Entrevista

'UPA Next' (Atresplayer Premium): Quique, Mónica y Marc, de niños prodigio a artistas 360

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Inés Álvarez

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Cantan, bailan e interpretan a las mil maravillas. Y eso que llevan poco más de 20 años en el mundo. Con semejante currículum, podría parecer que han sido unos niños prodigio, y un tanto repipis. Pero no: Quique González (Madrid, 2003), Mónica Mara (Barcelona, 2001) y Marc Soler (Barcelona, 1998) solo eran unos artistas que no podían esperar a ser mayores para poderlo demostrar. Y de repipis, nada. Los tres tienen en común el teatro musical, una gran escuela para todas esas disciplinas. Ahora participan en 'UPA Next', secuela de 'Un paso adelante' que emite Atresplayer Premium. La Generación Z ya tiene nuevos ídolos. 

Para unos artistas tan completos, formar parte de 'UPA Next' debe de ser un gran sueño. ¿Cómo les llegó el proyecto?

Marc Soler (M. S): Nos dijeron que habría audiciones de una nueva serie que venía de 'Un paso adelante'. Como mezcla códigos tanto de danza como de música, acrobacias, interpretación..., en el proceso de 'casting' debíamos bailar, cantar, tocar algún instrumento, hacer escenas... 

Q. G.: Fue un 'casting' de tocar muchos palos y disciplinas, sí, porque al final es lo que ocurre en la serie: que se baila, se canta, se interpreta...

Por sus edades, imagino que no verían 'Un paso adelante' en su momento. ¿Cuándo lo han hecho?

M. S.: Yo era muy pequeño. Pero cuando me dijeron que estaba en UPA Next, la vi. Y me acordaba de los personajes, de la esencia de UPA, porque fue un fenómeno tan grande… Se dejó de emitir en 2006, pero el fenómeno continuó. 

M. M. : Quedó muy presente en la memoria colectiva. Que terminara de rodarse no quería decir que dejaran de ser estrellas sus protagonistas.

Q. G.: Al revés, de hecho se impulsó e hicieron conciertos y giras.

«Fue un ‘casting’ de tocar muchos palos, porque en la serie se baila, se canta, se interpreta...»

— Quique González, actor

Quique y Mónica, ¿y ustedes?

M. M.: Yo la había visto en la cuarentena, que se puso de moda. Pillé a mi madre mirándola, y me vi algunos capítulos con ella. Cuando me dijeron que sí, pensé: voy a analizar el universo del que proviene la serie.

M. S.: Exacto, para saber un poco. Aunque es un código distinto, porque ha evolucionado 20 años...

M. M. : Pero es el mismo universo.

Q. G.: Sí, había que saber de dónde venimos. Es metodología de trabajo.

¿Les hicieron el 'casting'¡ para los personajes que han interpretado? 

M. M. : No sé si a todos. A mí sí que fue solo para Andrea.

M. S.: Los chicos audicionaron todos para Omar y a partir de ahí iban escogiendo cuál era el personaje más adecuado para cada uno. 

M. M.: De hecho, Marc Betriu, que hace de Lucas, también audicionó para el papel de Omar.

«Yo había visto ‘Un paso adelante’ en la cuarentena, que se puso de moda. Luego ya la analicé»

— Mónica Mara, actriz

¿Se identifican con alguno de los personajes de la original?

Q. G.: Omar tiene algo de Rober. Un poco en lo de chulito, de chungo, de rebelde, de macarra.... Pero también tiene la esencia de Pedro, por venir de un lugar más humilde. Tiene un poquito de ambos, y eso es bonito.

M. M.: Yo también a veces veo un poco de Silvia y de Lola en Andrea. La clase social es más de Silvia; el ballet, la elegancia.... Y, luego, de Lola tiene la inocencia y lo buena que era.

M. S.: Sergio tiene una esencia muy característica, muy diferente, muy misteriosa...Y ese misterio se irá resolviendo a través de una sensibilidad muy bonita que puede relacionarse también con personalidades de los personajes antiguos. 

¿Sergio es un poco el malote?

M. S.: Más que el malote, tiene una energía muy sibilina. Es una serpiente. Logra sus objetivos, pero nunca va por el medio, siempre por el lado. Tiene una máscara, que es la mirada, pero tendrá un momento de catarsis y veremos a un nuevo Sergio con una sensibilidad muy bonita. 

«Era muy pequeño, pero recordaba los personajes, la esencia de la original. Fue un fenómeno tan grande...»

— Marc Soler, actor

Andrea es una niña bien, dulce y feliz. Pero su vida dará un giro.

M. M.: Parte de un punto que se juega a prejuzgar, ya que se la presenta como la típica pija sin mucho fondo. Pero sucederá algo que será un punto de inflexión y determinará toda la evolución del personaje; cómo madura enfrentándose a problemas gordos y teniendo que tomar las riendas de su vida para ayudar a su padre. Se convierte de niña a mujer en poco tiempo.

¿Y Omar es el típico chulito?

Q. G.: Es un buen tipo, pero se pone una careta ante sus compañeros de la academia o de situaciones a las que no se ha enfrentado. De chungo, más de que chulo. Bueno, en la escuela sí que va de chulo, de que es el mejor, de que aquí no le manda nadie, pero luego se va metiendo en la realidad. Y no nos quedaremos con esa imagen del Omar macarra, porque vemos su parte familiar y descubrimos que tiene corazón. Entonces entendemos de dónde viene y por qué es así. 

Son artistas 360. ¿Cómo han llegado a dominar tantas disciplinas siendo tan jóvenes?

Q. G.: Nos hemos formado de muy pequeños. Yo, sobre todo, en canto e interpretación. Empecé a trabajar en teatro musical, en Sonrisas y lágrimas, y no he parado de hacerlo. Ahora acabo de participar en Grease, la gira. El teatro musical es muy positivo, porque te aporta un conocimiento en varias disciplinas: aprendes a bailar, a cantar, a interpretar... y eso es lo que te hace ser 360. Después me inicié en el audiovisual en 2022 con Días mejores, serie de Amazon Prime Video, de la que ya hemos rodado dos temporadas. Luego salió lo de ¡UPA Nexty aquí estamos.

M. M: ¡Y de aquí para arriba! Yo también empecé a los 8 años con un musical: Sonrisas y lágrimas. Compaginaba el cole con el trabajo en los musicales y empecé a formarme en todo lo que podía. Siempre quería hacer más y se lo pedía a mis padres. Surgía mucho desde la curiosidad y las ganas de aprender. Y todas las disciplinas al final se retroalimentan. Cosas que aprendes cuando estudias música las puedes aplicar al baile, porque ves más matices al escuchar la canción. Y aspectos corporales del baile, a la interpretación, porque está relacionada con el movimiento. Después fui a Los Ángeles para más cine; hice la serie de Netflix Érase una vez, pero ya no... Quique y yo nos conocimos en La voz kids.

Q. G. : Nos cruzamos bastante.

M. M.: Somos amigos desde hace años, con lo que ha sido fácil trabajar.

¿Y usted, Marc?

M. S .: Yo empecé bailando de pequeño como Michael Jackson, porque era fan. E hice la carrera de Arte Dramático, aunque mi primer trabajo fue en un proyecto de teatro musical de Dagoll Dagom: Maremar. Y vi que la danza podía ser un código más para contar cosas. Luego entré en el mundo audiovisual con la serie de Pau Freixas Todos mienten, hice dos más para TV-3 y hace poco protagonicé el filme La niña de la comunión, del género del terror, que me encanta.