SEXO, BORRACHERA Y GAMBERRISMO EN LAS CALLES

Primeras medidas contra el incivismo salvaje en la Vila Olímpica

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Es justo señalar que el distrito de Sant Martí ya le dijo a los vecinos hace algunas semanas que cortaría la calle de Moscou para que no se llenara de coches. Lo que no esperaban es encontrarse también este martes con las aceras inmaculadas y las zonas de setos, limpias de hierbajos y liberadas de la basura que los habituales del botellón suelen dejar en el lugar. "No me lo creo", dice una residente. "Mira, mira, se ve el suelo", indica otra nativa. Como los chorros del oro, pero las costumbres son puñeteras, así que basta esperar un rato para que, en plena luz del día, aparezca un espontáneo para orinar en un rincón.

Algo habrán tenido que ver ante semejante celeridad municipal las informaciones publicadas en este diario sobre el desmadre en la Vila Olímpica, sobre todo, por las imágenes de sexo oral en la vía pública, los excrementos humanos en los interfonos, los turistas dentro de contenedores o las repetidas muestras de incontinencia en las esquinas. Además de la pulcritud, ya se han instalado las pilonas para cerrar el tráfico, aunque falta la barra central, la que va con llave, que si los carteles no mienten, se colocará el 12 de julio, último día para estacionar en este 'cul de sac'.

Mar vive desde el 2005 en la calle de Moscou, en un piso que compró en 1995 junto a su hermano y sus padres. No se va porque su madre, con 97 años, no está para muchos trotes. "En cuanto falte, tengo claro que nos iremos de aquí. Esto es insoportable". Lo bueno de esta vecina es que estos días ha vivido ajena a las noticias, a la polémica suscitada por las escenas de prostitución a pocos metros de su casa. Es un testimonio virgen; para nada viciado.

ARREGLOS QUE LLEGAN TARDE

"He visto la calle mucho más limpia, sí. Pero en mi caso todo esto llega demasiado tarde". Su hijo ya se fue en cuanto pudo, y una de las razones, al margen de la laboral, de la búsqueda de nuevas oportunidades, "estaba el deseo de irse lejos de aquí". Al fondo de la calle de Moscou, Mar se fija en una pequeña zona verde situada junto a la rampa del aparcamiento, donde en alguna ocasión se han presenciado felaciones. Hasta ayer estaba hecha unos zorros. Este martes, ni rastro de basura ni de matojos. Lo mismo un poco más allá, junto a la pasarela que da acceso a pie a la calle de Salvador Espriu, la continuidad natural de los que cruzan por el parque de Carles I y buscan el frente marítimo. 

Mientras Mar explica su trayectoria vital en la Vila Olímpica, un joven gira desde Trias Fargas, avanza por Moscou 20 metros, se adentra en una esquina escondida, desenfunda el miembro y orina. Son las 12.30 del mediodía. Se sube la cremallera y se marcha; como si lo hiciera todos los días.

Esta vecina cumple años hoy mismo. Explica que hace exactamente dos años (fácil recordar la fecha por la efeméride), un joven pakistaní de 23 años apareció muerto en el parque, con la cadena de un juego infantil alrededor del cuello. "Me dijo un amigo de Parques y Jardines del ayuntamiento que la policía le aseguró que fue un ajuste de cuentas", comparte.

La calle tiene mejor cara. Pero queda pendiente, según lo prometido por el distrito a los vecinos, la mejora de la iluminación, la instalación de un carril bici en Trias Fargas y la reforma del parque, que cambiará el estanque por unos huertos urbanos.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"la pilona retr\u00e1ctil, el a\u00f1o que viene","text":"El ayuntamiento instalar\u00e1 una pilona con llave la semana que viene. De este modo, los residentes que vayan al aparcamiento al final de la calle, deber\u00e1n sacarla y devolverla a su sitio cada vez que entren y salgan. Ser\u00e1 as\u00ed al menos hasta el a\u00f1o que viene, ya que en el presente ejercicio, con los presupuestos prorrogados, no se puede destinar un solo euro a este menester. Puede que esta situaci\u00f3n genere ciertos problemas de movilidad, pues mientras los conductores colocan o sacan el hierro en el lado de Trias Fargas, deber\u00e1n dejar el veh\u00edculo justo en medio del paso de los peatones, en una zona siempre atestada de gente que viene y va a la parada de la l\u00ednea 4 de metro de Vila Ol\u00edmpica-Ciutadella. Esta medida tambi\u00e9n anular\u00e1 la zona verde, con lo que los vecinos sin\u00a0plaza subterr\u00e1nea deber\u00e1n buscarse la vida en calles cercanas."}}