Testamentos solidarios: crece el número de españoles que eligen esta opción para legar su herencia

En el año 2006, en Madrid, el consultor Daryl Upsall decidió hacer testamento y dejar el 30% de sus propiedades a causas sociales. Upsall, que había sido director internacional de Greenpeace, se sorprendió al descubrir que el concepto de testamento solidario era algo totalmente desconocido para el equipo de la notaría. Reunió a nueve oenegés para hablarles de esta vía para encauzar estas voluntades solidarias. Les propuso poner en marcha una campaña de concienciación pública como las que existían en países como Estados Unidos (Leave A Legacy, de 1993, es la más veterana), donde esta forma de donación o captación de fondos está más desarrollada, explica Alhelí Quintanilla, responsable de la plataforma Haz testamento solidario, heredera de aquella acción y que hoy agrupa a 22 entidades como Cruz Roja Española, la Fundación Pasqual Maragall, ACNUR o Amnistía Internacional, entre otras. Su objetivo: concienciar sobre el impacto positivo que esta opción puede tener en la vida de los demás.

"En 2021, una media de 10 personas nos anunciaron su legado. En 2022, pasamos a 25… ¡más del doble!"

Anna Borrell

— Fundación Pasqual Maragall

En los países anglosajones hace años que esta opción está muy extendida. No así, todavía, en España. Según Quintanilla, "el problema es que, aquí, la gente desconocía qué era un testamento solidario, que tenía la posibilidad de hacerlo, que era muy fácil y reversible. Se puede dejar dinero, bienes o inmuebles. ¿Sabes que con 14 años y por 50 euros ya puedes hacer un testamento? El testador solidario no tiene otro coste".

Otro factor, apunta, es que hablar de la muerte es complicado, aunque es un tema que se va normalizando. "En los países anglosajones y el norte de Europa, el tema de las herencias solidarias está más extendido porque tienen menos miedo a hablar de testamento y tienen otra forma de entender el tema de la muerte y la solidaridad", explica Teresa Pérez Galán desde la Cruz Roja.

El desconocimiento y las reticencias a hablar de la muerte han frenado la expansión de los testamentos solidarios en España

"Es muy importante dejar ordenados tus deseos y tu patrimonio para facilitar los trámites a tus legítimos herederos, para ahorrarles tiempo, problemas y dinero. Incluso si no los tienes, debes hacerlo para decidir tú cómo quieres que se repartan tus bienes, ya que si no lo haces el dinero irá a la Administración. Desde la plataforma buscamos naturalizar la opción solidaria", apunta, por su parte, Quintanilla.

Dejar una "huella perdurable"

Asegura que el mensaje "va calando" y que cada vez es mayor el número de interesados que se ponen en contacto con las entidades y el número de personas que anuncian que han hecho testamento solidario. En el 2022, las entidades no lucrativas de la plataforma recibieron casi 41.000.000 de euros en España, de 325 personas que decidieron dejar "una huella perdurable", lo que supone un 21% más que en 2021. Desde 2018, se han registrado 1.565 testamentos solidarios por valor de 136.000.000 de euros y el pasado año se registró la cantidad más alta donada, 4.000.000 de euros. Catalunya es la comunidad autónoma donde más donantes hay: el año pasado 57 catalanes donaron un total de cinco millones de euros.

Mujer, solteros y mayores de 60 años, el perfil mayoritario del testador solidario

Una de las entidades que más está notando este crecimiento es la Fundación Pasqual Maragall, entidad que tiene en marcha la campaña 'Será un futuro sin alzhéimer, será gracias a tu legado'. Anna Borrell explica que para ellos el testamento solidario supone solo un 1% de sus ingresos. "Es una forma de captación de fondos no madura y no muy estable en sentido de recurrencia pero aun así está viviendo un crecimiento espectacular: en el año 2019 se interesaron 8 personas por esta forma de colaboración pero desde el 2020 hemos tenido una media de 150 interesados al año. En 2021, fue una media de 10 personas las que nos anunciaron su legado. Este 2022, hemos pasado a 25… ¡más del doble!", detalla. Borrell reconoce que aunque esta opción ha sido siempre posible no fue hasta 2019 cuando la fundación se puso a trabajar a fondo en ella.

"Para ser testador no hace falta ser millonario: basta con desear mejorar nuestro mundo"

Teresa Pérez Galán

— Cruz Roja

"A nosotros, nos gusta recalcar que con un legado solidario, la solidaridad de aquella persona perdura más allá de su propia vida. Igual que hoy nos beneficiamos de la investigación que se inició hace unos años, los avances de hoy se traducirán en mejoras para la salud de las futuras generaciones", apunta Sira Franquero, jefa de mecenazgo, alianzas estratégicas y RSC de Vall d’Hebron Hospital Campus.

Mujer, soltera y mayor de 60 años

El perfil del testador solidario es el de una persona soltera, mayoritariamente mujer y con más de 60 años. La mayoría de estas personas suelen elegir varias entidades o causas, habitualmente relacionadas con intereses que han tenido en su vida o con vivencias personales.

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En función del tipo de entidad, hay alguna variante. Así, por ejemplo, en el caso de la Fundación Pasqual Maragall, un 50% de los legatarios de la Fundación tenían relación previa con la Fundación y el 60% de ellos son mujeres. "Son personas que tienen cerca la enfermedad, que es muy dura y larga; o gente vinculada a la investigación y que creen que, en un futuro, es posible encontrar una solución", explica Borrell. En la Fundación han detectado un elemento novedoso: "Cada vez la gente es más joven: antes la media estaba en 75 años y ahora en 62. Cuanta más información facilitamos, más gente se interesa y más legados obtenemos".

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En Cruz Roja España, el perfil es similar: un 51% son mujeres, un 60% tenían relación con la institución (como socio, voluntario o beneficiario), un 60% son viudas, solteras o divorciadas y un 63% no tiene descendientes.

Casados con hijos, al alza

Las entidades detectan que cada vez más se implican personas casadas y con hijos. "Siempre que haya descendientes con derecho a la herencia, el Código Civil establece que el testamento se divida en tres partes: el tercio de la legítima -que se reparte entre los hijos a partes iguales-, el tercio de mejora -a repartir entre hijos y descendientes- y el de libre disposición -en este caso, si lo cedes a una oenegé, esta es legataria y no heredera", explica Quintanilla.

"Para ser testador no hace falta ser millonario", subraya Quintanilla aludiendo a uno de los "falsos mitos" sobre es asunto. "Lo único que hace falta es desear mejorar nuestro mundo. Por eso, se legan cantidades que van desde los 300 euros a una media de 70.000", detalla. Las oenegés reciben íntegro el importe porque este está libre de impuestos.

"Hay que hacer aún mucha pedagogía para erradicar mitos, miedos y prejuicios", incide Pérez Galán. Para la Cruz Roja, los testamentos solidarios son una fuente de ingresos muy importante. "Es importante extender entre la población el conocimiento de que puedes hacer que tu solidaridad perdure en el tiempo incluyéndonos en el testamento, sin perjudicar a las personas de tu alrededor", añade.