (Jesuïtes) "no ha dado pasos suficientemente significativos para incidir en la verdad, la justicia y la reparación de los abusos sexuales que durante décadas se llevaron a cabo en el colegio", por lo que reclaman que se repare a todas las víctimas de sus profesores y piden a las afectados que denuncien los hechos, estén o no prescritos.

También piden que se cree una comisión de seguimiento interdepartamental sobre los abusos perpetrados por religiosos de Jesuïtes Casp formada por representantes de las conselleries de Educación, Justicia, Salud e Interior, Mossos d'Esquadra y las Sindicatures de Greuges de Catalunya y de Barcelona.

15 denuncias

"La prescripción de los casos de abuso sexual no justifica que las autoridades públicas no actúen de forma decidida y continuada" porque "la huella emocional de las víctimas no ha prescrito, la necesidad de saber realmente los hechos tampoco ha prescrito y la posibilidad de recabar nueva información que permita canalizar judicialmente casos no prescritos tampoco se puede dar por cerrada", señalan en el informe del grupo de exalumnos del colegio Casp. En este año, el correo electrónico habilitado por parte del grupo de apoyo a las víctimas ha recibido 15 denuncias de abusos, algunas de ellas coincidentes con las que ya se habían hecho públicas, según consta en el informe.

"Aunque valoramos positivamente que la Compañía de Jesús haya hecho algunos movimientos, los pasos hasta el momento parecen más dirigidos a proteger la institución religiosa que a defender y reparar a las víctimas", subrayan en el informe. "Meses después de la publicación de los hechos no se ha tomado ninguna medida contundente", "ni se han dado a conocer los resultados de las investigaciones realizadas hasta el momento".

También critican que "los hermanos jesuitas denunciados formalmente a la policía o acusados internamente nunca han sido expulsados de la orden y que, hasta hace poco, han gozado de reconocimiento social por parte de la Compañía de Jesús". De hecho, este lunes, Pau Vidal, delegado de la orden en Catalunya, afirmó que Peris, al que se le ha retirado la consideración de jesuita, se encuentra en una residencia de la compañía fuera de Catalunya "siguiendo un proceso de reconocimiento del daño causado".

Responsabilidad de las direcciones de Casp

Los exalumnos también afean a los jesuitas que aún no hayan pedido públicamente que no prescriban los casos de pederastia ni hayan "comunicado qué medidas de reparación han tomado para con las víctimas reconocidas". También reclaman a la compañía que, "cuando tenga conocimiento de que un miembro de la orden ha cometido un abuso, actúe en consecuencia y presente denuncia de todos los casos que conocen".

En este sentido, también reclaman la "asunción de responsabilidades de los equipos directivos" del colegio Jesuïtes de Casp en los diferentes cursos en los que se tiene constancia de los abusos sexuales, en tanto que eran "veladores de la integridad de los alumnos de todas estas promociones". "Se deben depurar responsabilidades", añaden.

Protocolos para centros religiosos

Más allá de Casp, los exalumnos consideran imprescindible que las actuaciones específicas generadas por los abusos en el colegio "ayuden a protocolorizar medidas sobre casos de abusos sexuales del pasado que hayan sucedido en otros centros escolares" y que se ponga "especial atención" a las particularidades de los centros privados religiosos", dado que "los espacios de receso y consejo espiritual han sido escenarios habituales de abusos sexuales" y que los sistemas de gobernanza escolar eclesiásticos no han ayudado a detectar, actuar ni por supuesto reparar este tipo de delitos.

Jesuïtes Educación tiene activo desde 2018 el 'Canal Protección Jesuitas'. Sin embargo, el grupo de exalumnos afirman que "no reúne las garantías necesarias de independencia". Por ello, proponen "revisar y actualizar los servicios existentes para establecer un canal y unidad de atención a los abusos sexuales en entornos escolares que sea único, público, independiente, interdepartamental, vinculante, profesional, permanente, retroactivo y con recursos suficientes".