Mercado de la vivienda

MAPA | Los alquileres bajan ligeramente en el área de Barcelona, pero siguen por encima de los 900 euros

Un total de nueve localidades superan los 1.000 euros de media según los contratos registrados por el Incasòl

CONTEXTO | Más del 25% de renta familiar invertido en vivienda: Badalona y Sant Cugat ya superan a Barcelona

Agencia inmobiliaria del barrio de la Sagrada Família.

Agencia inmobiliaria del barrio de la Sagrada Família. / Ricard Cugat

Àlex Rebollo

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El precio medio de los alquileres en los municipios de la metrópolis de Barcelona disminuyó ligeramente en el último trimestre de 2023 respecto al valor medio de los tres meses anteriores. De este modo, el precio medio en las 36 localidades que conforman el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) se situó en los 906,22 euros, mientras que en el periodo previo fue de 916,8. Así, la media metropolitana también sigue por encima de la del conjunto de Catalunya, que en este último balance de los datos del Incasòl se quedó en los 835,22 euros.

Pese a la ligera caída, un total de 14 urbes todavía registraron precios medios por encima de los 900 euros —15 si se incluye en la ecuación el Papiol, municipio en el que no se firmaron suficientes contratos como para contabilizarlos y que en el tercer trimestre sí que se situaron por encima de los 900 euros de media—. De estos 14, nueve localidades superaron también la barrera psicológica de los 1.000 euros mensuales —una menos que en el cómputo anterior—.

Así, Sant Just Desvern (1.472,94 euros) y Sant Cugat del Vallès (1.274,32) fueron las dos únicas ciudades que aventajaron a Barcelona (1.274,32) en los contratos de los tres últimos meses del año. En los primeros puestos del ranking se situaron también: Esplugues de Llobregat (1.131,52), Castelldefels (1.126,74), Sant Joan Despí (1.095,69), Gavà (1.076,88), Tiana (1.065,92) y Montgat (1.032,01).

Por la parte baja, tan solo ocho de los 36 municipios de la metrópolis barcelonesa se encuentran por debajo de los 800 euros de media, siendo Santa Coloma de Gramenet (709 euros) y Badia del Vallès (357,10) los encargados de cerrar el listado.

Más allá del precio, también bajó el número de contratos firmados y registrados en la empresa pública. Una tendencia a la baja que se siguió desde el primer trimestre, cuando se alcanzaron los 17.333 nuevos alquileres. Sin embargo, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023 tan solo se registraron 13.891 contratos, la cifra más baja de entre los cuatro trimetres de 2023.

Déficit “histórico” en políticas de vivienda

Precisamente, los datos del Incasòl llegaron justo antes de la publicación del índice que obligará a limitar precios en las zonas tensionadas —como es toda la conurbación de Barcelona, capital catalana incluida—, según los parámetros marcados por el Ministerio de Vivienda.

Hace tiempo ya que el precio del alquiler se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para buena parte de la población de Barcelona y su conurbación. Los importes de los contratos han escalado a gran velocidad en los últimos años, mientras que los sueldos siguen estancados en valores de otra época. Una dupla que dificulta cada vez más el acceso a la vivienda, mientras que la demanda también se encuentra disparada. 

De hecho, una encuesta reciente del Observatori Metropolità de l’Habitatge (O-HB) apuntaba a que casi un millón de catalanes se encuentran en una búsqueda activa de domicilio. El informe del O-HB concluía también que el periodo de la búsqueda de vivienda es mayoritariamente de más de un año y que, para los encuestados, el principal problema que les lleva esa dilatación temporal son, precisamente, los elevados precios de la oferta.

Entre los principales problemas que llevan a la radiografía de este panorama, los expertos apuntan a una falta de oferta en el mercado del alquiler, que ahora se ve agravada por “el paso de oferta de alquiler estacional a alquiler de temporada o a alquiler de habitaciones”, decía hace un par de meses a este diario la presidenta del O-HB, Carme Trilla

A su vez, más allá del límite de los alquileres, reclaman trabajar por una ampliación del parque público de alquiler, prácticamente inexistente en la metrópolis de Barcelona y en toda España —alrededor del 2% del total de domicilios—. Una asignatura pendiente, como explicaba por su parte en enero el investigador en temas de vivienda de la Universitat de Barcelona (UB), Miguel Rubiales, fruto de décadas de “déficit histórico de políticas de vivienda” y que tiene difícil solución en el corto plazo.