Entrevista | Especialista en juego Director del Máster en gamificación educativa de Enti-UB

Oriol Ripoll: "Los hijos deberían enseñar a sus padres a jugar a Fortnite, se trabajan un montón de habilidades"

Enseñar las matemáticas con Tangrams y reforzar la oralidad: la fórmula de Educació para remontar PISA

Familias y escuelas cuestionan la hegemonía del ordenador: "¿Hace falta tener el portátil todo el día sobre el pupitre?"

Oriol Ripoll, experto en juegos aplicados a proyectos educativos, que participa en las jornadas Tech&Play en Barcelona.

Oriol Ripoll, experto en juegos aplicados a proyectos educativos, que participa en las jornadas Tech&Play en Barcelona. / Irene Vilà Capafons

Helena López

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Referente a la hora de hablar de algo tan serio como el juego, Oriol Ripoll, director del Máster en Juego, Gamificación y Tecnología aplicados a la Educación de Enti-UB, cerrará este domingo en la Fabra i Coats el festival Tech&Play24 organizado por Mobile Word Capital Barcelona con un encargo de máxima actualidad: crear una herramienta para que las familias hablen sobre el uso de las pantallas "partiendo de que nadie tiene ni idea" [sic].

Cuéntenos más sobre ese juego.

No se trata tanto de un conflicto alrededor de las pantallas, que existe, sino alrededor de las relaciones entre las personas cuando las pantallas están en medio. Y dijimos, vale, vamos a ver qué piensan los niños y las familias, e hicimos un proceso de codiseño en el que han participado más de 200 personas que nos han explicado qué problemas tienen en este sentido. Y aquí vemos que el problema es que no sabemos gestionar los conflictos.

¿Alguna idea?

La ‘solución’ era siempre "pues le quito el móvil". A partir de ahí han salido un montón de situaciones que hemos plasmado en un juego que tiene dos miradas. Una es ¿y si establecemos una alianza digital? ¿Y si ponemos sobre la mesa todas los casos que se podrían dar y cómo tomamos las decisiones? ¿Qué ideas de soluciones creemos que podemos aplicar? Con todo eso hemos creado un juego analógico para hablar de pantallas. En el fondo podíamos haber cambiado las pantallas por cualquier otra cosa, porque es un juego de gestión de conflictos.

No se trata tanto de un conflicto con las pantallas, que existe, sino de un conflicto en las relaciones entre las personas cuando las pantallas están en medio

¿En qué consiste?

Durante estos días, en el Tech&Play hay unas mesas en las que se está jugando a este juego de cartas. Tienen un caso, y hablan: yo creo que este se siente así, y este... Lo que haremos el domingo es explicar cuál ha sido el proceso para llegar hasta aquí. Un viaje que empieza el primer día, que me fui a Sant Cebrià de Vallalta con un grupo de niños y jóvenes y acabamos en La Mina, con chavales de primaria y de secundaria.

¿Cuál es la conclusión?

Que es un conflicto familiar. 

¿Familiar?

Sí. Son pantallas como podía ser cualquier otra cosa. Un caso que salía mucho era un niño que estaba muy emocionado intentando explicarle algo a su madre y su madre con el móvil; y el niño piensa ‘mi madre no me hace ni caso’. Y otro que puede ser 'te he dicho que a las ocho apagas y tú continúas'. El conflicto de las pantallas es un conflicto intercultural. La gente que ha jugado con pantallas entiende que necesita dos minutos para acabar la partida, pero quien no ha jugado no lo entiende. Cuando iba a hacer charlas a padres preocupadísimos por las pantallas les preguntaba siempre: decidme, ¿cuántos de vosotros tenéis hijos que juegan a videojuegos? Levantaban la mano casi todos. 'Ahora, bajad el brazo aquellas personas que sabéis a qué juegan vuestros hijos porque conocéis los juegos'. Y no bajaba nadie el brazo. 

Tras PISA se ha dicho que quizá los niños se lo están pasando demasiado bien en la escuela, como si fuera terrible aprender pasándoselo bien

¿Deberíamos jugar a videojuegos con nuestros hijos?

Hay un montón de cosas que podemos extraer cuando jugamos a videojuegos, pero vosotros no lo sabéis y solo veis el problema, que es la máquina.

Pero todos los padres saben de qué va el Fortnite, ¿no?

¿Tú has jugado al Fortnite?

No... ¿debería?

Los hijos deberían explicar a sus padres cómo se juega al Fortnite y que estos dijeran, vale, estamos de acuerdo en poner un límite de horas al día, pero no es el demonio. Desarrollas un montón de competencias cuando estás jugando a videojuegos. 

Como…

La capacidad de comunicación, la de trabajo en equipo… Hay muchos videojuegos distintos y cada uno activa un tipo de competencia. Y después hay que ver cómo mezclamos el juego analógico en con el juego digital, el juego compartido con el solitario. Y esto también nos pone frente a un espejo. ¿Cuánto tiempo como adultos dedicamos a jugar con los niños? Eso se ve mucho con los más pequeños. Vas a una cafetería y ves a los padres que les dan el móvil a los niños y así ellos pueden hablar. Pero no va de eso. Va de hacer cosas conjuntamente. Y por otro lado nos tenemos que preguntar: ¿cómo somos nosotros de modelo?

Vayamos al colegio ahora. ¿Cómo ha vivido la nostalgia por la EGB azuzada por PISA? 

El juego en el aprendizaje es algo que ya te aparece casi en textos pitagóricos. El juego ha formado siempre parte de la historia del aprendizaje. De la historia de la educación. Tras PISA se ha hablado mucho sobre cómo estamos enseñando, y que quizá los niños se lo están pasando demasiado bien en la escuela, como si fuera terrible aprender pasándotelo bien. Hubo una época en la que el mundo de la gamificación, el mundo del juego, tuvo un papel muy importante, y ahora lo tenemos que justificar mucho, pero ya me parece bien. En la escuela se tiene que jugar con sentido, con lógica… En la escuela no podemos jugar solo por placer. A veces te encuentras a docentes que dicen: 'Esto lo hago en clase y los niños se lo pasan bien'. Sí, pero la pregunta es ¿y qué aprenden? Cuando cruzas las dos cosas, pasárselo bien y aprender, es la bomba.

Pero entiendo que eso debe ser difícil. 

Claro. Pero la pregunta es: en una clase convencional, a la que yo vengo y digo leed, subrayad, ¿qué hemos aprendido? De nuevo es un conflicto intercultural. Como yo he aprendido así entendiendo que es la manera de aprender. Pero la pregunta es ¿qué quiere decir aprender en el siglo XXI? Si no tenemos claro cómo se aprende en una sociedad que requiere una competencia de comunicación, de trabajo en equipo… si no hacemos todo eso estamos perdiendo cosas por el camino. 

Los juegos hacen emerger unos conocimientos con los que después podemos trabajar

¿La escuela está preparada para enseñar con juegos? Por ratios, por espacios, por horas de las docentes para preparar las clases…

Muchas veces el problema es que queremos hacerlo todo, y debemos tener un principio de realidad. ¿Cuánto tiempo tengo? ¿La escuela catalana está preparada? Para hacerlo todo, no. Para incorporar el juego como estrategia, sí. Los docentes son muy generosos y comparten muchísimos materiales. Internet está lleno de ideas. 

¿Me puede poner algún ejemplo de esas gamificaciones?

Las gamificaciones dan respuesta a una pregunta. El juego no puede ser una moda. El juego es una estrategia, una metodología para transformar. Cuando llevo un juego al aula las relaciones sociales cambian y pasan cosas distintas.

¿La gamificación puede ser también analógica? ¿No se trata de convertir la lección en un videojuego?

No. El problema es que muchas veces se ha explicado que es solo eso. Tenemos juegos motores, juegos de correr. Yo hace muchos años hacía servir un juego de patio para descubrir cómo funciona el sistema inmunitario. Corrías como un loco, pero funcionaba.

El juego debería estar permanentemente integrado al aula, no se trata de cuotas

¿Hay algún juego que toda escuela debería tener?

Cuando una escuela me pide por dónde empezamos, yo lo haría sin material. Juegos de papel y lápiz; hay muchísimos. Juegos de hablar. Yo iría a la biblioteca y diría, ¿qué libros tenéis de juegos? Y comenzaría por ahí. Y no te gastas un céntimo. El juego en la escuela no va de presupuesto, va de saber qué quieres hacer.

En un mundo ideal, ¿cuántas horas de clase se deberían dedicar al juego?

En un mundo ideal, el juego está presente siempre. Está integrado. No se trata de cuotas. Lo mismo que no entendemos la escuela sin ver vídeos o leer textos, sin hacer trabajo en equipo, no entiendo la escuela sin que alguna de las situaciones se den a través de una evidencia en primera persona, y a eso se le llama juego. Que en el fondo lo que diferencia a un juego de una película es que esta última es en tercera persona y el juego es en primera. 

Si tiene que elegir entre un videojuego o un juego físico, ¿con qué se queda?

¿Para qué?

Para trabajar en una clase de primaria.

El juego es una respuesta a una pregunta: me quedaría con un buen juego. No todos sirven. Nos sirven los juegos que generan interacciones y hacen emerger unos conocimientos con los que después podemos trabajar.

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