Casi tres meses de lista de espera para una visita a un psicólogo infantil-juvenil en Catalunya

Los niños y adolescentes catalanes han de esperar una media de 80 días para ser visitados, en primera visita ordinaria, por un psicólogo de los centros de salud mental infantil y juvenial (CSMIJ). Son datos que ha avanzado este viernes Catalunya Ràdio. A diferencia de otras especialidades médicas, en las que Salut sí hace públicas las cifras de listas de espera, en el caso de las listas de espera de psicólogos y psiquiatras de la sanidad pública, la 'conselleria' no hace públicos los datos, por lo que para acceder a esta información hay que hacer una solicitud de información en virtud de la ley de transparencia.

La lista de espera para visitas preferentes es de 21 días. Las visitas de urgencias no están incluidas en este ránking. En el caso de la lista de espera para un psiquiatra, niños y adolescentes han de esperar una media de 58 días en caso de visita ordinaria. Si la visita es preferente, la espera es de 14 días. Actualmente Catalunya dispone de 50 centros CSMIJ en todo el territorio.

El Govern prevé destinar 20 millones de euros para implementar las medidas del Pacto Nacional de Salud Mental

La Federació Salud Mental de Catalunya ha expresado a EL PERIÓDICO su "preocupación" por la "accesibilidad" a los recursos y ha advertido de que la espera y la "baja frecuencia" de las visitas médicas generan "angustia" a las familias, además de repercutir negativamente en el tratamiento de los menores.

Estas cifras se han hecho públicas justo el día en que el president, Pere Aragonès, presidía la tercera reunión de la Mesa del Pacto Nacional de Salud Mental, que este viernes ha aprobado su informe de propuestas para el periodo 2024-2030. En este marco, Aragonès ha garantizado la "ambición máxima" del Govern para aplicar medidas económicas y concretas que ayuden a mejorar la salud mental de la ciudadanía. Ha insistido en que el pacto por la salud mental se aprobará en 2024 , y ha reiterado su compromiso en lograr una "atención digna" a las personas afectadas. El Govern destinará un total de 20 millones de euros al pacto nacional, para que pueda alcanzar sus objetivos, según ha avanzado la consellera de Presidència, Laura Vilagrà.

Niños y adolescentes deben esperar una media de 58 días para una primera visita con un psiquiatra

Una de las iniciativas que el Govern priorizará durante el 2024 es la creación de un 'Chat Joves'; una herramienta de mensajería instantánea que atenderá consultas de forma inmediata las 24 horas del día a los 365 días del año, con personal especializado que facilite la detección precoz, la derivación y la prevención de problemas vinculados con la salud mental, especialmente aquellos relacionados con la depresión, la ideación suicida o los trastornos de conducta alimenticia.

Casi cuatro meses de espera para una visita al dermatólogo en Catalunya

En cuanto a la población adulta, el tiempo medio de espera para un psicólogo de los centros de salud mental de adultos (CSMA) en visita ordinaria es de 46,9 días, y si es preferente, es de 33,8 días. Para ir al psiquiatra, la espera es de 50 días en visitas ordinarias y de 24 en casos considerados preferentes.

Los datos relativos a los CSMA no son completos ya que solo recogen, detalla Catalunya Ràdio, información de 64 centros, cifra que supone el 91% del total. La Generalitat se ha comprometido a ofrecer el resto de información en los próximos meses.

La salud mental de los adolescentes desborda el sistema sanitario y educativo

Poca accesibilidad

La Federació Salut Mental de Catalunya ya tenía la sensación, desde hacía tiempo, de que la "accesibilidad" para los recursos de salud mental había empeorado. "Nuestras asociaciones nos trasladan que el tiempo de espera a los CSMIJ se está dilatando más que anteriormente, si bien ya antes había problemas de accesibilidad", explica Marta Poll, presidenta de la dederación, a este diario.

La entidad expresa su "preocupación" por esta realidad porque este tiempo de espera genera "angustia" a las familias que tienen hijos con conductas "muy disruptivas". "Mientras tanto las familias no saben cómo gestionar este sufrimiento", dice Poll.

Además, pone también énfasis en que, a menudo, la "frecuencia" de las visitas es escasa. "Pedimos poder acceder a un proceso terapéutico de calidad y en condiciones. Si no, las familias -aquellas que se lo pueden pagar- se van al ámbito privado", añade. Cree que esta situación se debe, en parte, a la falta de profesionales en el sistema.