Transporte público

Corte de Rodalies en Sant Andreu Comtal: 11 semanas de "aventura diaria"

Los viajeros de la R2 y la R11 colapsan la entrada del metro en hora punta para poder seguir hacia el centro de Barcelona, mientras Adif se esmera en insertar las vías de estas dos líneas dentro de la futura estación de la Sagrera

Los usuarios hablan de "caos" y "cachondeo", pero que haya obras y afectaciones también es síntoma de que algo al fin se mueve en la mejora de las infraestructuras ferroviarias en Catalunya

Aglomeraciones en el primer laborable del corte de la R-2 Nord y la R-11 de Rodalies en Sant Andreu

Aglomeraciones en el primer laborable del corte de la R-2 Nord y la R-11 de Rodalies en Sant Andreu. / FOTO Y VÍDEO: FERRAN NADEU

Carlos Márquez Daniel

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La editorial Timun Mas se hizo de oro en los años 80 con una serie de libros en los que el lector era amo y señor del desenlace de la trama. "Tú eres el protagonista de esta historia, elige entre 20 soluciones diferentes", rezaban los volúmenes, bajo el antetítulo de "elige tu propia aventura". Esa sensación de mariposas en la panza es la que este lunes han experimentado muchos usuarios de Rodalies. En concreto, los viajeros que bajan a Barcelona desde Portbou (R11) o desde Maçanet (R2 Nord). Pero aquí, a diferencia de aquella entretenida lectura, la mañana, y las que faltan hasta el 2 de diciembre, apenas ha destilado emoción positiva aunque uno, efectivamente, pudiera escoger cómo finalizar su camino.

Larga procesión de pasajeros en Sant Andreu Comtal para coger el metro y poder entrar de pleno en la gran ciudad. Muchas dudas en el vestíbulo, porque nadie sabe por qué vía vendrá el próximo tren. Informadoras con paciencia de elefante pero sin apenas nada que reportar. Todo, porque un poco más allá se trabaja en la estación de la Sagrera. Todo, al fin y al cabo y ahí está la ironía, porque tras muchos planes prometidos, por fin Catalunya avanza en materia de infraestructuras ferroviarias.

Empecemos con la información de servicio público. Desde este lunes y hasta el 2 de diciembre, los trenes de la R11 y la R2 tienen origen y final en Sant Andreu Comtal, puesto que la circulación está interrumpida hasta. Razón: en estos dos meses y medio se trasladarán las vías al interior de la futura estación intermodal de la Sagrera, cosa que ya se hizo en el pasado con los trenes del Maresme. Los usuarios que lleguen al viejo apeadero tienen dos alternativas: caminar tres minutos y coger la L1 del metro (parada de Sant Andreu) o, solo en horas punta, coger el bus lanzadera que les deja en La Sagrera-Meridiana (una opción que bien pocos han abrazado este lunes). También existe la posibilidad de coger un autobús de Renfe en Granollers (con mismo destino) o bajar en alguna estación, como Montcada, que coincida con otra línea de Rodalies que sí entre en Barcelona sin más sobresaltos de lo habitual. Hay, por supuesto, otras alternativas, como recurrir a las líneas de bus interurbano o coger el vehículo privado.

"Muy serios"

El principal problema se ha registrado en la hora punta matinal, con aglomeraciones en la entrada de metro que han hecho coincidir a los que llegaban a Sant Andreu con los que pretendían llegar al centro de Barcelona. El vestíbulo, con el lío de la compra de billetes, que si el de Rodalies vale o no vale (sí sirve, no hay que comprar otro), era un amasijo de usuarios del transporte público que no ha amainado hasta pasadas las nueve de la mañana. El trayecto desde Rodalies hasta el metro es de unos tres minutos, con dos pasos de peatones, un semáforo, cinco bares y una fuente por el camino. Una patrulla de la Guardia Urbana se ha encargado de organizar la lengua humana hacia el subterráneo. "Apenas se han quejado, pero van muy serios, eso sí", relata uno de los agentes.

Aglomeración de viajeros de Rodalies en el acceso al metro de Sant Andreu, a primera hora de la mañana de este lunes.

Aglomeración de viajeros de Rodalies en el acceso al metro de Sant Andreu, a primera hora de la mañana de este lunes / Ferran Nadeu

Palabras como "caos", "desorden", "cachondeo" o "desastre" aparecen en muchas de las conversaciones con o entre los afectados. Aunque más de uno, quizás los más duchos en el manejo de la información, ha señalado que en el futuro, cuando la Sagrera esté terminada, "todo irá un poco mejor". "O eso espero", ha puntualizado el joven consultado, estudiante de la UPC. Si complicado lo tenían los que llegaban a Barcelona, con un tiempo de viaje que podía llegar a doblarse en el caso de tener que recorrer toda la L1 (unos 50 minutos), menos fácil lo tienen los que parten de Sant Andreu Comtal.

En la estación hay no menos de 30 personas con peto de Renfe, de Adif o de seguridad. Ninguno de ellos sabía por qué vía vendría el próximo tren, lo que ha obligado a mantener a los viajeros o en el vestíbulo o en el puente, a pleno sol, porque bajar a uno de los andenes daba un 50% de acierto.

Tareas pendientes

"Esto va a ser así cada día?", ha preguntado una viajera con destino Girona. "No lo sabemos, será una aventura diaria", ha admitido una de las informadoras. "Aquí nos vamos a poner morenos", ha bromeado. El convoy que ha llegado poco después de las 11 se ha ido vacío. Una avería, asegura personal de Renfe, obliga a que salga vacío. Un tren menos. "El resto vienen con retraso pero irán viniendo". "¿Pero cuándo?". "Eso no lo sabemos". Y así todo el rato, con mucha más resignación que nervios con peligro de desborde.

Aspecto que presentaba un vagón de la L1 a primera hora de la mañana de este lunes a la altura de Sant Andreu

Aspecto que presentaba un vagón de la L1 a primera hora de la mañana de este lunes a la altura de Sant Andreu / Ferran Nadeu

El corte de las líneas R2 y R11 se suma a una larga lista de afectaciones en Rodalies que ya empezaron en abril. Responden al plan anunciado en abril de 2020 por el Gobierno, que promete una inversión de 6.400 millones hasta 2030 para mejorar las infraestructuras ferroviarias en Catalunya. No es la primera vez que desde Madrid llega semejante compromiso, pero sí es la primera vez que el compromiso se acompaña de licitaciones concretas y de adjudicaciones. Es decir, dinero sobre la mesa.

El corte de este lunes responde a la necesidad de integrar las vías de estos dos trazados en el interior de la futura estación de la Sagrera. Esta maniobra, que ya se hizo en diciembre de 2020 con la R1 del Maresme, permitirá, entre otras cosas, abrir en un futuro próximo la nueva estación de Sant Andreu. Para 2025 se prevé que también esté dentro de la terminal el ramal de la alta velocidad, que sigue sin fecha concreta para su estreno.