Las mejores fiestas de tardeo en Barcelona

¿Te acuerdas de la época del toque de queda por el covid? Sí, parece una eternidad. En esa época de incertidumbre, las discotecas, buscando alternativas al ocio nocturno, aumentaron su oferta de fiestas diurnas, planes que esquivaban las restricciones. Fue todo un éxito: desde entonces no han dejado de reproducirse, con cada vez más adeptos. Como dijo una tuitera treintañera harta de trasnochar: “No me volveréis a ver de fiesta de noche, ahora siempre al tardeo, se acabaron las resacas”. Si tú también eres de los que les pesa la edad, apúntate estas recomendaciones.

La primera, la Glove Party, una fiesta llena de energía vibrante que se ha convertido en un sí o sí del tardeo. Llevan una década llenando salas con su filosofía: crear un espacio positivo, distendido, inclusivo y dicharachero. Por eso, además de música, en Glove encontrarás bailarines, ‘performances’ y ‘shows’ con mucho cachondeo. Un ambiente único en Barcelona que la ha catapultado a la cima de la pirámide de la popularidad.

Han organizado sus fiestas en salas de toda la ciudad, desde el Teatre Principal (La Rambla, 27-29) hasta la Upload (Poble Espanyol, Francesc Ferrer i Guàrdia, 13), e incluso han aprovechado el buen tiempo para celebrar planes ‘open-air’, como en el Casino La Floresta (Casino, 27, Sant Cugat) o el Brunch Electronik (@brunchbcn). Se definen como itinerantes, aunque tienen paradas fijas: por ejemplo, La Paloma (Tigre, 27), que albergará su próxima edición, el día 27 de abril.

Hablando de La Paloma: otro punto de peregrinación del tardeo. Aquí, los eventos empiezan entre las 17 h y las 22 h, como tarde. Cambiando el Cola Cao por un cubata. Este sábado, día 13, tienen ‘dj sets’ de 20.30 h a 3 de la mañana. Y la semana siguiente, sábado 20, vuelve el aclamado Loco Bongo, fiesta madrileña inspirada en los concursos de la tele de los 90 que solo se puede resumir como puro petardeo. Después de arrasar en la capital (en mayo organizan una edición XXL en el WiZink Center, presentado por Jorge Javier Vázquez, con música de Mónica Naranjo, y con la participación de Bárbara Rey, Chelo García-Cortés y Lydia Lozano, vamos, un 'Sálvame' en directo), ahora está ganándose los corazones del público barcelonés.

Buenas noticias: vuelve La Terraza. El ‘Open Air Club’ dedicado a la electrónica. Durante las próximas semanas estará estrenando temporada de las diferentes fiestas que componen su agenda. Y sí, aunque es famoso por sus fiestas veraniegas hasta la madrugada, también tiene una nutrida programación de fiestas ‘sunset’, es decir, de tardeo, que empiezan a las 19 h y acaban a medianoche, y cuyos carteles están muy bien curados.

Por supuesto, no hay tardeo sin ‘drag queens’, y en Barcelona las hay a patadas. Sus planes tienen el sello de diversión garantizada, ya sea por los espectáculos cargados de humor que ofrecen o por las cervezas que vuelan a ritmo frenético. Aunque hace años eran algo muy nicho de la comunidad LGTBI, hoy en día son un punto de encuentro para todo tipo de géneros y sexualidades, siguiendo los pasos de EEUU, donde se han convertido en un epicentro de despedidas de soltera.

Batería de recomendaciones: está la Ravalada (@ravalada_bcn), una especie de ‘correbars’ con ‘shows’ travestí en cada parada, que se celebra en tres barrios (Raval, Sants y Eixample). En Apolo hay dos fiestas, el Sarao Drag de Futuroa (@futuroafuturoa), un espectáculo cabaretesco, y la Churros, que siempre integra a sus sets de ‘dj’ diversas dinámicas travestí. En Razzmatazz, este domingo y lunes, la gira de las participantes de ‘Drag Race España’, y en mayo vuelve Iconiqa, con la estrella internacional Symone y la catalana Pitita de cabezas de cartel.

¿Que quieres más ideas? Pásate por las terrazas de los hoteles, otro ‘hot spot’ del tardeo. Aire libre, copas, música y un aforo reducido son los encantos de estos planes que cada vez atraen a más fans. Los tienes en muchísimos hoteles, como el Negresco Princess (Roger de Llúria, 16 - 18), el Renaissance (Pau Claris, 122), el Generator (Còrsega, 373), el Ocean Drive (Aragó, 300) o el Sofitel Skipper (avenida del Litoral, 10), entre decenas de ejemplos.