Testimonio

"A mí no me han educado así": Una usuaria con esclerosis múltiple denuncia falta de empatía en el metro de Barcelona

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Pasajeros en el metro de Barcelona.

Pasajeros en el metro de Barcelona. / ANA PUIT

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"Ha vuelto a pasar". "A mí no me han educado así". En los últimos días, una usuaria del transporte público de Barcelona ha compartido mensajes de impotencia en redes sociales, que han sido ampliamente comentados en Twitter. Se trata de una persona con esclerosis múltiple, con problemas de equilibrio y que utiliza bastón, a quien, asegura, a menudo no ceden el asiento en el metro. Ni siquiera los de color gris, indicados como reservados para personas con dificultades.

La usuaria, una mujer joven, explica su problema a la hora de mantenerse en pie viajando en metro: "Mi lesión en este brote de esclerosis es en el cerebelo. Eso quiere decir que se me altera el equilibrio". "Ir en metro de pie, para mí, equivale a ir en una lancha a 50 nudos", cuenta.

En su publicación, la usuaria añade la fotografía de unos asientos reservados del metro totalmente ocupados. "Entiendo que tengo que asumir que todos tienen una incapacidad invisible", comenta con ironía. "Todo el mundo con sus ojos pegados en el móvil y de cachondeo", añade.

En la publicación, la usuaria lamenta que el hecho de llevar bastón no sea suficiente para que el resto de viajeros empaticen con ella y la dejen sentarse. Asimismo, reconoce que a ella misma le cuesta reclamarlo. En el caso del día de esta publicación, la joven explica que fue otro viajero quien la ayudó: "Hoy la luz la ha arrojado un hombre que, cuando yo llevaba seis paradas de pie, se ha acercado a un grupo de adolescentes y les ha dicho que yo llevaba bastón. Se han levantado y me he sentado, no sin antes darle las gracias a ese hombre, por hacer lo que yo no me atrevo a hacer: remover conciencias".

"A mí me educaron como a ese señor. Con la sensibilidad y empatía por los necesitados o impedidos. Algún día tendré su valentía para reivindicar un asiento. Lo haría por otro, eso sí, pero no por mí. Me cuesta", reflexiona la mujer, quien a su vez lanza un grito de indignación por el comportamiento de algunos ciudadanos: "De verdad que sigue sorprendiéndome por qué soy tan tonta que pienso que la gente es como yo: que si veo a alguien con bastón, le cedo mi asiento".

Después de vivir numerosas experiencias similares, la joven asegura que intenta "amoldar" sus horarios de uso de transporte público para no coincidir con máxima afluencia de usuarios, momento en que es todavía más complicado que alguien ceda su codiciado asiento. "Si tengo que llegar una hora antes al médico, pues lo hago con tal de no cogerlo en hora punta", cuenta.

Ante esta situación, la usuaria ha reclamado a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) realizar más a menudo campañas de sensibilización, para que los ciudadanos no se olviden de la importancia de estos gestos. "Sé que soléis hacer estas cosas, pero rápido la gente se olvida", lamenta.