El tren de la historia

Carme Karr, referente feminista

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Las mujeres que luchan ahora son herederas de otras generaciones que ya levantaron su voz

Carme Karr

Carme Karr / Karr i Alfonsetti, Carme. Barcelona, 1865 – 1943. Escritora y pensadora feminista.

Xavier Carmaniu Mainadé

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Dentro de diez días será 8M, una fecha que en los últimos años se ha hecho un hueco en la agenda política a regañadientes de la clase dirigente. Basta con recordar cómo las manifestaciones feministas de 2018 pillaron a contrapié a partidos y gobiernos, que se apresuraron a colgar lazos morados en todas partes, incluso en la solapa de quienes menosprecian las reivindicaciones de las mujeres. Es innegable que vivimos una ola feminista de una potencia arrolladora, pero no es ni la primera ni la segunda. Las luchadoras de ahora son herederas de otras generaciones que también levantaron la voz para hacerse valer.

Esta semana en el Tren de la Historia damos la bienvenida a nuestros oyentes así: “El catalán intelectual, científico, artista, ha vivido sin hacer nada por la mujer, sin interesarse por ella, como si no fuera más que una máquina maternal o un objeto de lujo, algo imprescindible, pero sin gran trascendencia, en una palabra, algo poco más necesario que el tabaco”.

Lo escribió Carme Karr en 1907 en el primer número de la revista 'Feminal' para explicar por qué había decidido poner en marcha aquella publicación. Estaba harta de ser invisible. O mejor dicho, que los hombres la invisibilizaran a ella y a otras como ella. La cabecera se editó mensualmente desde 1907 y hasta 1917. Como nos cuenta la historiadora Isabel Segura, a lo largo de aquella década 'Feminal' se convirtió en el altavoz de una generación de mujeres que dijo basta y no se resignaba a seguir las imposiciones de una sociedad que las quería relegadas a un sometimiento total a los hombres.

Buena formación intelectual

Aunque pueda parecer contradictorio, el contexto familiar de Carme Karr ayuda a entender porqué se convirtió en un referente del feminismo en Cataluña. Nacida en Barcelona en 1865, era sobrina del novelista francés Alphonse Karr e hija de un ingeniero que tenía el cargo de cónsul de Francia en la capital catalana. Esto le permitió tener una muy buena formación intelectual y estar en contacto con la realidad europea, en la que proliferaban las entidades de mujeres.

De entrada, Karr empezó a colaborar con revistas ya existentes. Por ejemplo, en 1902 escribió por la famosa cabecera modernista “Joventut”, desde donde no dudó en polemizar con los grandes intelectuales del momento como el escritor noucentista Eugeni d'Ors que desdeñaba los postulados feministas.

Aquello le sirvió de rodaje antes de poner en marcha 'Feminal', donde poco a poco se fue planteando qué era el feminismo. Primero se limitaba a reclamar el derecho a la educación y la profesionalización de las mujeres, pero después avanzó hacia la reivindicación de los derechos políticos. Siguiendo esta línea, una vez cerrada la etapa 'Feminal', dio un paso más y en 1921 constituyó Acció Femenina, una entidad formada por mujeres de toda condición social, con la idea de conseguir el sufragio femenino. Ese anhelo no se convirtió en realidad hasta que llegó la Segunda República.

El voto femenino

No fue fácil porque una cosa es cambiar las leyes y otra las mentalidades, que siguen un proceso mucho más lento. Buena prueba de ello es que a los hombres que lideraban los partidos (tanto de izquierdas como de derechas), les costó aceptar la incorporación de la mujer en la política. No es de extrañar que a la hora de abordar este tema, nuestro invitado Josep Lluís Martin Berbois titulara “Ignoradas pero deseadas” su libro sobre el rol de la mujer durante las elecciones republicanas. Con él desmontamos la leyenda de que las formaciones conservadoras ganaron los comicios generales de 1933 porque se beneficiaron del voto femenino. Es una teoría que para nada cuadra con la realidad porque en los comicios de febrero de 1936 ganaron las izquierdas y bien que votaron a las mujeres también.

La guerra civil y la dictadura supusieron una ruptura abrupta y traumática para los avances del feminismo, borrando del mapa la vida y obra de muchas mujeres en ámbitos donde eran mucho más importantes de lo que imaginamos, como la música. Lo ha dejado bien claro la tesis doctoral de la musicóloga Maria Teresa Garrigosa, que ha localizado a decenas de mujeres de los siglos XIX y XX que fueron compositoras y concertistas, algunas de las cuales, además, alcanzando niveles de excelencia que hacen incomprensible que ahora no las conozcamos.

Por suerte, Garrigosa también es soprano y además de la tesis, ha grabado dos discos con temas de creadoras como Lluïsa Casagemas, Narcisa Freixas, Ònia Farga o la propia Carme Karr, que como dice nuestra invitada tuvo un papel crucial en el actividad musical femenina. Para saber cómo sonaban las piezas de estas compositoras basta con subir al Tren de la Historia.