Decisión inédita

El Papa permitirá que mujeres y laicos voten por primera vez en el Sínodo de los obispos

El choque frontal que se avecina dentro de la Iglesia de Francisco

El papa Francisco: 10 años domando las intrigas vaticanas

Papa Francisco

Papa Francisco / REUTERS/Guglielmo Mangiapane

Irene Savio

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El papa Francisco ha decidido dar el derecho al voto a las mujeres y a los laicos que serán elegidos para participar en el gran sínodo (reunión de obispos) de octubre próximo, una facultad que hasta ahora solo podían ejercer los prelados. “No es una revolución, pero es un cambio importante”, ha argumentado este miércoles el cardenal luxemburgués Jean Claude Hollerich, relator general del encuentro.

La decisión es un gesto hacia las corrientes feministas y hacia el sector progresista de la Iglesia

La decisión papal supone un claro gesto hacia el sector progresista e implica importantes cambios en el tablero de la crucial reunión. De hecho, de los 370 miembros participantes, entre el 21% y el 25% serán "no obispos" y de estos, la mitad (alrededor de 40), serán mujeres, según han adelantado.

De esta manera Francisco atiende también las solicitudes de las corrientes feministas del catolicismo, que desde hace décadas reclaman estos cambios y que últimamente han alzado nuevamente la voz. La razón es que, hasta la fecha, sólo pocos laicos y mujeres podían participar en los sínodos y lo hacían en calidad de auditores o expertos, es decir, no tenían derecho a voto.

De hecho, si bien Francisco ya eligió en 2021 por primera vez a una mujer como subsecretaria del sínodo de obispos, ésta no tuvo derecho a votar en calidad de mujer. La religiosa francesa Nathalie Becquart pudo ejercer este derecho, en ese entonces, en su condición de subsecretaria. 

Diálogo

"Como ven, el espacio se amplía, con esta decisión del Santo Padre la asamblea del sínodo de obispos, que seguirá siendo ‘sínodo de obispos’, también se abre a la participación de miembros que no son obispos. Ellos también serán miembros de la asamblea sinodal y su participación asegura el diálogo entre la profecía del pueblo de Dios y el discernimiento de los pastores", ha dicho, en esta línea el cardenal maltés Mario Grech, secretario general del sínodo. "Es la circularidad en acto en todo el proceso y su presencia es garantía de memoria, son testimonios de la memoria del proceso iniciado hace dos años", ha añadido.

Con ello, una incógnita es cómo se elegirán en concreto a los miembros laicos y a las mujeres que participarán en la reunión. De momento, según han informado, el proceso de selección no implicará solo evaluar la "cultura general y prudencia" de los candidatos. También se examinarán "sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, así como su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal", de acuerdo con la Asamblea General Ordinaria del Sínodo.

No obstante, también es posible que existan miembros participantes a la reunión de nombramiento pontificio, es decir, que elegirá directamente el Papa.

Quitar hierro

Todos ellos, junto con los obispos, tendrán que hacer un síntesis de la encuesta sin precedentes realizada en los últimos años entre los fieles de todo el mundo sobre su visión de la Iglesia, con el fin último de poner al día esta milenaria institución. Algo, esto, que algunos consideran el intento más ambicioso de modernizar la Iglesia católica desde el Concilio Vaticano II, la gran reunión que se realizó entre 1962 y 1965 con la que la Iglesia intentó hacer frente a los desafíos del mundo de ese entonces. 

Aún así, probablemente para quitar hierro a las recientes riñas entre las corrientes conservadoras y progresistas de la Iglesia, los organizadores del sínodo también han insistido en que el proceso se llevará a cabo de una manera consensuada. "Las revoluciones dividen, exigen víctimas. En cambio, nosotros no queremos víctimas, queremos avanzar juntos", ha matizado, en esta línea, Hollerich.