Nueve ciudades metropolitanas presentan una ZBE propia y más flexible que la de Barcelona

A partir de 2025, los barrios del centro de los nueve municipios que conforman la asociación de municipios del Arc Metropolità (Sabadell, Terrassa, Mataró, Granollers, Rubí, Mollet, Vilanova i la Geltrú, Martorell y Vilafranca del Penedès) quedará restringida para aquellos vehículos más contaminantes. Es decir, los que no dispongan de la pegatina con el distintivo ambiental de la DGT: etiqueta 0 emisiones (azul), etiqueta Eco, etiqueta C (verde), etiqueta B (amarilla).

Las grandes urbes de la segunda corona metropolitana han presentado este martes los criterios comunes para la implementación de la zona de bajas emisiones (ZBE), una demarcación que funcionará los días laborables desde las 7.00 h hasta las 20.00 h, aunque con numerosas excepciones y moratorias. 

Lo han anunciado los alcaldes de los municipios del Arc Metropolità -con las únicas ausencias de los de Mataró y Terrassa, David Bote y Jordi Ballart, representados por sus primeros tenientes de alcaldía-, quienes han presentado en una rueda de prensa conjunta desarrollada este martes 24 de octubre por la mañana en el Teatre Principal de Sabadell, bajo el lema “un paso adelante sostenible y con mirada social”.

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La propuesta de las citadas urbes sigue el modelo de la ZBE de Barcelona -ya en marcha en determinadas zonas desde el año 2020- con respecto a los horarios. A su vez, es más flexible con relación a las excepciones establecidas desde el Arc. "No se trata de hacer una competencia con Barcelona, pero ellos lo han implementado antes. De esta forma, hemos podido detectar ciertas medidas que podíamos implementar nosotros con el fin de ayudar a las personas que más lo necesiten", ha manifestado la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés, presidenta del Arc Metropolità.

Farrés ha anunciado que la propuesta de la ZBE del Arc podrá prosperar si la Generalitat no implementa un decreto que está estudiando, anunciado en una reunión que mantuvieron este lunes 23 de octubre con los municipios, el cual tiene intención de unificar todas las ZBE en el ámbito catalán.

Excepciones y moratorias

Los fines de semana y las horas de sueño no son la única excepción en la que todos los vehículos tendrán acceso a toda la ciudad. Más allá de los criterios ambientales, Farrés ha asegurado que desde el Arc han querido evitar que su implementación “favorezca la desigualdad social y no dejar a nadie atrás”, por lo que se han establecido diferentes excepciones y moratorias.

Así, podrán circular con vehículos calificados como contaminantes por el centro de las ciudades, aquellas personas con bajo nivel de renta -algo que diferencia a la ZBE de Barcelona (es decir, que cobren menos de dos veces el IPREM)-; los vehículos de autónomos que les falte 5 años para jubilarse y el vehículo sea “imprescindible” para su actividad; los vecinos empadronados a la zona limitada en el momento de entrada en vigor de la normativa, mientras mantengan la residencia, así como los vehículos de transporte de personas con movilidad reducida o con tratamiento médico, es decir, servicios sanitarios. También, podrán entrar en zona restringida aquellos coches que sean históricos, de matrícula extranjera o singulares. Estas excepciones se controlarán a través de unas cámaras de videovigilancia que se instalarán en veinte puntos de la ciudad, aunque aún no se ha detallado el presupuesto.

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Normativa y calendario

Con el fin de hacerlo posible, los municipios han previsto que la aprobación de las ordenanzas municipales de regulación de las Zonas se lleve a cabo entre el segundo semestre de 2023 y el segundo semestre de 2024. La normativa estatal dicta que desde el pasado 1 de enero, las 150 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes están obligadas a tener una ZBE antes de 2024; sin embargo, desde el Arc Metropolità han asegurado que las sanciones (aún no definidas) empezarán a implementarse a finales de 2025 o principios de 2026. 

La zona de bajas emisiones (ZBE) está en marcha en la capital catalana y en algunos municipios de su área metropolitana (AMB), como es el caso de Sant Cugat, hasta el momento la única urbe vallesana con esta medida en vigor. A modo de ejemplo, ni en Badia ni en Cerdanyola, municipios vallesanos que también forman parte de la AMB, no está implementada la zona. De hecho, de las 23 ciudades de más de 50.000 habitantes que hay en Catalunya, cinco ya disponen de ella sobre el papel, aunque realmente son tres, que se hallan en estricto funcionamiento: Barcelona, l’Hospitalet y Sant Cugat.

Fomentar el transporte público

“Sabemos que esta nueva medida no será un éxito si no fomentamos el transporte público”. Con estas palabras, Farrés ha manifestado la “urgente necesidad” de dotar de herramientas el transporte público: “Seguiremos trabajando en la reclamación de la mejora del transporte público y las frecuencias como elemento indispensable para una movilidad sostenible para mejorar nuevas inversiones en el mundo local”.