Fin de campaña

Aumentan los patrullajes en almacenes de aceite para evitar robos ante el 'boom' del precio

La subida de precio del aceite convierte los campos de olivas en objetivo de los ladrones

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Mossos visitando campos de olivas

Mossos visitando campos de olivas / Mossos

Germán González

Germán González

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Coincidiendo con el final de la campaña de la aceituna este febrero en los campos catalanes, agentes de los Mossos d'Esquadra intensifican estas semanas el patrullaje en almacenes y cooperativas, ya que son los lugares en los que se acumula el producto recolectado y son más susceptibles de sufrir robos. El kilo de oliva se paga a un euro cuando hace unos años era 40 céntimos, por lo que se ha convertido en un fruto preciado por los ladrones que luego llevan aceitunas a molinos y almazaras privadas para prensar sin preguntar la procedencia.

Desde el inicio de la recolección de las aceitunas en octubre, agentes de los Mossos d'Esquadra han realizado controles de vigilancia y patrullaje preventivo por los campos, al tiempo que han intensificado los contactos con productores y agricultores para conocer si han sufrido asaltos. Las actuaciones se han concentrado en zonas de Ponent y Terres de l'Ebre, que tienen el 60% de la producción de aceite en Catalunya.

Últimas detenciones

Los agentes son conscientes de que las aceitunas son fáciles de robar en el campo, ya sea cuando aún están en el árbol o en los sacos en los que se depositan y que se dejan a los pies de los olivos. De hecho, los mossos detuvieron hace unos días a siete hombres, de entre 23 y 41 años, por robar 400 kilos de olivas en una finca de Mas de Barberans (Tarragona). Los agentes fueron alertados y al llegar al lugar encontraron al grupo en una furgoneta con varios sacos, linternas y cuatro máquinas de recolectar olivas. Tras recuperar las aceitunas, se devolvieron a su propietario.

Unos días antes, los mossos también denunciaron a otros dos hombres por robar olivas de dos explotaciones agrícolas de Granyena de les Garrigues y Vinaixa (Lleida). En los dos casos, los policías encontraron a los sospechosos con varios sacos de aceitunas de los que no supieron justificar su procedencia. La policía insta a los agricultores a avisar al 112 si detectan a alguien sospechoso en los campos.

A punto para prensar

Pese a que todavía quedan campos que recolectar, la mayoría de la producción está ya guardada en cooperativas y almacenes antes de ser trasladados a molinos para prensar y hacer aceite. Estos lugares también tienen riesgo de sufrir hurtos y por eso los mossos se han desplazado para explicar a sus responsables que deben reforzar los sistemas de seguridad

Además, los agentes han reforzado el patrullaje en estos lugares, aunque mantienen algunos controles en caminos rurales. En la zona del Pla d'Urgell y Garrigues, al inicio de la campaña, los mossos visitaron 29 centros de producción, 18 cooperativas y 11 molinos. En estos establecimientos se les advierte de que no deben comprar olivas a personas que no justifiquen su origen. Las aceituna se deben prensar como mucho cuatro o cinco días después de la recolección, ya que se trata de un producto perecedero.

Robo de 10.000 litros

Pero no únicamente los campos de cultivo y las cooperativas agrícolas son atractivas para los ladrones. Hace unos días, la distribuidora Olis Bargalló denunció el robo de 10.000 litros de aceite de su almacén de Castellví de Rosanes. Los cacos accedieron de noche a las instalaciones y, tras anular las alarmas de seguridad, se llevaron cajas con garrafas de cinco y de dos litros de aceite de oliva virgen extra, así como de otras variedades. 

La empresa estimó pérdidas de 70.000 euros con el robo e indicó que los ladrones podrían intentar colocar el aceite en mercados ambulantes o venta directa en bares y restaurantes.  

En octubre pasado, los mossos también intervinieron 108 litros de aceite, que estaban dentro de botellas y garrafas de agua, de un comercio de alimentación de Mollerussa después de que su propietario no pudiera justificar su procedencia. Su valor en el mercado alcanzaría los 1.000 euros.

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