La Catalunya de los 8 millones

Joaquima, 109 años y vive sola: "El reto es detectar a tiempo la fragilidad para evitar la dependencia"

Manel Esteller: "La investigación antienvejecimiento busca añadir más vida a los años y no más años a la vida"

El 28% de la población catalana ya es de origen extranjero: radiografía de la Catalunya de los 8 millones de habitantes

Joaquima Sardà, de 109 años, en la unidad de geriatría del Hospital Sant Pau-Dos de Maig.

Joaquima Sardà, de 109 años, en la unidad de geriatría del Hospital Sant Pau-Dos de Maig. / ELISENDA PONS

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En 1914, año en que empezó la primera guerra mundial, nació Joaquima Sardà, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Todavía no se había ni inventado la penicilina. Joaquima tiene ahora 109 años y los médicos que la tratan están convencidos de que es una de las personas más longevas no solo de España, sino del mundo. El secreto es que no hay secreto: los geriatras creen que "algo hay en su biología" que la hace vivir tanto tiempo.

El inusual caso de Joaquima pone sobre la mesa el reto del "tsunami" de personas envejecidas que se avecina en próximos años

La mujer es autónoma, camina, puede hacer sus necesidades por sí misma, vive sola (aunque dos sobrinos que residen en el mismo edificio la cuidan) y puede mantener una conversación sencilla, marcada, eso sí, por su sordera. Trabajó de carnicera, en una parada en el Poblenou, y de modista. Fue profesora de corte y confección. Ahora, a sus 109 años le gusta hacer ganchillo y regar las plantas.

Está estos días ingresada en la Unidad de Geriátricos Agudos que comparten los hospitales de Sant Pau y Dos de Maig, en el Eixample, porque se le infectó una herida en la pierna. Sus sobrinos le llevan habas para que se entretenga pelándolas. Los médicos que la tratan observan pasmosos su caso. La esperanza de vida de las mujeres en España son los 86 años. Cuando Joaquima nació, y por eso su caso es "excepcional", estaba situada en los 40 años.

Según cálculos del Idescat, en el año 2030 una cuarta parte de catalanes será mayor de 65 años

"Este hospital está en una de las zonas más envejecidas de Catalunya, por lo que tenemos una especial sensibilidad por la gente frágil", explica Jordi Mascaró, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). "Hay muchas personas como Joaquima que son autónomas pero a quienes, si les pasa cualquier cosa, todo se les desmonta", añade. Y aquí está precisamente la clave: tratar a tiempo la fragilidad es clave para evitar caer en una fase de dependencia. "De la fragilidad a la dependencia se puede pasar rápidamente", advierte Mascaró.

El "tsunami" que viene

Pacientes como Joaquima, que ha llegado a los 109 años sin patologías de base y sin tomar pastillas, son una excepción. Pero ponen sobre la mesa una realidad a la que, según los geriatras, la sociedad no está dando la importancia que tiene: el envejecimiento poblacional. "Cada vez veremos más casos como los de Joaquima, aunque seguirán siendo la excepción", señala el doctor Mascaró. Para él, es todo un "reto" para el sistema hacer frente al "tsunami" de personas envejecidas que vendrá.

"Hay que buscar a toda esta gente que no va nunca al médico y trabajar con ella hábitos saludables"

Jordi Mascaró

— Jefe de Geriatría del Hospital de Sant Pau

Las cifras así lo demuestran. Según el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), se calcula que en el año 2030 una cuarta parte de las personas de Catalunya será mayor de 65 años. Esta cifra se incrementará hasta una tercera parte en el año 2060, equivalente a 2,6 millones de personas, de las que más de 700.000 tendrán más de 85 años.

Según estas previsiones, el número de personas con cuatro problemas de salud crónicos o más se doblará de aquí a 2035. Las personas con multimorbilidad son los protagonistas del 75% de prescripciones farmacéuticas y de más de la mitad de los ingresos hospitalarios.

"El tsunami demográfico ya lo tenemos aquí y las cifras son muy contundentes"

Jordi Amblàs

— Conselleria de Salut

Llegados a este punto, con una "gran masa" de personas de entre 70 y 85 años que está envejeciendo, geriatras como Mascaró llaman a evitar la "fragilidad", una "condición reversible" que, si no se aborda, acaba derivando en "dependencia". Cree que el sistema debería invertir más en programas para detectar la fragilidad. Un ejemplo es aquella persona a la que le cuesta caminar. O la que tiene dificultades para levantarse sola de la silla. "Hay que buscar a toda esta gente que no va nunca al médico y trabajar con ella hábitos saludables y el ejercicio físico". Sant Pau, explica el doctor Mascaró, es "pionero" a la hora de montar dispositivos de fragilidad. Prueba de ello es que este centro sanitario tendrá, a partir del año que viene, una clínica de urgencias para mayores de 65 años.

Pero, además, también hacen falta más geriatras, sobre todo, en la atención primaria ("invertir en geriatría es una inversión a la larga", reivindican los profesionales) y lograr una "equidad territorial". "En estos momentos, depende de dónde vivas tendrás unos recursos u otros", apunta por su parte Mireia Mascaró, geriatra en Sant Pau y en Hospital Dos de Maig. "Ahora mismo, ya no debemos añadir más años de vida, sino dar más vida a los años", añade.

Por eso es importante también la "educación sanitaria" en toda la población, para que, cuando detecte cambios en el familiar, haga algo. "Uno de los motivos frecuentes de ingreso son las caídas. Hay gente que llega aquí y el familiar te dice que se ha caído varias veces a la semana. Una persona, aunque tenga 90 años, no tiene por qué caer. Hay que consultar. En un estadio inicial, hay capacidad para revertir ciertas cosas", señala esta geriatra.

"Uno de los grandes retos"

Para Jordi Amblàs, director de Atención integrada social i sanitària de la Conselleria de Salut, el envejecimiento poblacional es, junto al cambio climático, "uno de los grandes retos de la sociedad". "El tsunami demográfico ya lo tenemos aquí y las cifras son muy contundentes", explica.

Amblàs recuerda que el 80% de los resultados de la salud de la persona dependen de sus circunstancias: de su situación socioeconómica, factores ambientales, hábitos de vida. "En personas relativamente sanas debemos promover hábitos saludables, como el ejercicio físico, el cuidado de la salud mental, la socialización", dice.

Para las personas en situación más compleja, Catalunya ya tiene en marcha la Agència Integrada Social i Sanitària, un proyecto pionero en España que nació poco después de la pandemia del coronavirus y cuyo objetivo es que las personas dependientes reciban la atención sanitaria y el acompañamiento social de una forma más coordinada.

Suscríbete para seguir leyendo