Familias y escuelas critican la gestión del cheque escolar de 100 euros del Govern

Las familias catalanas con niños y niñas que el próximo curso harán de primero a sexto de primaria -medio millón de alumnos, según las cifras del Govern- empezaron a recibir a finales de la semana pasada en sus domicilios una carta a nombre de sus hijos e hijas con los dos famosos cheques de 50 euros por alumno que el Govern de la Generalitat ha previsto para "paliar el incremento de precios de los gastos relacionados con la escolarización".

Una medida que está siendo criticada por las formas tanto desde numerosas asociaciones de familias -más de 150 se han adherido a un manifiesto contrario a la medida- como desde muchas direcciones de escuelas a quienes, por si tenían poco trabajo, les ha comportado un dolor de cabeza extra.

Medio millón de escolares han empezado a recibir en sus domicilios el cheque del Govern para la vuelta al cole

Aunque es obvio que a nadie le amarga un dulce y que recibir en casa un cheque de 100 euros por hijo de entre 6 y 12 años para afrontar la cuesta de septiembre dista mucho a recibir una multa o una carta de Hacienda, claro está, no son pocas las voces que tildan esta acción del Govern de "medida electoralista" que supone, añaden, "una oportunidad perdida de inyectar 50 millones de euros -la cifra que resulta de multiplicar 100 euros por 500.000 escolares- a la infrafinanciada escuela pública".

"Hubiera sido más sencillo dar el dinero a las escuelas y que las familias no tuvieran que pagar las cuotas de material escolar"

"Hubiera sido mucho más sencillo dar ese dinero a directamente a las escuelas y que las familias no tuvieran que pagar las cuotas de material escolar que se están cobrando, pese a que no deberían cobrarse, ya que la escuela pública debería ser gratuita por ley; y que muchas veces, además, se usan para cosas que van mucho más allá del material escolar", resume Eva Jansà, miembro de la asociación de familias de la escuela Jaume I de Barcelona, donde empezó a fraguarse un comunicado al que en pocas semanas se han sumado más de 150 afas no solo de Barcelona sino de toda Catalunya.

Un manifiesto que señala que la medida "no se adecua a los criterios de igualdad de oportunidades". "Su condición de cheque, excepcional, puntual y directo, no pretende responder a los problemas de infrafinanciación de la educación, sino que se trata de un parche", apunta.  

Medida "alejada de la realidad"

En la misma línea se expresa Lidón Gasull, directora de la Affac. "Por norma general, los colegios públicos no aceptan estos cheques para pagar las cuotas de material, así que las familias las seguirán teniendo que pagar [una cuota que, depende del centro, puede ser de 70, 80 o 100 euros].

El principal hándicap de este cheque es que no está pensado para el funcionamiento real de las escuelas. No están pensados ni para las cuotas de material, ni para los libros socializados; y lo que acabará pasando es que las familias se gastarán este dinero extra en los establecimientos adheridos, que ya están haciendo publicidad específica, pero igualmente pagarán la cuota a la escuela", subraya Gasull, que apunta que las familias que más lo necesitan tendrán dificultades con la brecha digital, porque el cheque llegará físicamente a las casas, pero no puede llevarse directamente a la tienda, primero hay que activarlo de forma electrónica. "Las familias al final, la ayuda que necesitan es para pagar el alquiler, la factura de la luz o llenar la nevera, no para comprar un estuche", zanja Jansà.

Desde la dirección de un colegio público de Barcelona se expresan en la misma línea, tildando la medida de "vergonzosa", y su puesta en marcha de "chapuza" que, lo primero, ha obligado a las direcciones de los centros a tener que confirmar todas las direcciones postales de los alumnos para que los cheques lleguen y, después, las ha hecho tener que responder al alud de dudas generadas una vez las familias reciben el sobre el casa (sin tener claras las respuestas porque nadie se las ha ofrecido).

Una de las dudas más comunes, teniendo en cuenta que muchas escuelas ya no usan libros de texto, es: "¿sirve para pagar la cuota de material del cole?". La respuesta depende del centro. Algunos sí han hecho la gestión y han informado a las familias que aceptarán uno de los dos vales para reducir las cuotas -lo que les supone un esfuerzo de gestión extra monumental-, pero, muchos otros, no (por motivos distintos).

¿Y los de la ESO?

Más allá de las familias organizadas, en los chats de clase, afloran infinidad de dudas, también. Además de dónde encontrar el identificador del alumno para activar el cheque [respuesta: está en las notas, junto a su nombre], otra la mar de lógica: "¿por qué los niños de ESO no tienen cheque, si son los que más gastan en libros?".

Entre las voces que quieren ver el vaso medio lleno, destacan los que agradecen que, este año, niños que nunca estrenaban mochila ni estuche ni colores, podrán hacerlo.

Respuesta a las críticas

El Departament responde a las críticas que el cheque escolar es "una política pública que refuerza el estado del bienestar" y está avalada "por el Plan de Govern y la normativa vigente". "El objetivo es contribuir a crear un escudo económico y social para las familias", apuntan fuentes del Departament de Educació, que defienden que "complementariamente", "el Departament ha implementado, a través del Decreto de admisiones, medidas específicas para apoyar a las familias más vulnerables en respuesta a los gastos de escolarización de sus niños".

"El material que se compre no se usará solo dentro del recinto escolar, sino, también lo pueden necesitar las familias en casa, por lo que el vale puede ser considerado una ayuda directa a las familias, no a los centros", zanja la misma fuente, que concluye que "la inversión en los centros se canaliza a través de los presupuestos de la Generalitat, aprobados hace pocos meses". "El vale escolar no es una medida destinada a financiar indirectamente a los centros educativos para que dejen de cobrar cuotas", remachan desde Via Augusta.