Educación en España

Un centenar de institutos de ocho autonomías empiezan una prueba piloto del próximo informe PISA

La próxima edición incorpora como novedad la evaluación del inglés, el aprendizaje en el mundo digital y los conocimientos del cambio climático

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Alumnos de secundaria durante un examen en el instituto, en marzo del año pasado.

Alumnos de secundaria durante un examen en el instituto, en marzo del año pasado. / G. MORAL| ALBERTO PAREDES - EURO

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Un total de 7.152 alumnos y alumnas de 15 años de 149 centros educativos de toda España participan desde este jueves en el estudio piloto del próximo informe PISA, que incorpora como novedad la evaluación del inglés, el aprendizaje en un mundo digital y sus conocimientos en cambio climático y medio ambiente, dentro de la competencia científica.

El alumnado que se examinará pertenece a colegios e institutos de Catalunya, Andalucía, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, País Vasco y Galicia, según ha explicado directora del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), Carmen Tovar.

El estudio piloto busca probar la logística y evaluar la idoneidad de las preguntas

El informe PISA, la mayor evaluación mundial que realiza la OCDE en unos cien países, permite a los gobiernos valorar el alcance de las metas educativas propuestas y supervisar su desempeño. A partir de 2025 se hará cada cuatro años en vez de los tres actuales para dar más tiempo a organizar la prueba. Los últimos resultados, correspondientes a 2022 y hechos públicos en 2023, han sido un auténtico descalabro global, especialmente duro en Catalunya.

Desde este jueves y hasta mediados de mayo comenzará el trabajo de campo del estudio piloto de la nueva edición de PISA en dichas comunidades autónomas con el doble objetivo de probar la logística y evaluar la idoneidad/eficacia de las preguntas.

El estudio principal del informe se llevará a cabo entre abril y mayo de 2025

La prueba a la que se someterán los adolescentes dura toda la mañana y no todos harán la misma. Habrá un intermedio corto entre las dos competencias de las que se evaluarán, y después de un descanso más largo, realizarán un cuestionario de contexto.

En el piloto q "se prueban bastantes más preguntas de las que luego se van a usar en el estudio principal -en abril-mayo del 2025- para poder descartar algunas y solo usar las que realmente miden lo que queremos que midan", subraya Tovar.

El informe de 2025 se centrará en la competencia científica

En cada edición, PISA focaliza la evaluación de una de las tres competencias establecidas por la OCDE (comprensión lectora, ciencias y matemáticas) y en esta ocasión será la científica. "Su principal novedad es que se dará más importancia al cambio climático y al medio ambiente, incluyendo la llamada 'agencia en el antroproceno', es decir, el alumnado debe ser consciente del impacto humano en el planeta y cómo puede actuar en favor del medio ambiente, no limitarse a ser observador. Se trata de comprender y crear un futuro más justo y resiliente".

En la práctica ello se traducirá en una nueva escala adicional de rendimientos relacionada con el medio ambiente, más preguntas acerca del clima o saber cómo interactúan con el entorno. "En resumen, se va a medir una nueva dimensión de la competencia científica, que es la de investigar, evaluar y usar la información científica para la toma de decisiones que minimicen el impacto humano sobre el medio ambiente".

En el caso de la comprensión lectora y las matemáticas no habrá nuevas unidades de evaluación sino que se emplearán las ya utilizadas para poder trazar tendencias.

Aprendizaje digital e inglés

Igual que en anteriores ocasiones, el nuevo informe PISA incluirá una competencia innovadora que en 2025 será aprender en un mundo digital, que medirá "básicamente qué capacidad tienen los alumnos para resolver problemas complejos mediante el empleo de herramientas digitales". Por ejemplo, cómo se incrementa el tráfico hasta llegar a un atasco y cómo calcular esa congestión mediante una simulación.

Otra novedad consistirá en conocer el grado de dominio del inglés, una optativa internacional en la que España ha decidido participar. Aunque en esta edición será el inglés, la idea es ampliarlo después a otras lenguas extranjeras. Se evaluarán tres destrezas: comprensión escrita y auditiva y la expresión oral. De momento no entra la expresión escrita por las dificultades que implica la corrección, aunque más adelante no se descarta. Según la OCDE, el dominio de una lengua extranjera es la capacidad de utilizar la lengua para comunicarse de manera eficaz, y requiere de una combinación de competencias lingüísticas comunicativas y competencias generales.

Otra innovación, explica la directora del INEE (Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes), es que la prueba se hará "online" (a través de una web), en vez de descargar el examen con un USB o en los ordenadores del propio alumnado. "Veremos si va bien, lo único es que habrá que tener más cuidado con el router, conexión wifi etc".