Efectos de la crisis climática

Las alergias al polen llegarán más tarde esta primavera, pero con más fuerza

El frío invernal ha retrasado hasta marzo el proceso de polinización de las plantas, que acumulan ahora grandes cantidades de polen

Los expertos advierten de que podría haber picos que afectaran incluso a personas que nunca han sufrido alergias

Polen

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Montse Baraza

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Se avecina una primavera complicada para los alérgicos al polen. Así lo ha advertido este viernes la Red Aerobiológica de Catalunya (XAC) del ICTA-UAB y del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la UAB (BABVE), que ha presentado la previsión de los niveles de pólenes alérgenos. Una previsión que apunta a que la polinización, y con ella las alergias, llegará más tarde pero con más fuerza.

Ello se debe a que con el frío invernal, las plantas no han empezado a liberar cantidades destacadas de polen hasta principios de marzo. Este retraso ha permitido a los árboles (y en especial a los cipreses) acumular grandes cantidades de polen que ahora se podrían liberar repentinamente con picos de concentración muy elevada. Esos picos, subrayan desde la XAC, podrían llegar a afectar a personas que nunca antes han sufrido alergias.

En Catalunya hay 2,5 millones de personas alérgicas y se prevé que esa cifra se duplique en el año 2050 

A principios de 2023, las polinizaciones invernales de ciprés, avellano, fresno y aliso han sido muy escasas, presentando mínimos históricos desde 1994 hasta la actualidad, y retrasando el inicio del período de riesgo de alergia hasta hace poco. Se prevé que la polinización del ciprés se extenderá hasta bien entrado en abril.

Las polinizaciones que habitualmente anuncian la llegada de la primavera (como el plátano de sombra y la parietaria, ambos muy alergénicos) se están retrasando como consecuencia del reciente episodio de bajas temperaturas. Entre la próxima semana y la última semana de marzo empezarán a liberarse en cantidades notables. "Llegarán con fuerza y podrían tener una duración más corta de lo habitual", advierten los expertos.

Peor con la contaminación

En Catalunya hay 2,5 millones de personas que padecen alguna enfermedad alérgica, y se prevé que esta cifra se duplicará en el año 2050. Las condiciones meteorológicas anómalas han aumentado los casos y las complicaciones de los alérgicos respiratorios, incrementando las consultas en los servicios urgencias de la atención primaria y hospitalaria, con un aumento de derivaciones en los Servicios de Alergología y el consiguiente impacto en las listas de espera.

La Societat Catalana d'Al·lèrgia i Immunologia Clínica (SCAIC) estima que el 25% de la población sufre rinitis y/o conjuntivitis alérgica y hasta un 12% asma alérgica. Las sensibilizaciones más prevalentes en los pacientes alérgicos son al polen de gramíneas (51,6%), plátano de sombra (38,7%), olivo (35,5%), cupresáceas (22,6%), céñigo (6,5%), parietaria (10%) y alternaria (17%). La prevalencia es mayor en las ciudades y puntos del territorio con altos niveles de polución.

Cambio si llegan lluvias

El escenario podría cambiar si llegan episodios de lluvias. Si esto ocurre, y las precipitaciones son intensas y durante horas diurnas, arrastrarán el polen hacia el suelo (podría pasar con ciprés y plátano) y, si son pausadas, aportarán agua para las plantas que deben florecer próximamente, sobre todo las hierbas. Eso podría incrementar las polinizaciones y alargar su periodo de presencia en el aire de la parietaria, gramíneas, céñigo, plantaje y artemisia principalmente.

Otro factor que podría aliviar la polinización es que las temperaturas no sean tan elevadas como se prevé. Esto posibilitaría alargar la polinización de las plantas (sobre todo de las herbáceas).

Otra posibilidad es que se produzcan episodios de viento muy fuertes de direcciones sin o con poco polen (por ejemplo, de mar hacia tierra), lo que puede disminuir las concentraciones y modificar la composición del espectro polínico.

Según la XAC, los tipos de polen alergénico más abundantes en general a la atmósfera de Catalunya son las cupresáceas (cipreses, tuyas, enebros y sabinas) (20,8%), el plátano de sombra (9,7%), las oleáceas (olivo, fresno y aligustre) (8,6%), la parietaria (5,3%), las gramíneas (4,3%) y los céñigos (2,4%), con importantes variaciones en la cantidad según las zonas geográficas y climáticas de Catalunya. Las esporas del hongo alternaria, a pesar de su significación en alergia, no se encuentran entre las más abundantes en el aire (entre 1 y 2% del total de esporas).

La XAC ha realizado un estudio de las tendencias de la cantidad total anual de siete tipos principales de polen y una espora de hongo, medidos en las nueve localidades de estudio desde el año 1994. Considerando como buenas las tendencias decrecientes y como malas las crecientes, han obtenido que la localidad donde más tipos de pólenes están decreciendo es Manresa, seguida de Bellaterra, Tarragona, Gerona, Vielha, Barcelona, Planes de Son, Tortosa y Lérida.