Malestar entre los ginecólogos por que Salut cuestione el número de cesáreas realizadas en Catalunya

El plan catalán contra la violencia obstétrica y la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos, presentado el lunes por las 'consellerias' de Igualtat y Salut, ha sido recibido con malestar por los médicos, que consideran que el Govern cuestiona su criterio y pone en duda su buen hacer profesional. El de las cesáreas es el punto que más escozor ha creado entre la comunidad médica: los 'consellers' Manel Balcells (Salut) y Tània Verge (Igualtat i Feminismes) aseguraron el lunes que las que se realizan no siempre se ciñen a criterios médicos. Tanto el Col.legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) como la Societat Catalana d'Obstetrícia i Ginecologia, que forma parte de la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya, han salido al ataque. El COMB ha criticado incluso el uso del término 'violencia obstétrica'.

El presidente del Col.legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, va más allá y critica el uso del término 'violencia obstétrica'

El plan presentado por Balcells y Verge, que estará dotado de siete millones de euros, contempla, entre otras medidas, la creación de comisiones de violencia obstétrica en las diferentes regiones básicas de salud (ABS), así como limitar el número de cesáreas al 15%. Según las 'consellerias' de Igualtat y Salut, se realizan más cesáreas los viernes que los lunes para evitar que la mujer se ponga de parto en fin de semana, cuando hay menos personal. Los titulares de ambos departamentos también aseguraron que en la sanidad privada se realizan más cesáreas que en la pública. No especificaron cuánto, pero algunas cifras apuntan a que la probabilidad es hasta un 70% mayor. Según cifras de Salut, un 13,7% de los partos naturales de la sanida pública se hacen con episiotomías (cortes en la vagina), una práctica cuestionada por la OMS.

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"El uso que hacen algunas personas del término 'violencia obstétrica' genera rechazo en la mayoría de profesionales de la salud, en la medida que sugiere intencionalidad y voluntad de ejercer violencia sobre las mujeres. Y eso es inaceptable", decía ya el martes el presidente del COMB, Jaume Padrós, en un hilo de la red social X (antes Twitter).

Según Padrós, muchos médicos perciben que "se cuestiona su profesionalidad", mientras que el "nivel de satisfacción de la inmensa mayoría de mujeres" de Catalunya es "altísimo". "Pido a los responsables políticos y líderes de opinión que ayuden a que el debate no derive hacia terrenos ideológicos que ayudan poco a la mejora de la calidad asistencial y pueden contribuir a la pérdida de confianza de las personas", zanjaba Padrós.

A las críticas de Padrós se ha sumado este jueves, dos días después, un comunicado de la Societat Catalana d'Obstetrícia i Ginecologia en el que, pese a "compartir" los contenidos del plan contra la violencia obstétrica (esta sociedad ha participado en el desarrollo del mismo), reconoce que existe "incomodidad" y "dolor", entre sus profesionales, por que se traslade la sensación de que actúan "de manera generalizada por motivaciones ajenas a proporcionar la mejor atención posible". Se refiere a las cesáreas y a las palabras sobre ellas expresadas por ambos 'consellers'. Según cifras de esta sociedad médica, la tasa media de cesáreas en embarazos no complicados en la sanidad pública de Catalunya (no ofrece cifras de la privada) fue, durante 2022, del 21,1%, un dato que, insiste esta entidad, "desmiente que se trate de una intervención que se realice de manera injustificada y siguiendo criterios espurios".

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"Fuera de lugar"

No obstante, según la OMS, la cifra de cesáreas debe oscilar entre el 10% y el 15%. El lunes en la presentación del plan, los 'consellers' Balcells y Verge llamaron a que estas cirugías no superaran ese 15%. Ginecólogos consultados por este diario consideran que la intervención de ambos fue "muy desagradable" y muy "fuera de lugar". "Sentí que nos dejaban en mal lugar. Para mí fue ofensivo", critica un profesional que prefiere no dar su nombre. Este profesional, además, también carga contra la propia Societat Catalana d'Obstetrícia i Ginecologia porque "est sociedad -critica- fue quien promovió el concepto de 'violencia obstétrica'".

Los 'consellers' pusieron más ejemplos de casos de violencia obstétrica y vulneraciones de derechos sexuales y reproductivos que, según ellos, se producen en la sanidad catalana. Por ejemplo, ser medicada con anticonceptivos cuando tienes la menopausia, sentirte cuestionado en tu visita al ginecólogo por ser trans, que te digan que eres lesbiana por no haber tenido relaciones sexuales con penetración o no explicar a las mujeres con cáncer el impacto que tendrán los tratamientos en sus relaciones sexuales. El propio 'conseller' Balcells admitió que el término 'violencia obstétrica' "genera recelo" entre profesionales de la salud, pero insistió en no invisibilizar estas prácticas.

Según una encuesta de la Societat Catalana d'Obstetrícia i Ginecologia realizada entre más de 2.000 mujeres, el 91,8% de las interrogadas tenían una "opinión positiva" del trato recibido. Aun así, esta sociedad médica reconoce que hay "áreas de mejora".

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