Única española con voto en el sínodo

Cristina Inogés, teóloga: "Quiera o no, la Iglesia debe revisar su ejercicio del poder"

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María Cristina Inogés Sanz

María Cristina Inogés Sanz / El Periódico

Irene Savio

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María Cristina Inogés Sanz, teóloga aragonesa, será la única española con derecho a voto en el gran sínodo convocado por Francisco en Roma, en el que, además, por primera vez, el 25% de los participantes no serán obispos. Laica y autora de obras como 'No quiero ser sacerdote. Mujeres al borde la Iglesia', Inogés cree que la Iglesia ha llegado a un momento de su historia en el que el cambio ya no es una opción. "No podemos seguir viviendo con la teología y con el impacto de la Iglesia del siglo XVI. Estamos en el siglo XXI: ha cambiado el mundo, la sociedad, la mentalidad, todo", subraya, en esta entrevista con EL PERIÓDICO. 

¿Qué temas va a priorizar durante la reunión?

El tema prioritario en este momento es el de la comunión. 

¿Está hablando de los divorciados que vuelven a casarse?

Los divorciados que se vuelven a casar, el colectivo LGTBI, el diaconado y el sacerdocio femenino o el celibato opcional son temas que entran a formar parte de la comunión. ¿Por qué? Porque si queremos realmente una Iglesia en plena comunión, lo que no podemos estar haciendo es una comunión donde yo sí y tú no. Yo creo que ese es el tema más esencial que tenemos en este momento que afrontar porque somos una Iglesia tan polarizada como la sociedad y tenemos que alcanzar esa comunión y luego trabajar en el escenario diseñado por la Agenda 2030. 

"La base de la Iglesia va mucho más adelantada que la jerarquía"

¿La Iglesia está lista para incluir a todos estos colectivos?

Es una evidencia que en la fase diocesana del sínodo [en la que fieles y sacerdotes locales señalaron los asuntos prioritarios a debatir], en la que participó la base laical, se ha optado por sacar a relucir estos temas y la importancia de una Iglesia en la que realmente quepamos todos. Por tanto, en este sentido, esa amplia base del pueblo de Dios va mucho más adelantada que una parte sensible de la jerarquía.

O sea: son las bases las que están pidiendo cambios.

Y por una sencilla razón: esa amplia base es la que pisa suelo todos los días, la que se enfrenta a la realidad. […] Una realidad que a una parte de la jerarquía se le escapa.

Pero la jerarquía se resiste…

Porque sociológicamente no se les prepara, desde que estudian en los seminarios, para estar en contacto con la realidad. Muchas veces, en la mentalidad de la jerarquía, el modelo familiar parece perfecto.

"Espero que haya tensión en el sínodo porque eso supondrá que nos hemos puesto a hablar"

¿Se esperan tensiones durante el sínodo?

Espero y deseo tensión en el sínodo porque eso supondrá que nos hemos puesto a hablar. Que se produzca tensión no significa que haya polarización ni, mucho menos, ruptura.

“Dudo mucho que las mujeres puedan ser sacerdotes a corto plazo”

¿Qué temas generarán más polémica?

Hay que darse cuenta de que, de alguna manera, estamos hablando de una Iglesia que tiene que revisar, quiera o no, su concepto de ejercicio de poder […], que es lo que ha provocado abusos de poder, el centro neurálgico de todos los demás abusos. Pero, claro, eso conlleva en muchos casos perder privilegios y a nadie le gusta perder privilegios, dar explicaciones, rendir cuentas. Eso causará tensiones, evidentemente. 

¿Es una revolución que 54 mujeres puedan por primera vez votar en este sínodo?

Revolución… pasar de 0 a 54 no es mucho, pero es un logro. En el anterior sínodo, no había ni una mujer. Y cuando empezó este sínodo solo había una: la subsecretaria Natalia Becquart, que pudo estar en razón de su cargo. Quiero decir, cierta velocidad la estamos cogiendo. En todo caso, yo no lo vivo tanto como una revolución, sino como una normalización.

 "En igualdad vamos cogiendo cierta velocidad, pero no lo vivo tanto como una revolución, sino como una normalización"

¿La Iglesia dejará de ser un patriarcado?

Sí, pero no de repente, aquí no cantemos victoria, que esto no va tan rápido. Como decía, el punto de arranque tiene que ser la modificación de la formación en los seminarios. Si no focalizamos mucha fuerza en esto, no conseguiremos cambiar nada o hacerlo será muy difícil.

¿Cree que las mujeres podrán finalmente acceder al sacerdocio?

En el futuro sí, pero en el futuro inmediato, lo dudo mucho. Además, en este momento creo que sería desperdiciar muchas fuerzas, cuando es más importante reconocer de una vez el diaconado femenino, puesto que hay muchísimas mujeres que ya están ejerciendo de diáconos ‘sin papeles’. Hay que conseguir que sea reconocido el diaconado femenino.  

 "La Iglesia dejará de ser un patriarcado, pero no cantemos victoria, que esto no va tan rápido" 

¿Y es posible?

Habrá que ver. Una corriente está hablando con bastante claridad. […] Hay que recordar que, en 2020, el 80% de los miembros de la Iglesia éramos mujeres. Por eso cuando Francisco dice que la Iglesia es mujer, no va desencaminado: sabe lo que está diciendo. 

"Ya no podemos seguir como estamos. Las estructuras eclesiales han dado de sí todo lo que podían dar"

¿Este sínodo habría sido posible sin Francisco?

Si no hubiera sido este sínodo, habría sido con otro, con otra fórmula. Es que ya no podemos seguir como estamos. Las estructuras eclesiales han dado de sí todo lo que podían dar. Tarde o temprano esto tenía que llegar.

Si no cambia nada, ¿qué pasará?

Creo que es muy difícil que no cambie nada. Entre otras cosas porque esa amplia base ha descubierto que sabe pensar, expresar sus pensamientos y que [su pensamiento] es válido. Por eso también solo el hecho de [que se celebre] este sínodo supone un cambio: nunca antes se había contado con la voz de todo el pueblo de Dios.