Se disparan las muertes en soledad en verano: "Agosto ha sido de récord"

Un hombre jubilado muere en el baño de su casa, en una ciudad del Vallès Occidental. Estaba separado, vivía solo y apenas tenía contacto con sus hijos. El cuerpo estuvo una semana descomponiéndose, hasta que los vecinos alertaron del mal olor en la vivienda y localizaron a uno de sus familiares. "Tuvimos que serrar los marcos de las puertas, arrancar el parquet y retirar el inodoro: los líquidos del proceso de descomposición del cuerpo se habían filtrado por debajo del suelo y la madera estaba hinchada. El hedor era muy importante y había moscas por todos lados", recuerda Antoni Valls, responsable de una empresa especializada en limpiezas traumáticas en Catalunya. Este es solo uno de los casos que han tenido que atender este verano.

El calor y el creciente aislamiento de los ancianos son las causas de este aumento, según las empresas especializadas en limpiezas traumáticas

Empresas especializadas como la de Valls coinciden en señalar que este agosto ha sido de récord en muertes en soledad en domicilios, algo que achacan al calor y al aislamiento creciente de los más mayores. Lo saben porque el trabajo que han tenido ha aumentado espectacularmente en relación a otros periodos.

La limpieza de pisos donde ha muerto persona cuyo fallecimiento se ha detectado al cabo de muchos días es uno de los servicios que ofrecen las empresas especializadas en limpiezas traumáticas. "De octubre a febrero solemos tener dos o tres muertes al mes", explica Valls. A medida que empiezan a subir las temperaturas, los casos empiezan a crecer por el efecto del calor. Lo habitual, sigue Valls, es hacer unas 15 limpiezas de junio a septiembre. "Pero lo de este agosto ha sido de récord", comenta. Ha recibido encargos de familiares y vecinos a diario. Solo en agosto ha realizado 30 limpiezas.

Sin datos oficiales

En el sector, Valls no es el único que ha notado este crecimiento. "Este verano ha sido el más fuerte que yo recuerde", cprrobora David Oliva, responsable del Grupo de limpiezas especiales LIM. Este verano su empresa ya ha hecho más de 80 de limpiezas en domicilios privados, 60 de ellas solo en el mes de agosto. "El año pasado no llegamos a las 50", explica Oliva, que señala que el 80% de los casos que ha tenido que atender este verano eran ancianos que vivían solos y que apenas mantenían contacto con la sociedad.

"Hay muchísima gente mayor que vive sola y aislada y muere sin que nadie se entere"

"Los vecinos se enteran de que hay un muerto porque el olor de la vivienda es insoportable", cuenta. Los datos de estas empresas son los únicos que, a día de hoy, permiten cuantificar esta problemática. Ni los Mossos d'Esquadra, ni el Sistema d'Emergències Mèdiques ni los Bomberos tienen registros sobre estas muertes en soledad, a pesar de que todos ellos suelen participar en la entrada de estos pisos o en el trámite de certificar el fallecimiento. Los Bomberos de Barcelona reclaman desde hace tres años un registro de cifras.

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Como Oliva, también Valls señala que la gran mayoría de fallecidos son personas mayores que viven solas, que mueren por causas naturales o accidentales, pero que su fallecimiento pasa inadvertido y en absoluta soledad. "A veces es una caída, un accidente en la cocina o un ictus", cuenta Valls.

Alguna vez ha llegado a pasar un mes sin que nadie detectara la muerte de esa persona, aunque en la mayoría de casos no pasa de los 15 días. "Los fallecidos son personas que o no tienen relación con sus familias o que estas viven lejos, en otra ciudad o comunidad autónoma", explica Oliva, que recuerda un caso en el que los hijos vivían a más de 900 kilómetros del padre fallecido.

¿Qué es una ola de calor y cómo nos afecta?

"Normalmente los veranos tenemos más demanda porque, con el calor, los cuerpos huelen mucho más", explica Rocío Sánchez, trabajadora de limpiezas extremas. En su caso, puntualiza, ha tenido más encargos relacionados con suicidios. Valls apunta otro factor: "El calor también tiene un efecto en el malestar psicológico y en la salud física de las personas más vulnerables: yo creo que las olas de calor de este agosto han tenido también este efecto que ha hecho aumentar las muertes de personas mayores", argumenta.

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Y Oliva añade un tercer elemento: "Es evidente que cada vez hay más ancianos, y no estamos por ellos. Hay muchísima gente mayor que vive sola y aislada y muere sin que nadie se entere", lamenta. Es el toque de alerta que da un sector que admite que vive un momento de auge precisamente por el aislamiento social. "Cada vez somos más empresas que nos dedicamos a esto y cada año hay más trabajo, no nos lo acabamos", remacha.

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