San Valentín

Desmontando al Cupido exprés

“El enamoramiento no es sano”, avisa la terapeuta Raquel Graña quien recomienda dedicar tres meses a conocer a una persona

Un menú con flores para hacer en casa por San Valentín

13 restaurantes para enamorar en San Valentín

Escaparates en Vigo animando a comprar por San Valentín.

Escaparates en Vigo animando a comprar por San Valentín. / José Lores

Mar Mato

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El enamoramiento no es sano. En él, nunca ves la realidad de la otra persona. Es como si tuvieras un antifaz o velo en los ojos y no la ves completamente”. La sexóloga y psicóloga gallega Raquel Graña –con varios libros en el mercado y un canal YouTube de éxito– refrenda lo anterior sin titubear con la voz.

Su advertenciallega que ni pintada para San Valentín, que se celebra el miércoles. Una vez más, la sombra en forma de corazón del santo asoma en los escaparates de las tiendas físicas y digitales; también en nuestras cabezas para decidir si someternos al mandato capitalista que enlaza con la antigua Roma y regalar a nuestro amor o poliamores.

Por encima de los corazoncitos dibujados y las rebajas, planean preguntas eternas: ¿es bueno enamorarse a primera vista con un flechazo exprés de Cupido?, ¿se debe mirar para otro lado si hay cosas de la otra persona que no encajan con nosotros?, ¿cuándo coger la maleta o el patinete y marcharse antes de que sea demasiado tarde?

Graña explica que “muchas veces, hacemos lo del pavo real: desplegamos nuestros encantos para gustar a la otra persona y no mostramos nuestro verdadero yo porque queremos gustar”.

“Es más sana una relación que se establece desde la amistad, desde el conocimiento con tiempo y con calma que la amistad que empieza con una pasión superloca e intensa”, aconseja la terapeuta.

Sus consejos chocan con el ideal de amor romántico que en estos últimos años ha comenzado a morder el polvo desgastado con los tradicionales cuentos de hadas, películas Disney, series y novelas de disfraz decimonónico. Hay que admitirlo, lo de estar locas o locos de amor está empezando a ser discutido.

“El 90 y tantos por ciento de la gente se lo salta: hay que introducir la inteligencia”, aconseja la psiquiatra Marián Rojas en un vídeo en YouTube. “En los momentos antes del enamoramiento hay que introducir la cabeza. Hay que hacerse cuatro preguntas: ¿me conviene?, ¿me hace ser mejor persona?, ¿saca lo mejor de mí?, ¿es lo que siempre he sabido que era bueno para mí?”, añade la terapeuta influencer.

Si una o uno está ya metido en una pareja, responder a las preguntas no vendrá mal; y si se ansía tener una relación, las cuestiones pueden evitar disgustos futuros.

“Recomiendo –añade Rojas– que si estás soltero o buscas pareja tengas claro lo que necesitas antes de estar enamorado, cuando tu cabeza te permite pensar. Se deben poner tres criterios básicos para saber lo que te conviene y lo que no”.

“Yo recomiendo dibujar una pirámide con los criterios que tú crees que debe tener una persona. Por ejemplo, necesito una persona muy cariñosa, muy familiar, muy independiente.... No hay una pirámide universal, depende de la forma de ser de cada persona”, señala Rojas en YouTube, autora de libros como “Encuentra a tu persona vitamina” o “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”.

La psicóloga viguesa Diana Rodríguez Salgado considera que hay que poner cerebro y corazón: “Ambas son importantes pero también la intuición, la sensación, la emoción, la racionalidad, el diálogo, la autoestima, el autocuidado, la empatía, la asertividad…. “.

“En el enamoramiento no ves la realidad de la otra persona”

Raquel Graña

— Psicóloga

Lo que dejan claro las tres terapeutas es que en el amor el dejarse llevar de forma inmediata como si viajáramos en el ya extinto Concorde o en el proyecto de la NASA para el X59 –un avión supersónico que promete superar la velocidad de 1.760 kilómetros por hora– no es recomendable.

Raquel Graña –que ha publicado las obras 'Sex-on', 'Vivir siendo libre' y '9 claves para la vida. Una guía práctica para el equilibrio interior'– defiende el ir despacio e incluso pone un plazo: “Lo mejor es ir conociendo a la persona con tiempo, unos tres meses, aunque al mes y medio ya se empiezan a ver cositas. Lo que he visto en consulta es que la gente puede mantener una careta mes y medio como mucho”.

Para ella, hay que atender al cerebro y al corazón al tener un crush (enamoramiento súbito): “Tiene que ver con el cómo te sientes con esa persona. Tiene que ver con que puedas ser tú de forma esencial con ella o él. Hay que ver si hay comodidad o si te modulas conforme a lo que vaya a pensar sobre ti. Lo más importante es que no finjas o te tengas que adaptar a la otra persona porque esto último desgasta mucho”.

Yo recomiendo dibujar una pirámide con los criterios que tú crees que debe tener una persona. Por ejemplo, necesito una persona muy cariñosa, muy familiar, muy independiente.... No hay una pirámide universal, depende de la forma de ser de cada persona

Si en los ligoteos en persona hay que andarse con ojo y no perder detalle, en el mundo virtual, mucho más. “Lo importante es conocer a la persona presencialmente”, defiende Graña.

“He tenido personas en consulta que me han dicho que en la primera cita les ha parecido una persona diferente a la que se habían imaginado, que no hablaba o no había ningún tipo de conexión. Hay que ver si encaja. Por supuesto, las personas se adaptan a lo largo del tiempo. No hay personas perfectas. Gracias a la vida somos imperfectas. Todas las parejas necesitan una gestión. Es importante ir a terapia cuando dos personas se conocen porque hay problemas de comunicación en la sociedad”, apunta Graña, cuyo canal en YouTube es @intimasconexiones con casi un millón de subscriptores.

Independientemente de la edad, si lo que se está buscando es un affaire de poca duración, cuidado, porque tanto pensando en una larga o corta relación hay líneas de emergencia que no se deberían sobrepasar.

“Es importante la intuición, emoción, racionalidad, diálogo y empatía”

Diana Rodríguez

— Psicóloga

Diana Rodríguez cita la falta de respeto, humillaciones, agresividad (tanto física como verbal o incluso el dejar de hablar), los celos patológicos, el controlar la ropa o teléfono y tiempos más las actitudes posesivas que impliquen el alejar a la pareja de familia y amistades.

“Si las personas nos agreden, si nos hacen daño, hay que distanciarse. Muchas veces por miedo a perder a esa persona o al que dirán o a expresar nuestra opinión porque el otro nos intimida, nos callamos. Eso nos perjudica a la larga. Decir una frase como ‘a mí, no me hablas así’ o ‘estos son mis límites’, ayuda. El agresivo necesita ver una reacción en la otra persona. Le saca de quicio que el otro no haga nada. Hay que frenarlos a tiempo”, incluso dar un portazo y marcharse antes de que sea demasiado tarde, apunta Rojas.

Si en este San Valentín visualizan a un futuro amor, tengan en cuenta las palabras de Rojas: “La elección afectiva es uno de los temas más importantes del amor; dura muy poco tiempo, puede durar de segundos a tres años. Es lo más importante de la relación. Uno será tremendamente infeliz si se equivoca en la elección afectiva”.

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