Debate en aulas y hogares

Catalunya aprueba prohibir el móvil en primaria y restringir su uso en secundaria

El Consell Executiru dará hoy luz verde al nuevo marco legal

Adolescentes, móviles y escuela: radiografía de una revuelta

Varios niños consultan sus teléfonos móviles.

Varios niños consultan sus teléfonos móviles. / Shutterstock

Olga Pereda

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El Govern aprobará hoy martes, en el Consell Executiu, la normativa que prohibirá al alumnado de primaria (6 a 12 años) usar sus móviles personales en el aula. En secundaria, (12 a 16 años) su uso estará limitado. El documento -que tiene como origen las directrices aprobadas por del Consell Escolar de Catalunya (CEC) en diciembre- será trasladado a las direcciones escolares para que lo adaten y lo incorporen a su normativa interna. La orden comenzará a ser una realidad el curso que viene.

La aprobación de la normativa catalana se produce un día antes de que la consellera de Educació, Anna Simó, se reúna en Madrid con la ministra Pilar Alegría y el resto de consejeros para tratar la regulación que, a nivel ministerial, tratará de poner coto a los abusos de los móviles personales en las aulas. No se trata de una ley específica sino de una puesta en común y una manera de organizar consensos, recuerdan fuentes de Educación.

Ambas regulaciones, de hecho, van de la mano: prohibición de llevar el móvil a clase en primaria mientras que en secundaria se tendrá apagado y solo se sacará para alguna tarea académica. Y no solo Catalunya. Todas las automomías que están regulando lo están haciendo en la misma dirección. Euskadi, que hasta ahora había sido reacia a tener una normativa, anunció hace días que los colegios e institutos deberán incluir pautas de uso de los 'smartphones' antes de que termine el año.

La ordenanza española, basada en un documento del Consejo Escolar del Estado, incluye como espacios libres de móviles tanto el patio como el comedor. Es decir, incluye todo el horario lectivo. En todo caso, muchos expertos consideran que el verdadero abuso de las pantallas no se produce en el ámbito educativo sino en el familiar.

34 debates previos

La normativa catalana tiene su origen en el documento aprobado en diciembre por el Consell Escolar de Catalunya y remitido al Govern. Se trata de un informe de 35 páginas para el que se han celebrado 34 debates: 20 en centros educativos, 10 en Consells Territorials y cuatro de distintos ámbitos del CEC (de sindicatos de docentes a asociaciones de familias).

En noviembre, el propio 'president' Aragonès ya anunció en sede parlamentaria que todos los centros educativos tendrían esta normativa vigente el curso que viene. De hecho, un 53% de los colegios e institutos ya tienen en marcha desde este curso -o incluso antes- una normativa propia. No han esperado a las consignas oficiales dado que el abuso de los teléfonos personales por parte del alumnado hacía tiempo que se había vuelto insostenible: desde estudiantes mirando a escondidas partidos de fútbol hasta otros realizando directos de TikTok.

Las familias

Según un estudio de Unicef y la Universidad de Santiago de Compostela, la edad media del primer móvil son los 11 años. Concretamente, 10,9 años. Poco después del inicio del curso, el movimiento ciudadano Adolescencia sin móvil prendió su mecha por toda España y las familias comenzaron a organizarse para retrasar en la medida de lo posible la entrega del primer 'smartphone' a niños y niñas. La edad límite era, hace tiempo, la entrada en el instituto (12 años). Sin embargo, cada vez es más frecuente ver a alumnos de primaria -incluso de 8 o 9 años- con un teléfono propio.  

Sobre la regulación del uso del móvil en los centros educativos, la profesora de Psicología en la Universitat Abat Oliba y portavoz de Adolescència lliure de mòbils, Marina Fernández, explicó días atrás a este diario que a pesar de ser una norma estricta en primaria tiene un punto caliente en secundaria. "No podemos dejar esta regulación en manos de cada centro educativo ya que eso genera muchas diferencias y agranda brechas ya existentes", aseguraba. Dado que el 63,7% de las familias que compran el móvil lo hacen para poder llamar a sus hijos y que les llamen, desde Adolescència lliure de mòbils trabajan en hacer pedagogía sobre la existencia de los móviles 'tontos', los que solo sirven para llamar.