Transporte público en Catalunya

Obras en Rodalies: "No es llegar tarde al trabajo, es después no llegar a recoger a tus hijos"

Los habituales de la R-2 Nord y la R-11 calculan que el corte en Sant Andreu incrementará 60 minutos el tiempo diario que emplean para ir y volver a Barcelona

sant andreu comtal

sant andreu comtal / Ferran Nadeu

Helena López

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Media hora más para llegar al trabajar y otra media hora más para volver a casa. Esa es, de media, la "nueva normalidad" que espera a cientos de usuarios diarios de las líneas R2-Nord y R-11 de Rodalies -líneas que suman 34.500 viajes al día- durante los próximos meses; mínimo hasta el 10 de diciembre, fecha en la que está previsto que finalice el corte de estas dos líneas en la vieja estación de Sant Andreu. Durante este tiempo, las personas que viajan desde el Vallès Oriental (R-2) o desde Girona (R-11) deberán coger en Sant Andreu la L-1 -la roja-, cuya estación está a algunos metros de distancia, para desplazarse en metro hasta sus puestos de trabajo (estudio o visita médica).

Este lunes los miles de viajeros que ya estaban advertidos han madrugado un poco más de lo habitual. "A ver qué nos encontramos", era el sentimiento generalizado, una vez asumido que las cosas iban así y que la vuelta a la rutina este septiembre se iba a hacer un poco más dura si cabe.

La peregrinación

A su llegada a la estación de Sant Andreu, los viajeros que tenían la suerte de que su convoy parara en el andén más cercano a la estación -es una lotería, toca el andén que toca- se han ahorrado tener, además, que peregrinar por el puente hacia la estación y hasta la calle. Teniendo que cruzar el punto o sin tener que hacerlo, nadie se ha ahorrado las aglomeraciones, que se han vivido tras la llegada de cada tren, ya que mientras duren las obras las entre 700 y 800 personas por tren bajan todas en la misma estación.

Tras dejar atrás la estación de tren la gran mayoría lo viajeros se ha dirigido hacia el metro -la opción más fácil- aunque Rodalies ha habilitado también buses lanzadera en la misma estación para ir hasta La Sagrera-Mediana, donde enlazar con la línea azul. "Después de estudiármelo mucho, he pensado que la mejor opción es coger la roja hasta Santa Eulàlia y de ahí andar", asegura Júlia, usuaria que normalmente bajaba en Sants. Este lunes, en vez de coger el tren de las siete menos diez de la mañana ha cogido el de las seis y media, y aún así no ha llegado a la Ciutat de la Justicia a las ocho, su hora de entrada al trabajo, sino a las ocho y cuarto. Para esta trabajadora, más allá de la gratuidad del metro -Rodalies cubre el billete de metro en el trayecto que este sustituye al tren- lo que se debería de favorecer es el teletrabajo. "No es sostenible dedicar todavía más tiempo al transporte habiéndose demostrado durante la pandemia que había alternativas", añade la viajera a quien, como madre, le preocupa la vuelta -llegar a casa para seguir con la otra jornada, la de criar a sus hijas- casi tanto como la ida.

¿Y cuando haya una incidencia?

Las palabras de Júlia son aplaudidas por Gina, otra usuaria de la misma línea, que añade también el temor a "qué pasará el día que haya una incidencia". Todo el mundo tiene en la cabeza lo que sucedió hace apenas unos días, aquel viernes negro en el que Catalunya se levantó sin absolutamente ningún tren. "Y no hace falta irse a casos tan extremos, los retrasos no tan aparatosos, pero retrasos, son muy habituales, y la situación con estos nuevos horarios ya está muy al límite", añade la joven, quien trabaja en la zona de Verdaguer.

Ambas usuarias han tenido que dejar pasar esta mañana un metro en Sant Andreu porque iba tan lleno que les ha sido imposible entrar. "La guinda son los muchísimos usuarios sin mascarilla en el metro pero mira, hoy todavía lo llevamos con resignación, pregúntanos de aquí a un mes", ironizaban.

Los usuarios que se han tomado peor la situación son los que no suelen coger el tren a diario, muchos de los cuales no conocían el corte y, estos sí, han llegado tarde al médico o a aeropuerto (el tren del aeropuerto hasta diciembre no pasará por El Clot, nacerá y morirá en la Estación de França y de ahí irá a paseo de Gràcia).

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