Estudio en el Reino Unido

Vivir de alquiler tiene consecuencias para la salud, según la ciencia

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El alquiler envejece más que fumar

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Carla Torres

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La exposición prolongada al sol, el consumo de alcohol, una dieta poco saludable y el tabaquismo son algunos de los factores que aceleran nuestro envejecimiento. Diversos estudios lo han demostrado en la última década y científicos y autoridades llevan años alertando a la población de sus graves consecuencias.

Ahora, una nueva investigación científica ha demostrado que vivir de alquiler también acelera el envejecimiento biológico. De hecho, el estudio británico que lo revela -publicado en la revista 'Journal of Epidemiology and Community Health'- evidencia que ser un inquilino envejece el doble que la obesidad y la mitad que el tabaquismo.

Afecta el doble que estar desempleado

Su impacto en el envejecimiento, además, ha demostrado ser "el doble que el de estar desempleado en lugar de estar trabajando" o que ser exfumador en vez de no haber fumado nunca.

El estudio, realizado en 1.420 hogares del Reino Unido, muestra que las circunstancias de la vivienda -como la morosidad reiterada, los problemas de probreza energética (cada vez más presentes en España) o las goteras- pueden tener importantes consecuencias para la salud, según explicaron académicos de la Universidad de Essex y la Universidad de Adelaida.

Vivir de alquiler nos envejece más rápido que fumar, según la ciencia

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Estos problemas tienen un impacto "físico y mental" que se traduce en más estrés y preocupación, mayor estigma social, resfriados más recurrentes y otros síntomas que degradan la salud de los inquilinos, provocando un envejecimiento más rápido de su organismo, que acumula más daño en los tejidos y células.

Una buena noticia para los inquilinos

La buena noticia para los inquilinos es que el proceso es reversible y puede "mejorar o cambiar las condiciones de las personas" con relatividad facilidad cuando estas dejan de depender de un alquiler.

Los expertos contrastaron información epigenética -cambios en la función de los genes que son hereditarias- con datos de encuestas sociales e indicadores de envejecimiento biológico captados a través de cambios en el ADN de muestras de sangre a más de 100.000 británicos desde 2009.

Mejores políticas de vivienda

Los autores del estudio concluyen que estos resultados tienen una "alta importancia clínica" porque ponen al descubierto la necesidad de implantar "políticas para reducir el estrés y la incertidumbre asociadas al alquiler privado".

En ese sentido, remarcan que "acabar con los desahucios sin culpa, limitar los aumentos de alquiler y mejorar las condiciones de los contratos" pueden contribuir en cierta medida a reducir los impactos negativos que muestra el estudio.