Medio Ambiente

Joan Carulla, payés centenario: "Sin este huerto, ya estaría muerto"

¿Qué puedo plantar en la terraza o el jardín que sea compatible con la sequía?

Gorriones y saltamontes: otras víctimas de la sequía en el campo

El pionero de los huertos urbanos en Catalunya publica sus memorias a pocos días de cumplir 100 años

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carull1 / Jordi Cotrina

Guillem Costa

Guillem Costa

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"Si queréis comer 'nesprons' (nísperos), aprovechad. ¡Están al punto!" Así recibe Joan Carulla a los invitados que asoman la cabeza a su frondosa azotea del barrio de Navas, en Barcelona. A punto de cumplir 100 años, sigue custodiando el que se erigió en uno de los primeros huertos urbanos de la ciudad. Como a veces le fallan las piernas, se va agarrando a unos postes para abrirse paso entre hojas de parra y pimientos. Ahora, en 'Mi siglo verde' (Icaria), cuenta sus memorias en 100 lecciones de vida recopiladas primero por las teclas de su vieja Olivetti y ordenadas después por su amigo y periodista de confianza, Carlos Fresneda.

¿Cómo se le ocurrió, montar un huerto, 70 años atrás?

Mire, en el año 53, en la calle Cartagena, ya planté una higuera y cultivé acelgas, tomateras y pimientos en el patio de mi casa. Y desde entonces lo he repetido siempre en los lugares donde he vivido. Pero el arte de cultivar lo aprendí en Juneda (Las Garrigues).

Joan Carulla (100 años), entre las hojas de parra de su azotea.

Joan Carulla (100 años), entre las hojas de parra de su azotea. / JORDI COTRINA

¿Ahí empezó todo?

Tenía dos años y cuando mis abuelos cuidaban de mí, me llevaban a recoger la aceituna. Mi padre estaba en los pastos, con los animales, y mi madre ganándose el sueldo también en el campo. Tengo el corazón en la tierra.

¿Qué le enseñaron, exactamente?

A amar la tierra, a cuidarla. Mi padre me contó los secretos de cada tipo de cultivo. Él era de los pocos del pueblo que sabía leer y escribir. Me dejaban libros en una biblioteca de los del movimiento cristiano Palestra. Fomentaban las palabras y también el ecologismo, sin saberlo.

Tenía dos años y cuando mis abuelos cuidaban de mí, me llevaban a recoger la aceituna.

¿Usted es ecologista?

Supongo, pero yo ya tengo 100 años. Vosotros tenéis una gran misión. Defended el pacifismo y la naturaleza. Si no, perderemos nuestro hábitat. En Europa fabricamos productos tóxicos que se utilizan en África y Suramérica. Los pulmones del planeta están en riesgo.

Joan Carulla, sentado en su huero urbano.

Joan Carulla, sentado en su huerto urbano. / JORDI COTRINA

¿Qué piensa de la sequía?

Me acuerdo de los agricultores y de lo mal que les tratamos. Están asustados y es normal. Estos días pienso en las amenazas que les acechan.

Defended el pacifismo y la naturaleza. Si no, perderemos nuestro hábitat.

¿Cuáles son?

Los productos del campo dan poco beneficio y las grandes empresas se están cargando lo poco que queda. Los venenos en la tierra han acabado con los caracoles y las abejas.

¿De quién es culpa esto?

Del capitalismo monstruoso con yate de 60 metros. Ellos son los que ganan dinero con sus maniobras de abundancia y tienen la culpa del abandono del campo. A todo esto, añádale la sequía.

Los venenos en la tierra han acabado con los caracoles y las abejas.

Usted se marchó del campo y vino a la ciudad. ¿Por qué?

Me marché porque no teníamos tierras, pero después me gasté lo que tenía comprando algunas tierras para alimentar al mundo. Nunca me he ido de vacaciones, siempre he trabajado, también en domingo. Y vivo con mucho menos de la pensión que me dan.

Joan Carulla junto a sus nísperos.

Joan Carulla junto a sus nísperos. / JORDI COTRINA

¿Cómo riega?

Todas estas garrafas llenas de agua turbia se han llenado con agua de la lluvia. Tengo un montón de depósitos para aprovecharla al máximo.

¿Qué desayuno? leche, miel y pan integral. Y para comer, arroz media cebolla y algo de aceite

¿Qué es lo mejor de este huerto?

¿Ve esta planta con hojas alargadas? Esta se merece un Oscar. Con sus hojas se pueden atar las tomateras y todo lo demás. Después están las tomateras y esta parra que me dará 100 kilos de uva.

¿Siempre que puede, come de su huerto?

No. Las patatas, sí, por ejemplo. Pero doy muchas cosas a la gente que viene. Si se quiere llevar algo, ya lo sabe.

El huerto urbano de Joan Carulla.

El huerto urbano de Joan Carulla. / JORDI COTRINA

¿Qué come, para estar así?

Muy fácil. Desayuno: leche, miel y pan integral. Comida: 100 gramos de arroz que me sirve para dos días. Media cebolla y algo de aceite. Cena: verdura, nueces, higos o dátiles ¡Tengo salud, eh, aunque me fallen las piernas! Mi hijo me ayuda.

¿Él lleva el huerto?

Los trabajos pesados los hace él, sí. Pero todavía le enseño algún truco. Le digo cómo hay que separar las patatas y sobre todo, cómo usar bien la azada. Sin este huerto, ya estaría muerto.

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