Los expertos recomiendan al Govern apostar por el horario de invierno

Falta por ver qué decide el Gobierno de Pedro Sánchez. No digamos ya la Unión Europea. Pero mientras eso llega, Catalunya va sentando sus propias bases sobre el cambio de hora. El consejo asesor de la reforma horaria ha llegado a la conclusión de que lo mejor es quedarse con el horario de invierno, y así lo ha hecho saber al Govern de Quim Torra, cuya portavoz, la ‘consellera’ de Presidència Elsa Artadi, ha hecho público el dictamen de los expertos este martes. Está por ver, sin embargo, y eso parece que lo supeditan a un pacto entre distintos estados, si también se modifica el huso horario, esto es, si conviene adaptarse el que tocaría (el mismo que Londres y Lisboa) o si se mantiene el de Berlín y París.

El debate se abrió a finales de agosto después de que una macroencuesta europea -4,6 millones de personas- dejara claro que los ciudadanos comunitarios (un 80%) están hartos de tener que mover las manecillas del reloj dos veces cada año, en marzo y en octubre. Con ese dato, la Comisión Europea está estudiando modificar la normativa que regula el cambio de hora en el continente, vigente desde 1974. Todo apunta a que se eliminará, dejando que los países decidan si prefieren el horario de verano o el de invierno.

De noche al cole

Los expertos de la reforma horaria en Catalunya parecen haber dado la razón a la Sociedad Española del Sueño (SES), que el pasado abril recomendó decantarse por el de invierno, puesto que, de lo contrario, las mañanas en los meses fríos serían demasiado oscuras a primera hora, lo que podría afectar al rendimiento escolar y laboral. El sol, en determinadas semanas del año, no asomaría hasta las 9.15 horas. El dictamen de los expertos insta a elegir "el horario que permita la mejor adecuación entre la luz solar y el ritmo de actividad mayoritario de la población". Lo que defienden, en definitiva, es que el ser humano requiere de una luz determinada para realizar las actividades que desarrolla a lo largo del día. Es lo que se conoce como ritmo circadiano, algo así como el reloj interno que hace que las personas puedan rendir como deben. 

El Gobierno anunció a principios de septiembre la creación de una comisión de expertos que debe estudiar los efectos del cambio de hora y la hipotética recuperación del huso horario de Europa Occidental. Esto último, de ser aprobado, requeriría de un pacto con el resto de países que siguen anclados en el reloj alemán: Francia, Holanda, Bélgica, Luemburgo o Italia. La propia comisión de expertos de la reforma horaria, conscientes de las repercusiones económicas de la medida, ha supeditado esa decisión a ese pacto entre estados al que ha hecho referencia la propia Artadi, destacando el acuerdo con Francia, durante la rueda de prensa posterior a la reunió del Consell Executiu del Govern.

Preguntada sobre la evolución de la reforma horaria, el cambio de hábitos que busca europeizar las rutinas ciudadanas, Artadi ha asegurado que el momento cero, el punto en el que se podrá empezar a aplicar, llegará "en un par o tres de años". El Govern anterior, sin embargo, con Neus Munté como 'consellera' de Presidència y portavoz, dijo que el nuevo modelo social sería una realidad a partir del 2025. La todavía candidata del PDeCAT a la alcaldía de Barcelona lo anunció en junio del 2017, un mes antes de firmar, junto a más de un centenar de entidades, el pacto nacional por la reforma horaria. Ya entonces quedó clara tanto la buena intención como la ausencia de una hoja de ruta para conseguir ese cambio de hábitos que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Los cambios de Govern, en este sentido, no han ayudado a avanzar en la materia.

Esa modificación de hábitos deberá ser progresiva y en cadena, empezando por la administración pública y siguiendo con la educación, las actividades extraescolares, los horarios laborales, el comercio, el ocio y la televisión, que tendrá un papel determinante si avanza el 'prime time' nocturno.