Sostenibilidad

Invertir y recibir beneficios de proyectos eólicos y fotovoltaicos: una vía que no convence a los catalanes

Autoconsumo: la energía fotovoltaica en casas y pymes se dispara un 219% en un año

¿Por qué hay tan pocas renovables en Catalunya?

Parque eólico en Pujalt en la Anoia, Cataluña. A medida que Europa impulsa las energías renovables España aspira a obtener casi las tres cuartas partes de su electricidad de energías renovables para el final de la década, frente al 47% del año pasado

Parque eólico en Pujalt en la Anoia, Cataluña. A medida que Europa impulsa las energías renovables España aspira a obtener casi las tres cuartas partes de su electricidad de energías renovables para el final de la década, frente al 47% del año pasado / ÀNGEL GARCÍA|BLOOMBERG

Guillem Costa

Guillem Costa

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En 2021, el Govern decidió aplicar la siguiente norma: toda empresa de energías renovables que quiera instalar una central en Catalunya tiene la obligación de ofrecer a los catalanes la oportunidad de invertir su dinero en el parque. La medida estaba pensada para generar más consenso ciudadano e implicación en el territorio donde se vayan a ubicar los parques eólicos. Una manera de convertir a los ciudadanos en accionistas, que recibirían beneficios de lo que generen económicamente esas centrales.

Aunque las empresas abren un 20% del capital a la participación ciudadana, la inversión de particulares es casi inexistente

Pero hasta el momento, los proyectos de parques eólicos impulsados por parte de empresas privadas no convencen lo suficiente a los catalanes como para que den el paso e inviertan en ellos. Así sucede al menos en la mayoría de casos, según aseguran a EL PERIÓDICO varias empresas promotoras. En el Departament d'Acció Climàtica son conscientes de que, por ahora, la posibilidad que tienen los ciudadanos de participar en cada proyecto no está triunfando.

La medida busca que los ciudadanos saquen rendimiento económico de proyectos eólicos y solares que se instalen en su territorio

Precisamente esta semana, el nuevo 'conseller' David Mascort habló de "lograr consensos" y dialogar con los vecinos para conseguir la aceptación de ciertos proyectos. De toda la inversión que realiza la empresa promotora del parque eólico o fotovoltaico, lo que se abre a la ciudadanía es un 20% de la participación. El importe mínimo para invertir son 500 euros. A lo largo de los años, si la central da rendimiento, parte de las ganancias, en proporción a lo que se ha invertido, son para el particular que haya puesto dinero de su bolsillo.

Muchas grandes empresas energéticas han decidido utilizar a otras compañías para que se encarguen de gestionar esta participación de capital, como si se tratara de comprar acciones. Fundeen es una de esas empresa, a través de las cuales se puede invertir en energía limpia.

Gente reacia

Adrián Bautista, confundador de Fundeen, reconoce en conversación con este diario que en Catalunya no les va como en otros lugares de España. El primer problema que hay es que la Generalitat está tardando en dar luz verde a los proyectos porque hay casi 200 sobre la mesa de la Administración: "Es normal, se ha generado un pequeño tapón porque se acumulan las propuestas. La lentitud administrativa genera incertidumbre y algunos proyectos pueden caducar". Se pueden desencallar próximamente. "Confiamos que durante las próximas semanas la Generalitat haya agilizado el proceso", añade Bautista.

"Quizás no se está informando de la posibilidad de invertir y falta concienciación sobre las renovables"

Fundeen, en estos momentos, ofrece la posibilidad de invertir en 24 proyectos de renovables, promovidos por otras empresas, que están a punto de obtener la autorización administrativa. Sin embargo, no están recibiendo muchas solicitudes por parte de los catalanes: "A lo mejor no se está informando lo suficiente de esta posibilidad de entrar en el capital del proyecto. Pero está claro que falta concienciación sobre las renovables".

"De los proyectos gestionados por Fundeen, el que más inversiones acumula no llega al 1%"

Los datos son sorprendentes: "En los proyectos donde más dinero se ha invertido en Catalunya por parte de particulares apenas llegamos a los 100.000 euros. Y hablo de un proyecto de 10 millones. Es decir que solo hay participación ciudadana en un 1% del capital, cuando se podría llegar al 20%".

Los proyectos solo tienen la obligación de ofrecer la posibilidad, pero si nadie participa saldrán adelante igualmente. Sencillamente la empresa se llevará el total de las ganancias. "El inversor, por ley, siempre cobra antes que el promotor, por lo que es razonablemente sencillo obtener rentabilidad. Si pones 500 euros, en 10 años podrías ganar unos 200 o 300 euros netos, además de recuperar lo que invertiste", asegura Bautista.

Vuelta personalizada

Según el cofundador de Fundeen, la inversión vecinal en renovables sirve para generar un impacto socioeconómico más palpable. "Cuando hay un parque eólico, el municipio mejora en sus presupuestos por las tasas que paga la empresa, pero uno no aprovecha el recurso personalmente", comenta Bautista.

"En cambio, cuando se te permite invertir una pequeña cantidad, esto es distinto. Ya que vas a estar 30 años viendo los aerogeneradores y que otra empresa es quien aprovecha el recurso, cuando mires el generador puedes pensar que los beneficios de esta vuelta que han dado las aspas es para ti", asegura.

Reclaman apoyo a la Generalitat y a las empresas promotoras para les ayuden a enviar un mensaje positivo: "Falta conocimiento y la oposición a los proyectos por parte de algunos vecinos tampoco está ayudando. Mi percepción es que la gente no sabe ni que puede sacar un dinero por los parques eólicos que se instalan en su pueblo".

De momento, los casi 200 proyectos siguen esperando en la mesa de la Administración. Cuando salgan adelante, en caso de que sea así, si no hay participación vecinal, será la empresa promotora quien saca el 100% de las ganancias que genere la energía producida.

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