FIN DE UNA TENDENCIA

El nacimiento de gemelos se frena tras triplicarse en los últimos 25 años

La evolución tecnológica logra asegurar más embarazos con un solo embrión

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Carme Escales

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Postergar la maternidad ha sido uno de los grandes cambios que las sociedades avanzadas han incorporado el último medio siglo. Con él se han modificado también los parámetros de la concepción. A mayor edad, las dificultades para llegar a ella se incrementan y acaban requiriendo técnicas de reproducción asistida que, gracias a la gran demanda, y por tanto a la mayor experiencia de los profesionales, han contribuido de manera contundente a la natalidad.

Pero en su línea evolutiva, las técnicas reproductivas han dejado a su paso una gran montaña ascendente de partos de gemelos y trigéminos en los últimos años. Según datos del Institut d’Estadística de Catalunya (IDESCAT), del 1985 al 2009 este tipo de partos se multiplicó por tres (de 596 a 1813), alcanzando los 1778 nacimientos de gemelos y 35 partos triples. En cuanto a los triples fue en el 2004 cuando llegaron a registrarse un mayor número, con 51 nacimientos de trigéminos.

Las gráficas del IDESCAT confirman también que la proporción de partos múltiples aumentan con la edad de la madre. Según indican las cifras de nacimientos del 2018 –últimas de las que se dispone-, entre las mujeres menores de 35 años, la frecuencia de partos múltiples está por debajo de la media, mientras que el 6,40% de los partos de mujeres de más de 45 años –las que más precisan técnicas de reproducción asistida para quedar embarazadas- corresponden a partos múltiples.

“Durante la década de los 90 importaba por encima de todo la tasa de embarazos, por lo que la transferencia embrionaria –de 3 y 2 embriones a la vez- estaba al servicio de esa necesidad de embarazo. No se pensaba en nada más”, explica la doctora Dolors Manau. Ella es la responsable de la Unitat de Reproducció Assistida del Hospital Clínic que desde mediados de los 80 estudia los problemas de fertilidad y aplica tratamiento médico y técnicas de reproducción asistida, tanto inseminación artificial como fecundación in vitro a mujeres hasta los 40 años.

Según explica la Dra. Manau, para asegurar la concepción, el aumento de nacimientos múltiples respondía a la transferencia de esos 3 o 2 embriones al mismo tiempo. De aquí que se haya pasado de 584 partos dobles que hubo en Catalunya el año 1985, a los 1220 en el 2018. En Barcelona se pasó de 125 nacimientos de gemelos en 1985 a 263 en el 2018.

Cambio de enfoque médico

“A partir del 2000, el concepto de éxito cambió en la mentalidad del médico –fue un giro que iniciaron los países nórdicos-. Ya no se buscaba el embarazo fuese como fuese la manera de lograrlo. El éxito del ciclo de reproducción se establece como un niño nacido vivo, a término y sano”, puntualiza la doctora Manau. “En un embarazo doble, se multiplica el riesgo en todo, es una morbilidad que le añades a la madre”, apunta, por lo que la inflexión vino protagonizada por reducir el número de embriones transferidos y apostar por una diana clara sobre embarazos de un único feto.

También sobre este aspecto dan fe las cifras del IDESCAT: “La normalidad y prematuridad del parto está relacionada con la multiplicidad. Por un lado, el porcentaje de partos distócicos –lentos, laboriosos y dificultosos- aumenta con la multiplicidad, y por otro lado, el porcentaje de partos prematuros también aumenta con la multiplicidad. Con datos del 2018, se observa que el 9,6% de los partos simples son distócicos, frente al 18,8% de los partos en los que hay más de un bebé. Si bien el 94,0% de los partos son a término, en los partos múltiples (de gemelos o trigéminos) este porcentaje se reduce al 54,8%.

Precisión vital

Dos factores, pues, han ayudado a hacer esa diana en embarazos únicos. Se discrimina el número de embriones para evitar los embarazos múltiples y se cuenta para ello con tecnología que permite incrementar más la posibilidad de embarazos con un solo embrión. Y, efectivamente, mejores técnicas y cambio de práctica han rebajando los partos múltiples. Después de una tendencia temporal en los últimos años en los que el porcentaje de partos múltiples creció continuamente hasta alcanzar un máximo del 2,4% en el 2014 – 1641 nacimientos de gemelos y 14 de triples-, la tendencia a partir de entonces es su disminución.

Los 1220 gemelos y 18 triples nacidos en el 2018 representan un 2% de nacimientos múltiples respecto a los 62.496 alumbramientos totales de ese año. “El pico de bajada indica que ya trabajamos de manera diferente, gracias a que técnicamente se ha evolucionado”, precisa Dolors Manau desde el Hospital Clínic.

Entre los avances más significativos está la utilización de “potentes incubadoras que permiten mantener embriones, no de 3 días como hasta antes hacíamos, sino de hasta cinco días de vida, con lo cual son más fuertes. Así, en lugar de transferir 3 o 2 embriones, ahora con uno es suficiente”, detalla la doctora. “Además, hemos aprendido a seleccionar mejor los embriones, porque podemos hacer el 'screening' de aneuploidías (anomalías cromosómicas numéricas), es decir, que sean cromosómicamente sanos". Se puede hacer una biopsia del embrión para determinar de él todo aquello que hace que sea el mejor para transferir, y no hace falta entonces arriesgarse con 2 o 3 embriones. También las técnicas de criopreservación, vitrificando para proteger la fertilidad sin pérdida ni al congelar ni al descongelar, han contribuido a mayores éxitos en el camino al embarazo.

“En general –declara Dolors Manau-, hay más demanda de tratamientos y la primera y principal causa es el retraso del embarazo. La fertilidad va ligada a la calidad y número de óvulos, que van disminuyendo con la edad. La otra causa de las dificultades para alcanzar un embarazo es la calidad seminal de los hombres que, en los últimos años ha visto empeorar sus parámetros,  por influencia de múltiples causas”.

Clínicas de fertilidad y reproducción asistida

Según datos de la Direcció General d’Ordenació i Regulació Sanitària del Departament de Salut, en el 2019 había registradas en Catalunya 67 clínicas de fertilidad y reproducción asistida, 50 de ellas en la demarcación de Barcelona, de las cuales 36 en la ciudad de Barcelona. Los hospitales de la Santa Creu i Sant Pau (Fundació Puigvert), Vall d’Hebron y el Clínic son los tres únicos hospitales del sistema público en Catalunya autorizados para realizar procedimientos de fertilización in vitro con mujeres de hasta los 40 años de edad.