Investigación

La exdirectora del geriátrico de Tremp culpa a las monjas del centro del brote que mató a 64 ancianos

"Las mascarillas se cambiaban cada 15 días": las 10 negligencias que han hallado los Mossos en el geriátrico de Tremp

El 40% de los ancianos de la residencia de Tremp han fallecido

Traslado de un residente de la residencia geriátrica de Tremp a un hospital, en diciembre del 2020.

Traslado de un residente de la residencia geriátrica de Tremp a un hospital, en diciembre del 2020. / JORDI V. POU

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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La exdirectora de la residencia Fiella de Tremp, Remei Navarro, imputada por homicidio imprudente y un delito contra los trabajadores por un brote descontrolado de covid registrado en diciembre de 2020, ha declarado este lunes en los juzgados. Según el abogado de las familias afectadas, Navarro ha negado cualquier responsabilidad en el episodio que acabó con la vida de 64 ancianos, más de la mitad de los residentes. "Ha dicho que todo estaba en orden, que se seguían los protocolos, que los Mossos mintieron en su investigación y que, si hay alguien culpable, son las monjas de la institución, que eran las responsables del centro en materia sanitaria", ha explicado el letrado Xavier Prats. Este lunes también ha acudido a los juzgados la monja Maria Rosa Nabaroa, exresponsable higiénico-sanitaria del geriátrico, que se ha acogido a su derecho a no declarar.

Imputada por homicidio imprudente, asegura que las religiosas eran las responsables de la gestión sanitaria

Obligar a reutilizar una mascarilla quirúrgica durante dos semanas y a acudir a trabajar con fiebre, saltándose todos los protocolos y medidas sanitarias. Tardar más de tres días en aislar a pacientes infectados, y una responsable higiénico-sanitaria fantasma que nunca ejerció como tal. O mentir ante Salut y asegurar que tenían personal suplente para cubrir bajas. Se trata de algunas de las graves negligencias que, según la investigación de los Mossos a la que tuvo acceso EL PERIÓDICOgestaron un macrocontagio de coronavirus en la residencia de Tremp, gestionada por la fundación eclesial Fiella.

64 fallecidos

En este centro murieron 64 ancianos, casi la mitad de los que vivían allí, y resultó infectado un tercio de la plantilla durante la segunda ola de la pandemia (noviembre y diciembre de 2020). El caso llegó a los juzgados por dos vías: por un lado, una jueza investiga a las acusadas por homicidio imprudente y trato degradante a los pacientes a instancias de la Fiscalía. Sin embargo, hay otra investigación en marcha por un delito contra los trabajadores. Tal como han denunciado los empleados, los cuidadores no fueron suficientemente protegidos para evitar contagios.

Es en el marco de esta segunda investigación que las dos exresponsables han sido citadas este lunes para declarar ante la jueza instructora. Navarro es la única de las dos imputadas que ha respondido a las preguntas de la jueza y de su abogado. "Ha dicho que todo era perfecto, que se cumplían todos los protocolos... que todo se hacía bien", ha explicado Prats a la salida de la declaración. El abogado de las familias, que no ha podido hacer preguntas a la exdirectora del centro porque se ha negado a responder, ha explicado que ha llegado a afirmar que los mossos han mentido en el atestado. "Ha declarado que es incierto que los trabajadores del centro no estuvieran suficientemente protegidos y que es falso, como recoge el informe policial, que no se cumplieran los protocolos anticovid ni se anotaran los registros de los pacientes", ha seguido Prats.

Guerra abierta con la Iglesia

De hecho, la exdirectora, que es graduada en Trabajo Social, ha afirmado que si alguna cosa no funcionó correctamente fue responsabilidad de las monjas y religiosas que trabajaban en el centro. "Es la estrategia que llevan las defensas, la parte religiosa y civil se culpan mutuamente", sostiene Prats. El geriátrico de Tremp pertenecía a la fundación eclesial Fiella, integrada en el obispado de Urgell.

De hecho, la otra imputada en esta causa, la monja Maria Rosa Nabaroa, se ha acogido a su derecho de no declarar. No ha respondido tan siquiera a las preguntas de la jueza. Esta monja, de 85 años, en 2020 era la responsable higienico-sanitaria de la residencia. Sus abogados tratan ahora de que los médicos forenses invaliden su testimonio, dada su avanzada edad. "Están usando los plazos a su favor", considera Prats, que recuerda que ya hace dos años que se iniciaron estas causas.

Este martes está previsto que declaren en los juzgados tres miembros del patronato de la Fundación Fiella: Joan Ubach, exalcalde postconvergente de Tremp, Josep Mauri y Jordi Serra. Durante el brote descontrolado de covid, el presidente del patronato de la Fundación Fiella era el párroco de Tremp, que meses después falleció.