Más fibra y menos azúcares

Verdura 'humana' para suplir la fruta silvestre: así ha evolucionado la alimentación en el Zoo de Barcelona

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Javier Pena Giner

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En el Zoo de Barcelona habitan más de 200 especies diferentes, entre mamíferos, aves, réptiles, anfibios e invertebrados. Para garantizar su bienestar, el personal especializado del zoológico determina y estudia con mucho cuidado la alimentación de los animales para que se adapte a sus necesidades. Figuras como la del cuidador o la del conservador son esenciales para poder proporcionar este tipo de dietas que se van actualizando constantemente a través del estudio y la experiencia compartida entre los diferentes especialistas.

Mediante un continuo trabajo en red y una exhaustiva investigación, el Zoo ha conseguido que las dietas de las diferentes especies que conviven se amolden a la perfección a lo que sería su alimentación en el entorno natural. La creciente presencia de la verdura o la introducción de nuevas cajas de alimentación han sido factores clave para conseguirlo.

Dietas adaptadas

La alimentación de cada especie va adaptada según sus necesidades y características. A través de los conservadores, el Zoo estudia los individuos que alberga, adecúa la comida y encaja toda la información necesaria para conformar una dieta muy personalizada. Para cumplir este objetivo, es crucial la figura del cuidador, quien no sólo se encarga de la preparación de la comida sino que también proporciona un análisis detallado de los comportamientos de los animales así como de su condición física, alimentación y limpieza. Son los ojos de los conservadores.

La dieta de los animales del Zoo de Barcelona está conformada principalmente por alimentos cómo la verdura, la carne, el pescado o la fruta, pero también incluye frutos secos, miel, yogurt, agua mineral o galletas, entre otros. Muchos de estos manjares se utilizan como recompensa en entrenamientos veterinarios y revisiones.

Más fibra, menos azúcares

En los últimos años, el equipo de conservación Ex situ del Zoo de Barcelona ha constatado que en la dieta salvaje de algunos animales alojados en el Zoo hay más fibra y menos azúcares y almidones. Es por esto que se ha incrementado gradualmente la aportación de verduras en detrimento de frutas y tubérculos en la dieta de algunas especies para asemejarla lo máximo posible a lo que sería su alimentación en el medio natural. Jordi Hernández, jefe de la Unidad de Conservación del Zoo, ha asegurado que se ha multiplicado la compra de verdura "para poder adecuar mejor las necesidades de la dieta de cada especie a la realidad".

"Todos los ingredientes que tenemos tienen un historial doméstico detrás. La fruta que puede comer un primate en la selva es muy diferente a nuestras frutas. Por ello nos fijamos en los ingredientes o en lo que los constituye para analizarlo y diseñar una dieta que se adapte de una manera más cercana a la que tendrían en su hábitat natural", afirma Hernández. "En este caso, lo que más se parece de la alimentación humana a esas frutas salvajes son las verduras", asegura.

Actualmente, los animales del Zoo consumen un total de 66.000 kg de fruta y 150.000 kg de verdura al año. Toda la alimentación se adquiere en Mercabarna y supone unos 800.000 euros anuales.

Nuevas cajas de alimentación

Una de las grandes novedades del Zoo ha sido la instauración de una caja de alimentación en la zona de los primates. Con este nuevo elemento, se presenta el alimento con una mayor complejidad con el objetivo de potenciar las conductas naturales del animal. La caja, instalada desde hace tan sólo un mes, lleva un candado para evitar que el animal abra la puerta con facilidad y se lo lleve todo de golpe, de manera que el alimento dura más y se consume de una forma más espontánea.

Iñaki Ezquerro, conservador de primates del Zoo, fue quien descubrió esta idea tras realizar un viaje al Zoo de Londres. "Vi que las tenían y me llamó mucho la atención. Al trabajar en red compartimos cualquier conocimiento o avance con otras instituciones zoológicas y vamos aprendiendo unos de otros. Es genial ir trasladando estos descubrimientos", ha asegurado.

Por el momento, sólo se ha instalado una caja para gorilas, orangutanes y chimpancés con el objetivo de mejorarla y adaptarla al entorno. "La previsión es que hayan tres o cuatro por recinto para todos los primates", confirma Ezquerro, quien sostiene la idea de asemejar la vida de las especies lo máximo posible a lo que sería en su hábitat. "Nosotros cargamos la caja y se lo ponemos un poco difícil metiéndoles viruta de madera o ramas, de tal manera que se tienen que buscar la vida cómo lo harían en el medio natural", concluye.