MAPA | El precio del alquiler desacelera en Barcelona: 1.178 euros al mes y cada vez menos contratos

Justo antes de que entre en vigor el controvertido índice que pone límite a los precios del alquiler en zonas tensionadas, el último informe estadístico sobre el mercado del alquiler en Catalunya revela que el continuo incremento de precios de los dos últimos años parece por fin estar frenando. La media de los contratos firmados en Barcelona (según el registro de fianzas del Incasòl) en el último trimestre de 2023 fue de 1.178 euros mensuales, siete euros por encima del anterior trimestre, lo que supone un simbólico aumento del 0,6% y puede significar haber tocado techo antes de la regulación. Por distritos, siete experiementan incrementos mínimos, frente a tres donde los precios ya han caído. Pero acaso lo más signficativo sea la reducción de contratos suscritos, solo 8.531 en los últimos tres meses del año.

Es común que el ritmo de contratos afloje a final de año, pero aquí culmina una curva ya iniciada el año 2022. De hecho, en el balance que hoy hace público Habitatge se contabilizan unos 2.300 contratos menos que los firmados en el primer trimestre de 2023, tras decaer durante todo el año. Un hecho que se atribuye tanto a los precios como, sobre todo, al menor estoc de pisos en alquiler. Mucha vivienda ha salido del mercado de arrendamiento ante las incertidumbres que ha generado la ley de la vivienda. Y también se ha frenado la rotación, ya que por el mismo motivo muchos propietarios han primado la continuidad de sus actuales inquilinos.

Incremento del 44% en 15 años

Los 1.178 euros que se pagan de media en los nuevos contratos suscritos de octubre a diciembre pasado marcan un nuevo récord, y significan que la media final de todo el año 2023 fue de 1.136,4, también la más alta de la historia. Echando la vista a atrás, supone un ascenso disparado en una década, cuando en 2013 se pagaba por un alquiler medio 681,5 euros. Aunque cabe matizar que esa cifra supuso tocar suelo en los precios durante la crisis del ladrillo, dado que la curva había empezado a descender en 2008, cuando se llegaron a pagar 813 de alquiler en los nuevos contratos. Es decir, que en los últimos 15 años el aumento ha sido del 44%.

Siguiendo hacia atrás la curva reciente, en 2022 el alquiler medio fue de 1.026, y antes de 918, 964, 978, 929, 877, 801.... Es decir que la más reciente embestida de los precios se inició en 2022.

Evolución por distritos

Por distritos, actualmente el más caro sigue siendo Sarrià-Sant Gervasi, a 1.563 euros, pero con un descenso de más de cien euros. También se moderan muy ligeramente los alquileres en Gràcia (1.143 euros) y en Sant Martí (1.124). Por contra, siguen subiendo en siete distritos, aunque en la mayoría de forma anecdótica. No obtante en zonas como el Eixample (1.323 euros de media), Sants-Montjuïc y Horta-Guinardó los ascensos se sitúan entre el 2 y 3% todavía. El distrito más asequible de Barcelona, Nou Barris, también se ha encarecido hasta los 832 euros, pero es el único de la ciudad que acaba el cómputo promedio del año por debajo de los 800 en el total de sus contratos.

Los datos llegan justo antes de la públicación del índice que obligará a limitar precios en las zonas tensionadas (Barcelona incluida), según los parámetros marcados por el Ministerio de Vivienda, que solo aplicará Catalunya. El Sindicat de Llogateres reclama la aplicación inmediata para rebajar los arrendamientos que actualmente son inasumibles para una parte de la población, mientras que el sector alerta de sus posibles efectos adversos, y sostiene que imponer precios supondrá una salida masiva del mercado de viviendas de alquiler tradicional, que por contra se destinarán a la venta o a modalidades como el alquiler de temporada, exento de la ley de vivienda.

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