Debate interno

La CUP debate este sábado su presencia en las instituciones y la política de alianzas

Dolors Sabater: "Aposté por que la CUP entrara en el Govern y eso generó incomodidad y cierta tensión"

La CUP se conjura para refundarse y dejar de interpelar "solo a una minoría"

La CUP ensenya cartells on es pot llegir 'Defensem la llengua' al ple del Parlament

La CUP ensenya cartells on es pot llegir 'Defensem la llengua' al ple del Parlament / Bernat Vilaró / ACN

Carlota Camps

Carlota Camps

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La CUP dará este sábado el pistoletazo de salida de la segunda fase del 'procés de Garbí' -su particular proceso de refundación-, y lo hará con un primer debate temático para abordar su presencia en las instituciones y la política de alianzas a aplicar después de las próximas elecciones catalanas. Será el primer debate de cuatro más que tendrán lugar desde ahora hasta el 2 de marzo, cuando se tratará otro de los grandes quids de la cuestión: el modelo organizativo de la formación. Los otros tres debates son la estrategia independentista, la "construcción de la hegemonía y la batalla cultura" y la reconstrucción de la "unidad popular".

De todos estos encuentros saldrán unas conclusiones que podrán ser enmendadas por las asambleas territoriales de la formación, pero que ya marcaran el camino de la nueva ponencia política que se tiene que votar en una asamblea nacional a principios del mes de junio. Con este proceso, la CUP quiere tratar de actualizarse y revertir los malos resultados de las últimas elecciones municipales y generales. El objetivo principal es salir del córner y dejar de interpelar a una minoría. Lo que Non Casadevall, uno de los integrantes del grupo motor de este proceso, ha resumido como la voluntad de "llegar al poder para aplicar el programa y alcanzar sus objetivos".

Los 'cupaires' han arrastrado este debate durante toda la legislatura en el Parlament. Tras las elecciones de 2021, con la victoria de ERC por delante de Junts, la CUP se encontró ante la disyuntiva de entrar al Govern o quedarse fuera marcando el ejecutivo. Finalmente, optaron por pactar la investidura de Pere Aragonès, pero mantenerse en el Parlament. Una decisión que les acabó sacando de la ecuación en la primera negociación de presupuestos, cuando ERC y Junts pactaron con los Comuns, un hecho que algunos consideran que les dejó arrinconados el resto de la legislatura. No es, sin embargo, la única opinión. Otra parte importante de los anticapitalistas considera que haber formado parte del actual Govern les hubiera hecho perder credibilidad y esencia.

Un debate vivo que, en función de los resultados electorales, tendrán que afrontar de nuevo cuando se celebren las próximas elecciones en el Parlament de Catalunya, como muy tarde durante el primer trimestre de 2025. Con este contexto, y con unos últimos batacazos electorales que no hacen vislumbrar buenos pronósticos electorales, los anticapitalistas quieren aprovechar este año para debatir y afianzar una nueva estrategia. En la asamblea de junio, además, se deberá renovar la cúpula de la dirección.

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