Música electrónica y luces láser

Los asistentes de la rave de Tarragona empiezan a desalojar la zona

Los agentes han dejado en libertad a dos personas detenidas por atentado contra la autoridad

La 'rave' de Sarral deja sin dormir a los vecinos: "Los cristales temblaban"

La 'rave' de Sarral deja sin dormir a los vecinos: "Los cristales temblaban". / FOTO Y VÍDEO: JORDI MARSAL / ACN

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Los centenares de asistentes a la fiesta rave que se celebra desde la noche del viernes en el municipio tarraconense de Sarral han comenzado a desalojar la zona en la que estaban acampados, según han informado a EFE fuentes de la policía catalana. Los agentes han dejado en libertad a dos personas detenidas por atentado a la autoridad.

La celebración se ha saldado con la denuncias de cinco conductores por dar positivo en la prueba de droga en los controles de acceso y a seis más por conducir vehículos que no habían pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Además, los agentes se incautaron durante el fin de semana de material destinado a la fiesta, especialmente equipos de música. Los Agentes del servicio de Trànsit de los Mossos mantienen esta noche reforzada la vigilancia en las carreteras que confluyen en Sarral para facilitar la salida de vehículos, especialmente en la autopista AP-2. 

La fiesta, que se ha prolongado durante todo el fin de semana en un paraje boscoso y de cultivos en Sarral desde el viernes, ha congregado a unas 700 personas venidas de diferentes partes de Europa, como Francia, Alemania o Italia, que han dejado sin dormir a algunos vecinos por la música electrónica y las luces láser, según informó ACN. "Fue movidito. Venimos a buscar tranquilidad y nos hemos encontrado con la 'rave' esta. Mucho ruido, sobre todo por la noche. De madrugada, incluso los cristales temblaban. Un ruido impresionante", relató Mercè Borràs, una de las vecinas de Montbrió de la Marca, en el municipio de Sarral. "Hemos descansado poquísimo. Te ibas despertando cada rato por el ruido. Te ibas durmiendo porque tienes sueño pero te lo cortaban toda la noche", certifica su marido, Josep Ramon Òdena. Ambos residen en Alcover.

Eso sí, los pocos jóvenes del municipio aprovecharon la cercanía para disfrutar de un acontecimiento insólito en este pequeño y tranquilo núcleo de la Conca de Barberà, de apenas 12 vecinos. "Estaba muy bien organizado. Cenamos, nos tomamos cuatro cervezas, bailamos, había buena música. Movía mucha gente y, por eso, ya hacía cierta gracia. Funciona muy bien. Había un estilo de gente muy variada", ha relatado Llorenç Vilabella, quien tras enterarse de la fiesta por el "ruido" las redes sociales, el sábado decidió subir hasta la zona. "Si estuviera cada día, pero un fin de semana al año que están ahí... Al contrario, aquí en el pueblo todavía lo encuentro animado", ha subrayado.

Pese a que la organización hablaba de unas 7.000 personas congregadas, los cálculos de los Mossos rebajaron esta cifra a entre 600 y 700 personas a uno zona que se sitúa a unos cinco kilómetros del casco urbano del municipio tarraconense y en cuyo acceso se ha situado desde el sábado efectivos policiales para evitar la llegada de más asistentes.

Control policial

Los Mossos d'Esquadra han mantenido los dos puntos de control: uno, en el acceso principal por Sarral, y el otro en la carretera de Vallespinosa, LV-2015. Fue ese dispositivo el que detuvo el sábado a dos personas por atentado contra agentes de la autoridad. La primera, por no detenerse en un control y golpear a un agente, que ha quedado herido leve. Y la segunda por peligrosidad y consumo de sustancias estupefacientes. También se han tramitado cinco denuncias por test de drogas positivos al no disponer de la ITV.

La fiesta ilegal de Sarral empezó el pasado viernes por la noche. La gran mayoría de asistentes llegaron entonces al punto de encuentro, situado en la zona de la Font de l'ermita dels Sants Metges. El sábado por la mañana, las fuerzas policiales desplegaron un dispositivo para limitar el acceso a las diversas vías que conducen hasta la 'rave' para impedir la llegada de más participantes. También se intervino material para la fiesta. 

Temor a los daños

La alcaldesa de Sarral, Maria Victoria Canyís, ha reiterado la preocupación manifestada por los vecinos sobre los daños que la fiesta ilegal puede ocasionar en un paraje boscoso que toca con la Red Natura 2000, donde habitan especies en peligro de extinción como el águila perdicera. Uno de los quebraderos de cabeza principales, ha reconocido, ha sido la posibilidad de que se prendiera fuego accidentalmente, en una zona protegida y con fauna también como jabalíes y corzos.

Canyís entiende las molestias de los vecinos. "Fue una sorpresa el nivel de coches, camiones, furgonetas y camiones que llegaban al pueblo. La primera sorpresa era la gran cantidad y, a menudo, los gps los llevaban a lugares donde no había salida y los camiones no podían pasar. Esto eran maniobras y ruidos. Mucha gente, cuando cortaron los accesos directos, aparcaban en cualquier sitio y se marchaban caminando", ha apuntado.

El ayuntamiento calcula que el miércoles o el jueves llegaron los vehículos de la organización, "muy preparados", camiones con rampas y ganchos para estirar a los que tenían dificultades para pasar, según constataron los Mossos. El viernes por la noche, los controles detuvieron 200 vehículos: algunos aparcaron por la zona urbana y buscaron vías alternativas. Pero Canyís cree que esto detuvo la afluencia en buena medida.

Fiesta ilegal en Lleida

Los Mossos d'Esquabra han informado a Europa Press de la celebración de otra fiesta ilegal, en este caso en los terrenos de una masia de Torà, en Lleida, en la que participan entre 400 y 500 personas. La policía catalana tiene montado un dispositivo en la zona con controles de acceso para evitar que se sumen más personas, además de realizar pruebas de alcolemia a los que salen del recinto. De momento, no ha habido ninguna detención ni se ha intentado desalojar la zona.