Osona y el Vallès urgen a hallar soluciones a los episodios de contaminación recurrentes

El último aviso preventivo por altos niveles de contaminación atmosférica, desactivado en las últimas horas, ha vuelto a poner sobre la mesa un problema que de momento sigue sin resolverse. Hay ciertas zonas de Catalunya donde habitualmente se suelen concentrar las partículas PM10 y el ozono. En estos lugares, durante algunos días, la calidad del aire empeora de forma drástica hasta tal punto de que no es recomendable salir a practicar deporte. En este último episodio, que ha durado varios días, se ha visto afectada la conurbación de Barcelona (especialmente los dos Vallès, sobre todo Mollet), Osona (con gran incidencia en Manlleu) y las comarcas de Lleida.

En los últimos días la calidad del aire de estas comarcas ha superado los umbrales de peligrosidad para la salud

¿Pero por qué unos territorios sufren más que otros? Hay varias razones que lo explican. En primer lugar, están la orografía y la meteorología, que facilitan la acumulación de partículas procedentes de Barcelona y su área metropolitana en otros puntos geográficos. El viento sopla y los elementos perjudiciales se concentran en los puntos geográficos más hundidos. En días de anticiclón, como ocurrió durante la última semana, es difícil que la inmisión (la presencia de la contaminación en un lugar y en un momento concretos) se disperse por la inversión térmica. Esto sucede en la plana de Vic, de Urgell o del Vallès.

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Desde Ecologistas en Acción, consideran que este escenario refleja una ordenación territorial poco equilibrada: "Los contaminantes se generan en Barcelona y la conurbación, y luego, acaban permaneciendo en otras áreas de Catalunya. Se trata de una mala distribución industrial y estamos en contra de este modelo territorial. La Generalitat debería actuar para revertirlo y evitar que el área metropolitana siga mirando de espaldas al resto de Catalunya". Recuerdan que en Italia, durante la época de la industrialización, ocurrió algo similar: el norte (con el Piamonte al frente) se desarrollaba y el viento enviaba la contaminación al sur. También denuncia la gravedad de este último episodio la entidad Mollet i Baix Vallès Respira.

Contaminantes industriales, calderas, quemas agrícolas, las granjas de cerdos y la sequía forman un cóctel fatal

Ecologistes en Acció

Otro factor es la quema de biomasa procedente de las calderas de leña. Xavier Querol, investigador del CSIC que lleva años denunciando este problema, considera que este tipo de calderas, muy habituales en ciertas zonas rurales, junto con las quemas agrícolas, son una causa importante que explica estos episodios. Además, en Osona, las granjas de cerdos y la utilización de purines favorecen la concentración de amoníaco, que mezclado con otros gases como el óxido de carbono, se convierte en un cóctel fatal para la existencia de partículas.

Según el Departament d'Acció Climàtica, la sequía tampoco ayuda a reducir contaminantes, puesto que en las canteras donde se extraen áridos para la construcción no se permite regar y remojar el suelo para que las partículas no viajen tan fácilmente.

Ozono veraniego

A estas causas, cuando llegue el calor, se sumará el ozono, un contaminante que afecta zonas rurales de la Catalunya Central. El Govern está obligado, tras una sentencia judicial, a presentar un plan más ambicioso para combatir la presencia de esta sustancia en el aire. En Manlleu, por ejemplo, uno de los municipios más damnificados, el alcalde ha reclamado recibir una compensación económica por los altos niveles de contaminación. Lo equipara con las indemnizaciones que reciben municipios que acogen centrales nucleares o vertederos.

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En los próximos días, la meteorología ayudará a dispersar el exceso de partículas de este episodio oficialmente ya cerrado. Sin embargo, en la conselleria son conscientes de que el problema se repetirá y de que los indicadores volverán a ser de los peores de Europa cuando la suma de factores desencadene un nuevo periodo de contaminación persistente. Una situación que, según entidades ecologistas consultadas y ayuntamientos afectados, obliga a encontrar soluciones urgentes porque los altos niveles de partículas suponen una dificultad para el sistema respiratorio.

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