Contra la soledad

Mayores enganchados al 'casal': "Nos da un motivo para salir de casa"

Las mujeres protagonizan el envejecimiento activo: copan las universidades y talleres para mayores

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Un grupo de hombres juega a las cartas en el 'casal' Bellvitge-L'Ermita.

Un grupo de hombres juega a las cartas en el 'casal' Bellvitge-L'Ermita. / Ferran Nadeu

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La soledad no deseada es un problema que afecta al colectivo de personas mayores y que tiene graves repercusiones sobre la salud física y mental. De hecho, aumenta la probabilidad de mortalidad en un 26%. Un papel clave para mantener activos a los mayores lo juegan 'casals' y centros cívicos, que organizan talleres o excursiones y que estos días de septiembre ya bullen de actividad.

El 19% de las personas entre 65 y 79 años viven solas: las actividades en centros cívicos les ayudan a combatir la soledad

"Venir al 'casal' es un alivio. Nos da un motivo para salir de casa y no estar encerradas tantas horas solas", explica María Francisca Franseca. "Conoces a gente, haces amistades, tienes muchas actividades e incluso hay un psicólogo". María lleva un año acudiendo al Casal de Gent Gran de Bellvitge: hace yoga y taichí y ahora ha convencido a una vecina para que se apunte también. 

"Aunque estés con tu marido y no vivas sola, necesitas salir de casa", apunta a su lado Olivia. "Te ayuda cuando estás nerviosa". Ambas están contentas con el centro, aunque lamentan la falta de espacio. "Nos hemos quedado sin plaza de taichí este trimestre. Necesitamos espacios más grandes", coincide otra de las habituales del 'casal'.

"Los 'casals' son sitios de acompañamiento, para reír, llorar, y evitar vivir en soledad no deseada"

No será por falta de 'casals'. En la zona hay varios, pero pese al aumento de la oferta, esta queda superada por una demanda que es cada vez más elevada.

En el 'casal' municipal, María Luisa García valora lo que le aporta el centro: "Representa un relajamiento y una oportunidad para estar activos". Con otros usuarios, discuten a qué actividades van a apuntarse. Los talleres de memoria y las excursiones son actividades especialmente valoradas.

Compañía y diversión

"Los 'casals' son sitios de acompañamiento, para reír, llorar, y evitar vivir en soledad no deseada", describe Mª Assumpció Cornadó. Ella, también jubilada, es voluntaria en el Grup Esplai de Jubilats de Grallena de Les Garrigues. Se ocupa de dinamizar las diferentes actividades, desde talleres de memoria, relajación, gimnasia… "Todo esto les aporta mucha compañía. Hay muchas personas, mujeres y viudas en su mayoría, que viven en soledad. Una de las habituales me dijo 'vale más una carcajada aquí, que todo lo que hago en una semana en casa'". 

Este 'casal' está inscrito en la Federació d'Associacions de Gent Gran de Catalunya (FATEC). Más que poner remedio a la soledad, buscan prevenirla. Quieren que los mayores recuperen protagonismo en la sociedad. "Como sociedad tenemos que evitar esta situación actual en la que las personas mayores quedan arrinconadas", señala Marta Ravenós, coordinadora de proyectos de la entidad. "No se trata solo de tener a las personas mayores entretenidas en un centro cívico, se trata de reconocer su papel, su valía, su utilidad".

Luchar contra la soledad

"La soledad afecta en muchos aspectos de la vida, es una sensación desagradable, un malestar. Puede llegar a afectar a la salud, tanto física como mental. Aumenta la probabilidad de enfermar, la tasa de morbilidad, de desarrollar demencias…", resume Ravenós. Ella misma es una de las beneficiadas. "Yo también me encuentro en situación de soledad. Participar en estas actividades me da un motivo para levantarme cada mañana. Tengo una ocupación, algo en lo que pensar, me siento útil".

En la actualidad, el 19% de las personas entre 65 y 79 años viven solas. En los mayores de 89, la cifra asciende al 32,6%. Ambas cifras superan la media de todos los catalanes, que se queda en un 13%. Si miramos por sexos, hay aún más diferencia. En el grupo comprendido entre los 65 y 79 años, el 12% de los hombres viven solos y el 24% de las mujeres. Superando los 90, la cifra de los hombres asciende a un 23,7% y la de las mujeres a un 44,2%. 

Son muchas más las mujeres que asisten a los casales, sobre todo a las actividades más activas y dinámicas. Dejando de lado el factor de que hay más mujeres mayores que hombres, Ravenós corrobora que ellas tienen más tendencia a participar en los talleres y ellos son más dados a quedarse en casa.

Lo comprobamos in situ. Las mujeres son mayoría en todas las actividades de gimnasia, baile, talleres… pero los hombres dominan las mesas de juegos: dominó, la brisca, el cinquillo.... "Solo venimos a jugar a castas", admite uno de los usuarios del casal del Ayuntamiento. No le dan más importancia. "Cada uno tiene sus gustos", zanja.