Medio ambiente

Graves acusaciones de medios ingleses a este problema que se vive España: "Tercermundistas"

España se queda sin agua: ¿Por dónde restringir?

Una playa de Lanzarote, este sábado.

Una playa de Lanzarote, este sábado. / Adriel Perdomo / Efe

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España se muere de sed. Se nota en los acuíferos sobreexplotados, en los ríos ya no tan caudalosos, en los fondos agrietados de los embalses. Con el verano más cerca, los cielos cada vez más despejados no parece que vayan a dar una sorpresa.

De hecho, año tras año las precipitaciones disminuyen. Aunque hay diferencias sustanciales entre regiones, a esta situación crítica se ha llegado por culpa de una tormenta perfecta que combina sequía y escasez. La primera obedece a causas ambientales y poco se puede hacer por evitarla en una península especialmente golpeada por el cambio climático. El segundo factor es aún más complejo y en él confluyen aspectos que tienen que ver con el almacenamiento, la gestión, la demanda o los usos que se dan a este preciado líquido. Ahí es donde se debe poner el foco, considera la prensa británica que arremete contra España por las restricciones de agua que impactan negativamente en la experiencia turística.

Críticas en medios ingleses

La falta de agua ha llevado a la implementación de cortes nocturnos y restricciones severas en lugares como Sotogrande, un exclusivo complejo en Cádiz conocido por sus lujosos servicios.

Según algunos comentarios publicados en el periódico inglés Daily Mirror, estas medidas han dejado a los visitantes sin servicios esenciales de agua para ducharse o cocinar, condiciones que los medios británicos describen como «tercermundistas».

No sólo ha sido este medio el que ha criticado la gestión de la sequía en España. Publicaciones como Birmingham Live se han hecho eco de estas dificultades, destacando las adversidades que enfrentan los turistas, especialmente los británicos, quienes constituyen una parte significativa del turismo en España.

La percepción de una gestión inadecuada de la crisis hídrica ha provocado un malestar notable entre los visitantes y residentes británicos en regiones afectadas.