Ecosistemas agrícolas

Gorriones y saltamontes: otras víctimas de la sequía en las comarcas de Lleida

Crisis de polinizadores: desaparecen abejas y mariposas por la destrucción de hábitats

La falta de agua dulce pone en riesgo toda la biodiversidad del delta del Ebro

OPINIÓN | Pensamientos de secano, por Marta Guadalupe Rivera Ferre

La siega anticipada de los cereales perjudica a especies ligadas a ambientes agrarios como el aguilucho cenizo

Aguilucho cenizo Dennis Jacobsen shutterstock 787183357 scaled

Aguilucho cenizo Dennis Jacobsen shutterstock 787183357 scaled / SEO BirdLife / Dennis Jacobsen

Guillem Costa

Guillem Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No dejan de sumarse nuevos miembros a la plataforma de animales afectados por la sequía, en las comarcas atravesadas por el Canal d'Urgell. De los gorriones al aguilucho cenizo y a los saltamontes, la lista de ejemplos es interminable.

Los gorriones y escribanos trigueros (el nombre ya lo indica) son pájaros que buscan constantemente granos de trigo en la zona, un tesoro escaso y muy preciado estos días.

Los saltamontes y otros insectos, algunos de ellos polinizadores, no encuentran la vegetación de cada primavera en los márgenes de los campos. Es probable que haya menos que otros años, avisan los expertos. Y muchos de estos animales son alimento para otros. Es decir, que se puede romper parte del ecosistema. Los conejos, ante la aridez de los márgenes agrícolas, invaden los cultivos con más frecuencia.

"Terreras, calandrias y cogujadas lo tienen difícil para construir sus nidos si los campos se siegan antes de tiempo, aunque últimamente hay algo más de barbecho y tienen posibilidades", detalla Enric Morera, responsable de los Espacios Naturales de Poniente. "Los nidos construidos en pleno barbecho habrán tenido suerte, los demás, puede que los arrase la maquinaria agrícola", sentencia.

Ave del año

Le ocurre algo parecido al aguilucho cenizo, una elegante rapaz que adaptó su vida a la agricultura y que la organización SEO BirdLife proclamó "ave del año" para ayudar a conservarla. Este planeador grisáceo necesita que los cereales estén altos para poner los huevos y proteger a los polluelos. Cada vez cuesta más encontrar uno en estos campos.

Crías de aguilucho cenizo, en medio de un campo de cereales.

Crías de aguilucho cenizo, en medio de un campo de cereales. / SEO BirdLife

La falta de desarrollo de los cultivos derivada de la sequía provoca peores condiciones de hábitat, advierte SEO, por lo que se espera una mala temporada de reproducción de la especie. Desde la entidad reclaman medidas de conservación de los sistemas agroesteparios (los que combinan cultivos de secano con parcelas sin sembrar).

"¿Sabes cómo se le llamaba al Urgell y al Pla d'Urgell antes de la llegada de los canales de regadío?", pregunta Rafel Rocaspana. "El 'clot del dimoni' (socavón del infierno), por el calor y la poca lluvia que caía", responde él mismo. Todo cambió con las infraestructuras de regadío, que transformó el paisaje natural de la zona. Desde hace poco más de un año, Rocaspana se encarga de dirigir el Estany d'Ivars i Vila-sana.

El Estany d'Ivars, esta semana.

El Estany d'Ivars, esta semana. / El Periódico

Estanque eutrofizado

Este lago, de casi tres metros de profundidad, se alimenta del Canal d'Urgell. La dotación depende del riego, por lo que ahora el estanque no recibe agua. "En unos meses, la eutrofización [pérdida de oxígeno y exceso de nutrientes orgánicos] puede ser peor que otros veranos y puede perjudicar algunas de las especies acuáticas del Estany d'Ivars i Vila-sana" detalla el director técnico del espacio.

Lo que peligra, explica Rocaspana, son pequeñas charcas en las que beben varios animales. El río Ondara, por ejemplo, lleva un caudal prácticamente inexistente para estas fechas. En general, como está pasando en otras zonas de España, la sequía amenaza la biodiversidad, ya que según qué especies no lo tendrán fácil para resistir.

El río Ondara, seco en su paso por los alrededores de Anglesola.

El río Ondara, seco en su paso por los alrededores de Anglesola. / El Periódico

Morera habla directamente de la desertización del territorio, un fenómeno que no solo ocurre en las comarcas cercanas a Lleida, sino también en muchos otros lugares de la península. Lo que está por ver es si, con la llegada de algunas lluvias, el escenario cambia para algunas de las especies.

Las que encontrarán más dificultades son las que dependen de los ambientes agrícolas, a los que se han ido adaptando con los siglos, hasta tal punto que ahora que se han vuelto imprescindibles para su vida.

Suscríbete para seguir leyendo