Así tiñó de negro el feminismo del Vallès la víspera del 8-M: "Esto no es una fiesta, sino una lucha"

En la víspera de la huelga por el 8 de marzo (8-M), Día Internacional de la Mujer, la ciudad catalana de Rubí (Vallès Occidental) fue el escenario que abrió la puerta a las movilizaciones por la igualdad en todo el territorio catalán del Vallès. El municipio acogió la noche del 7 de marzo una protesta nocturna donde 200 mujeres feministas de la comarca se movilizaron bajo el paraguas del colectivo 'Vallès Feminista' y el lema "un día no podremos más y juntas lo podremos todo" para clamar “contra el patriarcado”.

La protesta estuvo vertebrada a partir de dos ejes: la reclamación de una “sanidad digna”, así como la reivindicación de incluir en el feminismo “más colectivos aliados” como el de las personas trans, el colectivo LGTBI+ y las entidades migrantes.  

La marcha se convocó a las siete de tarde, pero la Plaça Nova de Rubí, antes del pistoletazo de salida, ya se iba tiñendo de negro con la presencia de activistas de Terrassa, Sabadell, Sant Cugat, Barberà del Vallès y, evidentemente, de Rubí, enclave de donde predominaron las asistentes, entre otros territorios también del Vallès Oriental.

Una marcha no mixta y con una principal consigna: vestir de color negro como “símbolo de fuerza y combatividad”. "El color no fue elegido al azar, sino que es una forma de visibilizar y recordar los feminicidios que han sucedido este año a consecuencia de la violencia machista, así como destacar que el 8-M es combativo y no es una festividad", apuntó una de las portavoces de 'Vallès Feminista', quien prefirió no revelar su identidad.

Cabe recordar que en 2022, en Catalunya se produjeron siete feminicidios, mientras que en España hubo 99, según apuntan desde Feministas de Catalunya. Durante la protesta resonaron cánticos como “la noche es nuestra”, “si nos tocan a una, respondemos todas” o “contra la injusticia, respuesta feminista”.

“Basta de recortes sanitarios”

Pese a que la protesta transcurrió de forma pacífica, se produjeron dos acciones significativas. En primer lugar, un grupo de activistas pintaron y señalaron, con varias pegatinas y grafitis, la sucursal de CaixaBank. En las pintadas se leía "patriarcado y capital, alianza criminal".

La siguiente acción, y con más peso, se realizó en la Mutua de Terrassa de Rubí, donde algunas manifestantes colgaron una pancarta que denunciaba “más recursos para la sanidad pública y más derechos para las trabajadoras”. El ámbito sanitario estuvo en el centro del latido de la marcha, y desde 'Vallès Feminista' manifiestan que este “es un derecho fundamental por el que tenemos que luchar y, además, no olvidar que es un sector muy feminizado”. 

Según la organización, la marcha tuvo un doble objetivo: "Calentar motores y hacer un llamamiento para la jornada de huelga general" y, por otra parte, "transformar el espacio público para que mujeres con diferentes identidades se sientan seguras, rompiendo con la idea preestablecida del terror sexual". 

“Queremos dejar de sobrevivir”

La marcha culminó con un acto político en la plaza del Doctor Guardiet, donde participaron representantes del Serveis d'Atenció a Domicili (SAD) Terrassa “para denunciar la precarización de las mujeres del hogar y del tercer sector”. Por su parte, el sindicato Coordinadora Obrera Sindical (COS) puso el foco en las condiciones laborales de las trabajadoras: “Tenemos que alzarnos y organizarnos en un 8M combativo”, reclamó la portavoz del sindicato a nivel territorial.

También hubo lugar para la reivindicación de la plataforma en defensa de la sanidad pública en Catalunya, Marea Blanca, que puso en valor “el trabajo de curas, que se trata de un trabajo imprescindible de mujeres que nunca se visibilizan”. También se dio voz al colectivo Abya Yala de Sant Cugat del Vallès, articulado por mujeres migrantes, quienes tienen la voluntad de "exigir sus derechos y quieren romper cualquier estigma y estereotipo que, aún a día de hoy, las persiguen". 

Finalmente, una de las portavoces de Vallès Feminista leyó un manifiesto que puso al centro “el ciclo de crisis vivido en los últimos años”, donde las condiciones de las mujeres "cada vez son peores” y donde denunciaron “el enfrentamiento de la precariedad a diario”. Sin embargo, añadieron, "los precios no paran de subir y los salarios no paran de bajar. Queremos dejar de sobrevivir”.

Desde la organización zanjaron el acto exigiendo "unas condiciones laborales dignas para todas las trabajadoras" e hicieron , de nuevo, un llamamiento a las movilizaciones del 8-M en el Vallès. 

El tejido feminista del Vallès

Desde Vallès Feminista apuntan que, desde hace más de diez años, capitanean movilizaciones y actos: "Muchos colectivos de la comarca, históricamente, han sido parte de la lucha feminista".

"Queremos mostrar toda esa movilización más allá de los actos institucionales y de la manifestación de Barcelona", reivindicaron sobre la importancia de protestar en bloque en el Vallès.

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