Los niños del colegio La Pau de Barcelona tienen, por fin, cocina propia

Pese a que partían de una situación más que complicada -el 30% de las familias de la escuela son de Sant Adrià, con lo que no tenían derecho a voto, y la brecha digital entre sus vecinos es profunda, con lo que muchas familias no sabían cómo votar, ya que el proceso participativo era 'on line'-, los vecinos del barrio de La Verneda i La Pau hicieron posible lo imposible: lograron que el proyecto de construcción de la cocina en la escuela La Pau estuviera entre los más apoyados en las votaciones de los presupuestos participativos impulsados por el Ayuntamiento de Barcelona en el desigual distrito de Sant Martí.

La Pau, una escuela con 50 años de historia cuyas familias llevaban muchísimos pidiendo cocina propia, al fin la ha estrenado gracias al trabajo codo con codo de la comprometida comunidad educativa del centro y la menos menos entregada asociación de vecinos de La Verneda i La Pau.

Hasta ahora dependían de un servicio de cátering y, obviamente, no era lo mismo. "El 40% de familias de nuestro colegio tiene situaciones personales y económicas muy vulnerables y tener un buen plato en la mesa cocinado el mismo día es muy importante", señalaba Vanesa, madre del colegio, en una emocionante audiencia pública durante el proceso de votación. La Pau era, además, la única escuela pública del barrio que no disponía de cocina propia, así que la petición trascendía al colegio y se convirtió en la lucha de todo un barrio por no dejar a ningún niño atrás, una lucha, esta vez sí, con final feliz.

Además, el proyecto ganador de las votaciones de los presupuestos participativos iba más allá de construir una cocina. Incorporaba también la perspectiva de género: la construcción de la cocina buscaba ayudar a la conciliación familiar y laboral de las familias ofreciendo una alternativa en la hora del mediodía, además de favorecer la igualdad de género contratando a hombres y mujeres para llenar de olores y sabores saludables -otro de los puntos importantes del proyecto- el flamante equipamiento.

Las obras, que empezaron en julio de 2021 y han contado con un presupuesto de 400.000 euros, también han incluido el cambio de mobiliario del comedor -mesas y sillas- además de la adecuación del pavimento.

La iniciativa

En mayo de 2021, cerca de 40.000 vecinos de Barcelona decidieron, con sus votos, destinar 30 millones de euros del presupuesto municipal -cifra que antes del covid tenía que ascender a 75, pero las urgencias de la pandemia obligaron a redimensionar la iniciativa- a impulsar 76 proyectos de inversión en todos los distritos. En el de Sant Martí, donde se encuentra el colegio La Pau, un total de 7.996 personas participaron en las votaciones para repartir los 3,6 millones de euros asignados al distrito, uno de los más desiguales de la ciudad, donde conviven el siempre batallador Besòs con la rica La Vila Olímpica. Se escogieron siete proyectos, dos de los cuales ya han finalizado (uno de ellos la cocina de La Pau, inaugurada a finales del pasado mes de enero con una gran fiesta). El resto se tendrían que terminar de ejecutar a lo largo de este 2023.