La NASA alerta de la situación crítica en los pantanos de Catalunya

Catalunya sigue inmersa en un episodio de sequía prolongada y otro de calor extremo para la época, con una primavera a 40 grados. Más allá de temperaturas típicamente veraniegas mucho antes de tiempo, los pantanos rozan niveles críticos, ya hay restricciones de agua y la campaña de incendios forestales se prevé como una de las más difíciles de los últimos años. Con todo, la Generalitat ha avanzado el plan contra las olas de calor un mes y medio antes de lo habitual. Si alguien todavía piensa que todo esto no es un efecto directo de la crisis climática a escala global, quizás toque hacer válido el dicho de que una imagen vale más que mil palabras. La Nasa ha mostrado la evidencia de la sequía comparando el nivel del agua de embalses en 2021 y este año. En concreto, ha puesto el ojo sobre dos infraestructuras hidráulicas catalanas, la de Sau y la de Susqueda, y la diferencia es notoria.

Con la península convertida en un "horno ibérico", las capturas hechas por la cámara Operational Land Imager (OLI) abordo del satélite de observación terrestre Landsat 8 muestra la situación de los dos grandes pantanos de Catalunya.

Por un lado, el embalse de Susqueda, situado en la comarca de La Selva (Girona). Con una capacidad de 233 hectómetros cúbicos o, lo que es lo mismo, 233 de m³, la reserva actual es del 38.08%, 22 puntos menos que el año pasado.

Por el otro, y ahí es donde la sequía queda más patente, el Observatorio de la Tierra de la Nasa muestra la drástica reducción del nivel de agua del Sau. La infraestructura hidráulica de Osona (Barcelona) tiene un volumen máximo de 165.26 hm³, pero actualmente solo tiene 11,57, el 7% de su capacidad, casi nueve menos que en 2022, cuando estaba al 61,35%.

"Las sequías estacionales son típicas del clima mediterráneo de Catalunya, incluso en la cuenca del Ter, que se extiende desde los Pirineos catalanes hasta el mar Mediterráneo", explica Albert Ruhi, ecologista de la Universidad de California, Berkeley, en la web del observatorio de la Nasa.

La primavera más seca desde 1990

"Pero en los últimos meses, la falta de precipitaciones y de nieve ha provocado la primavera más seca desde 1990 para el Ter", asegura el experto, que estudia la ecología del agua dulce y cómo este río está cambiando con el tiempo.

"Observe las franjas color canela de roca expuesta alrededor del agua en los embalses. Estas son áreas que estaban bajo el agua cuando el nivel del agua estaba más cerca de su capacidad, un fenómeno denominado "anillo de bañera", precisan los expertos de la Nasa.

"La falta de lluvia primaveral y de deshielo significa que la estación seca de este año será el doble o incluso el triple de larga", estima Ruhi. "Esto podría conducir a impactos ecológicos como la mortalidad de peces y la proliferación de algas", añade el ecologista.