Encuesta a 800 mujeres

El 27% de las universitarias escoge la carrera influida por sesgos de género

Un informe de la Fundación CYD constata la brecha de género en los estudios superiores, donde la opción más demandada por las alumnas es el ámbito de la educación

El 21% de las alumnas siente angustia ante las matemáticas, una brecha de género que comienza en primaria y persiste en la universidad

Una estudiante universitaria, en una manifestación a favor de la igualdad, en Barcelona.

Una estudiante universitaria, en una manifestación a favor de la igualdad, en Barcelona. / Enric Fontcuberta

Olga Pereda

Olga Pereda

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Los grados relacionados con la educación son los que más escogen las mujeres cuando entran en la universidad (17%), seguido de artes, humanidades y lenguas (15%). La esfera de la salud y los servicios sociales (14%) y los negocios y el derecho (11%) son los otros estudios por los que más apuestan las universitarias. ¿Es una elección libre? Casi siete de cada diez mujeres creen que, en general, hay sesgos de género en la elección de la carrera universitaria, una percepción curiosamente mayor entre las más jóvenes. El 27% afirma haberse sentido influida por los sesgos a la hora de escoger sus estudios y su profesión.

Las más jóvenes (entre 18 y 24 años) se sienten más influenciadas (33%) que el grupo de mayor edad (19%)

Así lo revela un nuevo informe de la Fundación CYD, titulado 'Mujeres y universidad: ¿Qué factores influyen en la elección de sus estudios?' y realizado con una encuesta a 800 mujeres graduadas o matriculadas en alguna facultad con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años.

El estudio confirma una realidad palmaria: el sesgo de género hace que las chicas, desde el colegio y hasta la universidad, sientan más desapego hacia los estudios tecnológicos y científicos y más proximidad hacia los relacionados con los cuidados y la educación, campos profesionales relacionados con sueldos más bajos en el mercado laboral.

El trabajo ha sondeado a 800 mujeres de entre 18 y 64 años

El estudio, explica Sònia Martínez Vivas, directora de la Fundación CYD, "aporta información para ayudar a entender la presencia de la mujer en los diferentes ámbitos universitarios, así como conocer cómo se producen los procesos de decisión y avanzar hacia una mayor equidad en la universidad española".

¿Es posible otra universidad?

¿Es posible una universidad más equitativa? El año pasado, el Ministerio de Universidades publicó un estudio sobre segregación en las aulas que constató que el 92% de los estudiantes del grado de Educación infantil son mujeres, algo parecido a lo que ocurre en Enfermería (82%) y Psicología (76%). En Informática, sin embargo, el 86% son hombres. En las ingenieras, el 74% también son varones. "Estas cifras no son propias del siglo XXI", sentenció el entonces ministro Joan Subirats. "No deberíamos aceptar que la cultura de los cuidados se asocie con las mujeres y la cultura científica, con los hombres", añadió.

El 43% considera que a las mujeres se les orienta desde pequeñas hacia ámbitos como la educación o los cuidados

En aquella ocasión, el titular de Universidades (ministerio que ahora está bajo el ala de Ciencia e Innovación con Diana Morant como máxima responsable) propuso un baile de asignaturas para que los grados más científicos tengan asignaturas de cultura y humanidades y viceversa. También lanzó la idea de incentivar las matriculaciones en función de si se quiere tener más presencia femenina o masculina bajando el precio de las tasas, un plan que se ha quedado en teoría y no se ha llevado a la práctica.

Las más jóvenes

Casi el 70% de las mujeres encuestadas por la Fundación CYD aseguran que hay sesgos de género a la hora de escoger estudios universitarios, pero solo un 27% afirma haberse sentido influenciada por ellos. Sorprendentemente, las más jóvenes (entre 18 y 24 años) se sienten más influenciadas (33%) que el grupo de mayor edad (19%).

El 43% de las encuestadas considera que a las mujeres se les orienta desde pequeñas hacia ámbitos de estudios como la educación, la salud o los servicios sociales y un 15% cree que las mujeres suelen descartar en mayor medida ámbitos más tecnológicos y técnicos. Un 11% cree que las mujeres tienden a no considerarse suficientemente preparadas, por lo que optan por disciplinas con fama de ser más fáciles.

El sesgo de género comienza en primaria. El 39% de las encuestadas cree que, en su época de estudiantes en el colegio, la escuela no promovía la diversidad de forma equitativa dado que niñas y niños recibían diferentes enfoques, basados en estereotipos de género, acerca de las profesiones que podían desarrollar. Esta es una percepción que se da, sobre todo, entre las mujeres de mayor edad, algo que demuestra que “desde el sistema educativo, a lo largo de los años, se ha avanzado en promover la equidad entre niños y niñas y reducir los estereotipos de género”, explica Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD.

Entre las principales motivaciones para la elección del ámbito de estudio, está la afinidad por la materia (43%), seguida por la vocación (22%) y las buenas salidas laborales (19%). El 25% considera que el puesto de trabajo que ocupa no se adecúa a su formación universitaria mientras que un porcentaje similar de las graduadas entre 50 y 64 años actualmente no trabaja.

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