Catalunya confía en el episodio de lluvias de Semana Santa para mantener la mejora de los embalses

El cambio de tendencia se produjo dos semanas atrás, con las lluvias del 9 y 10 de marzo. Después de aquella fecha, ha habido nuevas precipitaciones, no tan cuantiosas, que, sumadas al proceso de fundición de la nieve, están permitiendo que las reservas de los pantanos de las cuencas internas de Catalunya, las más afectadas por la sequía, sigan remontando paso a paso. La situación sigue siendo crítica, pero ahora, como mínimo, el volumen de agua embalsada aumenta y no disminuye.

"Las lluvias de Semana Santa no dejarán tanta agua como el episodio del 9 de marzo"

— Sarai Sarroca, directora Meteocat

De momento, la primavera no está siendo más lluviosa de lo que es habitual, pero tampoco más seca de lo normal. La gran incógnita es saber si marzo (lo que queda de él), abril y mayo serán suficientes para dar un respiro importante a pantanos y acuíferos. Según Sarai Sarroca, directora del Servei de Meteorologia de Catalunya (Meteocat), en Semana Santa llegará un episodio de precipitaciones importante: "En concreto, será durante el lunes y el martes cuando se registre más agua, aunque no serán unas lluvias como las del 9 de marzo".

Este escenario cercano, que se confirmará en los próximos días, podría servir para que las reservas que abastecen al sistema Ter-Llobregat superen el umbral de la emergencia (los 100 hectómetros cúbicos). Cabe recordar que esto no significa que se vaya a suspender la fase de emergencia. Pero se trataría de buenas noticias. ¿Y qué pasará durante el resto de la primavera? "Las predicciones no son seguras al 100%, pero tenemos constancia de que algunos sistemas frontales atlánticos irán dejando lluvias", augura Sarroca. En estos momentos, los pantanos se sitúan al 15,42% de su capacidad en las cuencas internas.

Estabilización preveraniega

Sarroca, sin embargo, advierte de que no está claro cuánta agua dejarán estos frentes: "De momento, parece ser que no serán unas precipitaciones excesivamente abundantes". La parte buena de la noticia es que, al menos, se regarán las cuencas internas y las cabeceras de los ríos Ter y Llobregat (con lluvias en el Ripollès, el Solsonès y el Berguedà). Esto es esencial para que el agua se transforme en un incremento de los recursos disponibles en los embalses. Y luego, en mayo y junio, ¿qué nos espera? Según los cálculos del Meteocat, es pronto para determinarlo, pero todo indica que el panorama se estabilizará.

El consumo de agua se ha reducido un 9% en un año en Catalunya

Es decir, a día de hoy, no está previsto vivir un mayo y un junio tan lluviosos como los del año pasado, que sirvieron para posponer la entrada en emergencia y mantener la fase de 'excepcionalidad' durante el verano. "Debemos tener en cuenta que para salir de la crisis hídrica necesitaríamos que en toda Catalunya cayeran unos 500 litros por metro cuadrado", apunta Sarroca.

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La directora del Meteocat ha aprovechado el Día Mundial de la Meteorología para destacar el interés de la ciudadanía, no solo en las previsiones, sino en los datos técnicos: "Con la sequía, recibimos preguntas muy precisas de la gente. Reclaman información sobre el agua que cae en los bosques y la escorrentía (un proceso físico que consiste en el escurrimiento del agua de lluvia por la red de drenaje del suelo hasta alcanzar los ríos) o nos piden cómo traducir de metros cuadrados a hectómetros". Esto no solo confirma el interés creciente por la 'meteo' sino también la preocupación ante la sequía persistente.

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