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Crítica de 'El resort': de la comedia romántica al misterio y más allá

Crítica de 'El resort': de la comedia romántica al misterio y más allá / Peacock

Juan Manuel Freire

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El guionista Andy Siara recibió todos los parabienes con 'Palm Springs', seguramente la mejor comedia romántica de los últimos años, espléndida revisión de 'Atrapado en el tiempo' con dos personajes (y no solo un solitario Bill Murray) en lidia con las complicaciones de estar encerrados en un bucle eterno.

Lo mejor que puede decirse de 'El resort', serie de su creación, es que sigue los parámetros de aquella película revelación: Siara sigue empeñado en reivindicar las esencias de la comedia romántica y, a la vez, complicar y enrarecer dicho género de la mejor manera, sacudiendo el modelo con inesperadas ráfagas de oscuridad o inyecciones de ciencia ficción. Además, de nuevo estamos ante un raro caso de comedia actual visualmente interesante, algo que ahora debemos agradecer no a Max Barbakow sino a otro director, Ben Sinclair, creador y protagonista de 'High maintenance', aquí también empleado como actor. 

Y de nuevo como en 'Palm Springs', la protagonista femenina es la gran Cristin Milioti, que tras revelarse como la madre de 'Cómo conocí a vuestra madre' ha ido contribuyendo a algunos grandes hitos de las series recientes, como el episodio 'USS Callister' de 'Black mirror' o el inolvidable 'Muerte silenciosa y oscura' de 'Mythic Quest'. Como en este último, Milioti vuelve a mostrar igual capacidad para el momento bobalicón y para el golpe emocional, habilidades compartidas con su partenaire William Jackson Harper, que lo mismo borda a un 'nerd' indeciso en 'The good place' que desborda serena nobleza en 'El ferrocarril subterráneo'.

Esta pareja estelar se marca una lección de química como Emma y Noah, matrimonio en horas dudosas que celebra (es un decir) su décimo aniversario escapándose a un resort de la Riviera Maya, uno tan lujoso como los vistos en 'The White Lotus', pero, para bien o para mal, con todavía más elementos misteriosos en su interior y sus alrededores. Después de que un accidente de quad la haga topar con un Motorola Razr de los dosmil, Emma se propone resolver, con tibia ayuda de su marido, la doble desaparición que tuvo lugar en un resort cercano quince años atrás. Observamos así en paralelo la no poco encantadora historia de amor del apocado Sam (Skyler Gisondo), cuyos padres están encarnados por los grandes Dylan y Becky Ann Baker, y la mucho más aguerrida Violet (Nina Bloomgarden), cuyo padre viudo está encarnado por el siempre fiable Nick Offerman.

Es una idea no poco manejada en los últimos tiempos: la pareja en crisis que usa un misterio para tratar de arreglar su relación, como Adam Sandler y Jennifer Aniston en 'Criminales en el mar' o Issa Rae y Kumail Nanjiani en 'Los tortolitos'. Por suerte para todos, 'El resort' es mejor, mucho mejor que ambas pifias de Netflix y está a la altura de buenas series recientes sobre detectives aficionados como 'Search party' o 'Solo asesinatos en el edificio'

Un poco en la línea de estas dos últimas, 'El resort' se presenta como pura comedia para revelarse más pronto que tarde como experimento con los tonos y géneros. Conforme avanza la acción, a Siara le interesa menos la comedia que una intriga de múltiples hilos y capas, retorcida e inquietante, en la que caben un imperio multidisciplinar expandido por la península de Yucatán, dientes caídos, recuerdos escurridos, iguanas decapitadas o la visión de un meteoro en camino hacia nosotros.

Como director (de los primeros cuatro capítulos, únicos puestos a disposición de la prensa), Ben Sinclair sabe cubrir todo de un aura mágica y, como decíamos al principio, buscar soluciones visuales ingeniosas para lo que otros directores de comedia habrían rodado de cualquier manera. La pantalla de un móvil se puede convertir en proyector de cine para mostrar con impacto estético el espionaje de Emma. O la pantalla partida servir para crear un diálogo imposible entre tiempos. Mención aparte merece la bella fotografía, cálida y a menudo alucinada, del portorriqueño Santiago Benet Mari

'El resort' puede parecer una serie para pasar el rato en verano, pero en realidad está aquí para acabar de derretirnos el cerebro. De las mejores formas posibles. 

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