PÉRDIDA GESTACIONAL

Una de cada diez mujeres sufre al menos un aborto espontáneo en su vida

El 15,3 % de los embarazos termina en aborto: los factores genéticos suelen ser la causa mayoritaria y la edad de la madre incide en el riesgo

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Una joven embarazada que se somete a ecografía.

Una joven embarazada que se somete a ecografía. / Shutterstock

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Los abortos espontáneos son bastante comunes, aunque la pérdida de un embarazo sigue siendo un tabú para muchas mujeres y sus parejas. Una de cada diez mujeres ve malogrado su embarazo por causas naturales antes de la semana 20 de la gestación: según 'The Lancet' cada año se producen 23 millones de abortos espontáneos en todo el mundo, 44 pérdidas por minuto. Sólo en España, en 2019 se registraron más de 47.000.

A pesar de la magnitud de esta realidad y del impacto que tiene en la salud física y psicológica de las mujeres, el aborto espontáneo es un fenómeno silenciado. El hecho de que mujeres con proyección pública como Isabel Díaz Ayuso den a conocer que pasan por esta experiencia ayuda a visibilizarla.

La revista médica 'The Lancet' concluyó en un monográfico científico dedicado al aborto espontáneo que muchos de ellos se gestionan en soledad y que la respuesta que se les da infravalora las consecuencias para las mujeres e impacta en el cuidado que se les presta: "El dolor íntimo y las ideas equivocadas, como que un aborto puede ser causado por cargar objetos pesados o que no existen tratamientos efectivos, pueden llevar a las mujeres y a sus parejas a sentirse culpables o a gestionarlo solos. De forma similar, en el sistema sanitario y en la sociedad, la convicción de que los abortos son inevitables y el requisito, consagrado en muchos protocolos nacionales, de que las mujeres tienen que tener abortos recurrentes antes de ser aptas para la investigación y la intervención, ha creado una actitud generalizada de aceptación del aborto, instando a las mujeres a una cultura de intentarlo de nuevo" sin más.

Un 15 % de embarazos termina en aborto

El 15,3 % de los embarazos terminan en aborto espontáneo. El 10,8 % de las mujeres sufre uno en su vida; el 1,9 %, dos; y el 0,7 %, tres o más.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) explica que el aborto espontáneo se divide en dos categorías: precoz (el que tiene lugar antes de las doce semanas de gestación, que son el 85 %) o tardío (el que tiene lugar con 12 o más semanas). Suele manifestarse con sangrado y dolor abdominal. Ante esta situación, el servicio obstétrico debe estudiar a cada embarazada con sospecha de aborto, a la que practicará siempre una ecografía.

La presidenta de la sección de Medicina Perinatal de la SEGO, Anna Suy, explica a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica que aproximadamente 15 % embarazos acaban en aborto y que la edad es una variable que impacta directamente: "Cuanta más edad, mayor tasa de aborto. También las mujeres muy jóvenes tienen un poco más de riesgo".

Si la media es del 15%, la tasa entre mujeres de 25 a 29 años se sitúa en el 9%; la de mujeres de 40 años en alrededor del 33 % y a partir de los 45 años, por encima del 50%, afirma la especialista.

Las causas de los abortos son mayoritariamente embrionarias o fetales (anomalías genéticas, de ahí la incidencia de la edad) o bien maternas (infecciosas, inmunológicas, ambientales, hormonales, anatómicas, hábitos tóxicos, radiaciones ionizantes, traumatismo o agresión grave).

Suy destaca que los abortos son más frecuentes con pocas semanas de gestación: "A medida que avanzan las semanas se disminuye el riesgo".

Factores de riesgo

Según 'The Lancet', son factores de riesgo de pérdidas gestacionales tener un índice de masa corporal muy alto o muy bajo, ser una mujer joven (menor de 20 años) o bien mayor de 35, que el progenitor masculino tenga más de 40 años y ser mujer de raza negra.

También hay factores relacionados con los abortos como son el consumo de alcohol, tabaco, estar expuesta a contaminación del aire o pesticidas, sufrir estrés persistente, tener trabajos nocturnos con turnos cambiantes y haber sufrido otros abortos previamente.

Subraya la revista científica que el aborto espontáneo no es un evento aislado sin repercusiones, pues tiene consecuencias físicas y psicológicas para las mujeres. En concreto, sufrir uno está asociado con un incremento en la incidencia de los problemas de salud a largo plazo, como las enfermedades cardiovasculares, la trombosis venosa o complicaciones de salud mental.

Por todo ello, se recomienda una atención y seguimiento especializado a las pacientes para evaluar sus posibles riesgos.

"Durante demasiado tiempo, los abortos han sido banalizados y a menudo desestimados. La falta de progreso médico debería ser escandalosa. En lugar de él, hay una aceptación generalizada. No todos los abortos se pueden evitar, pero la insinuación insidiosa de que estos, al igual que otros asuntos de salud reproductiva de las mujeres como el dolor menstrual y la menopausia, deben ser gestionados con una mínima intervención médica es ideológica, no basada en la evidencia científica", afirma.

La presidenta de la sección de Medicina Perinatal de la SEGO sostiene que la mayoría de abortos espontáneos son farmacológicos, en lugar de quirúrgicos, lo que es "mejor para la salud de la mujer" porque no tiene que pasar por el quirófano, recibir anestesia ni sufrirá una lesión en el endometrio con el legrado.

Suy dice que el sangrado debe ser motivo de alarma para las mujeres embarazadas, que aunque "no siempre es sinónimo de aborto" sí debe hacerlas ir a urgencias, especalmente si es un sangrado abundante como el de una menstruación.

La mayoría de las mujeres que pasen por esta experiencia tendrán en el futuro un embarazo normal sin complicaciones. Ahora bien, inciden en que los servicios de salud deben estudiar a estas mujeres en sus embarazos futuros porque se acrecienta el riesgo de nacimiento prematuro o de que el bebé tenga bajo peso al nacer.

Apoyo ante la pérdida gestacional

Desde el pasado mes de febrero, las mujeres que tengan una pérdida gestacional tienen derecho a una incapacidad temporal concebida para que puedan recuperarse, gracias a la reforma de la ley del aborto. Hasta hace poco, las mujeres tenían que trabajar porque en España hasta hace nada sólo las mujeres que veían interrumpido su embarazo a partir de los 180 días de gestación tenían derecho a un permiso retribuido. 

La reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo incluye el supuesto del aborto espontáneo, pero también voluntario, como situación de especial incapacidad temporal "mientras reciba asistencia sanitaria por el Servicio Público de Salud y esté impedida para el trabajo".

También obliga a los servicios públicos de salud a prestar "atención integral durante todo el procedimiento de interrupción del embarazo, ofreciendo recursos de acompañamiento y atención especializada, en particular de acompañamiento psicológico específico".

La presidenta de la sección de Medicina Perinatal de la SEGO cuenta que muchos centros cuentan ya con psicología perinatal no sólo para atender los casos de muertes fetales avanzadas, sino todos los que sean necesarios: "Ya se considera duelo una pérdida en el primer trimestre y hasta hace pocos años ni siquiera se hablaba de ello", finaliza.